Norte de Mal¨ª: nuestro patio
La amenaza terrorista en ese escenario es cada vez m¨¢s peligrosa y, salvo Francia, ning¨²n otro pa¨ªs europeo recibe tantas y tan hostiles menciones en los comunicados de Al Qaeda en el Magreb Isl¨¢mico como Espa?a
Espa?a tiene las fronteras m¨¢s pr¨®ximas a Mal¨ª de cuantos Estados forman parte de la Uni¨®n Europea. Tambi¨¦n es el m¨¢s cercano a Argelia. En este pa¨ªs magreb¨ª se encuentra la base originaria de Al Qaeda en el Magreb Isl¨¢mico (AQMI). Al sur, en la demarcaci¨®n saheliana de aquel otro pa¨ªs, es donde esta organizaci¨®n yihadista, una de las extensiones territoriales de Al Qaeda, hace a?os que ven¨ªa disponiendo de algunos enclaves a modo de santuario. Pero desde la pasada primavera, en estrecha y eficaz coordinaci¨®n con dos entidades de su misma orientaci¨®n ideol¨®gica ¡ªsu escisi¨®n, el denominado Movimiento para la Unicidad y la Yihad en ?frica Occidental (MUYAO), y Ansar al Din¡ª ha conseguido instaurar un verdadero condominio yihadista en pr¨¢cticamente todo el norte de Mal¨ª. Situaci¨®n an¨¢loga no tanto a la de Afganist¨¢n o Somalia como a la de las ¨¢reas tribales situadas en el noroeste de Pakist¨¢n.
Ese condominio es un foco de terrorismo que se proyecta ante todo sobre la poblaci¨®n local, mayoritariamente musulmana y suf¨ª, que padece el control social impuesto por miles de fan¨¢ticos muy bien armados. Tambi¨¦n es un foco de amenaza para el conjunto de la fracturada Mal¨ª. No en vano, la intervenci¨®n militar francesa se precipit¨®, a petici¨®n de las autoridades malienses, cuando AQMI y sus aliados iniciaban una ofensiva hacia Bamako. Supone igualmente un foco de amenaza a la estabilidad de otros pa¨ªses situados entre el Magreb y el Golfo de Guinea ¡ªcomo evidencia el asalto a la planta gas¨ªstica de Tigantourine¡ª, ampliado con el estrechamiento de relaciones entre las tres organizaciones mencionadas y la nigeriana Boko Haram. Adem¨¢s, constituye un foco de amenaza para Europa occidental, en especial para Francia pero asimismo para otras naciones como Espa?a.
La proximidad geogr¨¢fica a dicho foco de actividad terrorista es fundamental a la hora de valorar sus implicaciones para nuestro pa¨ªs, pues favorece el tr¨¢nsito de personas de una a otra orilla del Mediterr¨¢neo y con ello las posibilidades de que yihadistas activos en el Magreb o el Sahel penetren en suelo espa?ol. Pero no es el ¨²nico factor a considerar. Si prestamos atenci¨®n a los pronunciamientos de AQMI o Ansar al Din, hallamos tambi¨¦n razones para afirmar que Espa?a se encuentra afectada por la situaci¨®n del norte de Mal¨ª y no solo en el espacio circundante, donde nuestros ciudadanos e intereses ya lo han sufrido y son blanco de los terroristas desde hace tiempo. Por otra parte, es oportuno recordar que los grupos o las organizaciones yihadistas de matriz norteafricana en general y argelina en particular han mantenido una importante presencia en el territorio espa?ol desde mediados los noventa.
Para los dirigentes de AQMI, as¨ª como para los de Al Qaeda Central ¡ªque ahora parece contar con una partida sahariana a sus ¨®rdenes, cuyas actuaciones no se ajustar¨ªan a las de aquella extensi¨®n territorial¡ª, enemigos declarados son ¡°jud¨ªos, cristianos y ap¨®statas¡±. Su discurso sobre Espa?a justifica la violencia con el fin de recuperar Al ?ndalus como parte de un nuevo Califato y nos se?ala agresivamente con Ceuta y Melilla. Ya en enero de 2007, poco antes de que el Grupo Salafista para la Predicaci¨®n y el Combate (GSPC), tras unirse con Al Qaeda, se convirtiera en AQMI, emiti¨® un comunicado en el cual se le¨ªa: ¡°Abrazamos la yihad para cumplir con un precepto divino ineludible que se nos impuso desde la ca¨ªda de Al ?ndalus¡±. En abril, AQMI difund¨ªa otro mensaje: ¡°No envainaremos nuestra espada ni tendremos una vida dichosa hasta que nuestros pies purificados pisen sobre el usurpado Al ?ndalus¡±.
Dos meses antes, el actual emir de Al Qaeda, entonces segundo en su jerarqu¨ªa, Ayman al Zawahiri, hab¨ªa exhortado as¨ª a los integrantes de su extensi¨®n norteafricana: ¡°Pido que Al¨¢ os conceda el favor de pisar pronto con vuestros pies purificados sobre el usurpado Al ?ndalus¡±. En septiembre del mismo a?o, les insist¨ªa en que ¡°recuperar Al ?ndalus es una obligaci¨®n para la umma en general y para vosotros en particular¡± y en que dicho objetivo ¡°no se puede alcanzar sin antes expulsar del Magreb isl¨¢mico a los hijos de Francia y Espa?a¡±. Desde octubre de 2009, la productora de medios de AQMI se conoce con el nombre de ¡°Al ?ndalus¡±. Ansar al Din, su entidad asociada en el condominio yihadista del norte de Mali, proclamaba en mayo de 2012 el objetivo de ¡°restaurar Al ?ndalus¡± y su ambici¨®n de ¡°liberar¡± Granada, Sevilla, C¨®rdoba y Valencia, ¡°ciudades que fueron gobernadas por los musulmanes¡±.
El condominio yihadista en el territorio africano proclama el objetivo de ¡°restaurar Al ?ndalus¡±
Zawahiri, que en diciembre de 2006 hab¨ªa comparado ¡°la ocupaci¨®n de Ceuta y Melilla por Espa?a¡± con la ¡°de Chechenia y el Ca¨²caso musulm¨¢n por Rusia¡± o la ¡°del Turquest¨¢n oriental por China¡±, llamaba en abril de 2007 a ¡°recuperar Ceuta y Melilla, limpi¨¢ndolas de la impureza de los espa?oles¡±. Es elocuente que, d¨ªas despu¨¦s, el l¨ªder de AQMI, Abdelmalek Droukdel, se hac¨ªa eco literal e instaba por su parte a ¡°recuperar Ceuta y Melilla, limpi¨¢ndolas de la impureza de los espa?oles¡±. Al igual que las menciones agresivas acerca de Al ?ndalus, estas alusiones, que presentan a ambas ciudades como ocupadas por Espa?a, se suceden con una frecuencia creciente en la narrativa de esta organizaci¨®n terrorista y de otras entidades norteafricanas de similar orientaci¨®n yihadista. Salvo Francia, ning¨²n otro pa¨ªs europeo recibe tantas y tan hostiles menciones en los comunicados de AQMI como Espa?a.
AQMI surgi¨® en 2007 a partir del GSPC argelino y este a su vez en 1998 del Grupo Isl¨¢mico Armado (GIA), formado asimismo en Argelia en 1992. Aunque aquella primera ha ido incorporando miembros procedentes de distintos pa¨ªses del Magreb y del Sahel a medida que su ¨¢mbito operativo se extend¨ªa, absorbiendo activistas anteriormente vinculados a los desaparecidos Grupo Isl¨¢mico Combatiente Marroqu¨ª (GICM) o Grupo Isl¨¢mico Combatiente Libio (GICL) y reclutando transnacionalmente otros nuevos, el directorio de la organizaci¨®n y quienes la integran siguen siendo, salvo en unidades espec¨ªficas, predominantemente argelinos. Como precisamente argelinos son casi una tercera parte de los individuos condenados en Espa?a por actividades relacionadas con el terrorismo yihadista desde mediados de los noventa.
Acorde con la amenaza debe ser la implicaci¨®n de nuestro pa¨ªs en los esfuerzos para erradicarla
El primer detenido en nuestro pa¨ªs por delitos de esa naturaleza, en Barcelona en 1995, era miembro del GIA. La primera c¨¦lula yihadista desmantelada, en Valencia en 1997, pertenec¨ªa al GIA. Uno de sus integrantes, excarcelado en 2002 por error judicial, estuvo entre los siete suicidas de Legan¨¦s. A esa organizaci¨®n ha pertenecido el 16% de los individuos de origen norteafricano condenados en Espa?a por actividades de terrorismo yihadista, mientras que otro 20% estaba vinculado con el GSPC. A ellos debe a?adirse, por su com¨²n ¨¢mbito de procedencia, buena parte de los yihadistas condenados por el 11-M, en cuya red estaba imbricado el GICM. Desde hace seis a?os, hay individuos captados en Espa?a que han sido entrenados por AQMI en el norte de Mali y cuyo n¨²mero cabe esperar se haya incrementado desde que en la zona existe un condominio yihadista .
Los individuos y las c¨¦lulas o redes yihadistas de origen norteafricano en general y argelino en particular que se han desenvuelto en Espa?a a lo largo de los ¨²ltimas dos d¨¦cadas desarrollaban actividades muy diversas, desde la movilizaci¨®n de recursos econ¨®micos y humanos hasta la planificaci¨®n y preparaci¨®n de atentados. En conjunto, ponen de manifiesto la continuada presencia en el territorio espa?ol de grupos y organizaciones cuya evoluci¨®n ha dado lugar al entramado terrorista subyacente al condominio yihadista del norte de Mali, proyect¨¢ndose hacia el ?frica subsahariana pero sin abandonar su base hist¨®rica en Argelia. Cabe entender los avatares de la amenaza terrorista en ese escenario como algo que ocurre no tanto en nuestro patio trasero como en nuestro propio patio. Acorde, pues, debe ser la implicaci¨®n espa?ola en los esfuerzos internacionales para contenerla y erradicarla.
Fernando Reinares es investigador principal de terrorismo internacional en el Real Instituto Elcano y catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica y Estudios de Seguridad en la Universidad Rey Juan Carlos. Carola Garc¨ªa-Calvo es ayudante de investigaci¨®n en el Real Instituto Elcano y coordinadora del m¨¢ster en Estudios sobre Terrorismo de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- 11-M
- AQMI
- Mal¨ª
- Al Qaeda
- Terrorismo islamista
- Misiones internacionales
- Amenazas terroristas
- Guerra Mal¨ª
- ?frica subsahariana
- ?frica occidental
- Magreb
- Atentados terroristas
- Guerra
- Conflicto Tuareg
- ?frica
- Conflictos territoriales
- Tuareg
- Europa occidental
- Grupos terroristas
- Espa?a
- Conflictos
- Terrorismo
- Europa
- Sociedad