Basta de desorden
El PP tiene que dar cumplidas explicaciones sobre las cuentas en Suiza de su extesorero
Escandalizados por los supuestos dineros que la familia Pujol pueda tener en Suiza ¡ªsugeridos en an¨®nimos informes policiales sin contraste judicial alguno¡ª y por investigaciones que afectan al PSOE, los dirigentes del PP no pueden enmudecer ahora ante el esc¨¢ndalo de su extesorero Luis B¨¢rcenas, identificado por la Audiencia Nacional como el beneficiario de una cuenta en Suiza entre 2005 y 2009, con saldos de hasta 22 millones de euros. El dinero desapareci¨® de esas cuentas tras surgir las primeras sospechas sobre la implicaci¨®n de B¨¢rcenas en la trama G¨¹rtel, y todo apunta a que hay m¨¢s. Los movimientos de dinero de B¨¢rcenas se produjeron cuando Rajoy y otros jefes del partido defend¨ªan su inocencia, antes de dejarlo caer como militante y senador.
Hay que felicitarse de la investigaci¨®n judicial, impulsada por la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n, pese a lo incierto de su horizonte temporal ¡ªtres a?os y medio ha tardado la comisi¨®n rogatoria pedida a Suiza en mayo de 2009, en averiguaci¨®n de las cuentas de B¨¢rcenas¡ª y las previsibles dificultades para obtener m¨¢s datos. Mucho menos positiva es la reacci¨®n del PP, que de momento opta por la t¨¢ctica de don Tancredo, refugi¨¢ndose en que no existe responsabilidad pol¨ªtica porque B¨¢rcenas ya no est¨¢ en el partido. Esperanza Aguirre, presidenta del PP madrile?o, ha recurrido a su tradicional cintura pol¨ªtica ¡ªpopulista, pero cintura al fin¡ª con la propuesta de instalar a un fiscal en cada formaci¨®n pol¨ªtica, para meter mano en el desorden financiero.
M¨¢s all¨¢ de avatares judiciales y a la espera de aclarar de d¨®nde sale el dinero de la cuenta de B¨¢rcenas, el problema es el hartazgo de los ciudadanos respecto a la corrupci¨®n y la evasi¨®n fiscal. No hay transparencia sobre las fuentes de financiaci¨®n de los partidos, ni de los pr¨¦stamos recibidos, ni de las empresas vinculadas, ni siquiera respecto a si B¨¢rcenas ha regularizado parte del dinero que ten¨ªa fuera gracias a la amnist¨ªa fiscal del Gobierno. Nada obliga a los partidos a rendir sus cuentas directamente ante los ciudadanos, que, por cierto, son los que sufragan los dineros p¨²blicos que van a sus arcas. El PP no puede jugarse el cr¨¦dito que le queda a suponer que la reducci¨®n del d¨¦ficit y los aumentos de impuestos son compatibles con un ominoso silencio respecto a un exdirigente que amonton¨® una fortuna durante los a?os de responsabilidad en el PP. Dolores de Cospedal asegura que no es un tema de partido, sino particular: ?lo ha investigado?
La crisis econ¨®mica y financiera que estamos viviendo ha acabado con la paciencia ciudadana hacia el saqueo de fondos p¨²blicos y la evasi¨®n de impuestos. El PP no puede limitarse a esperar lo que resulte de una investigaci¨®n judicial presumiblemente lenta. Los partidos deben ocuparse activamente de ajustar los gastos a los ingresos y de garantizar la transparencia y legalidad de los fondos que manejan. De lo contrario, el terreno est¨¢ abonado para el populismo y los antisistema.
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