Llega ¡®jOBS¡¯, la pel¨ªcula sobre el genio de Apple
Protagonizada por Ashton Kutcher, se estrena en el festival de cine de Sundance la historia del empresario que falleci¨® de c¨¢ncer en 2011
?Ser¨¢ la vida de Steve Jobs la que cambie el rumbo de la carrera interpretativa de Ashton Kutcher? Hasta el momento, el actor ¨Ctambi¨¦n conocido como exmarido de Demi Moore y actual novio de Mila Kunis- siempre se ma metido en la piel de j¨®venes atractivos en pel¨ªculas rom¨¢nticas -recordar que su ¨²nica incursi¨®n en el drama no le trajo buenas cr¨ªticas ¨CEfectos personales, 2009-.
Puede que el su¨¦ter negro de cuello alto del cofundador de Apple sea su pasaporte a otras esferas que le alejen tambi¨¦n de la etiqueta de las series ¨CAquellos maravillosos 70, emitida entre 1998 y 2006, o la actual Dos Hombres y Medio, en la que interpreta el papel del ca¨ªdo en desgracia Charlie Sheen y que le ha supuesto ser uno de los actores de televisi¨®n mejor pagados-. Hoy se estrena en el festival de Sundance (Utah) jOBS, la vida del malogrado cofundador de Apple, fallecido de c¨¢ncer en octubre de 2011.
La pel¨ªcula, que llegar¨¢ a los cines de EEUU el 19 de abril, relata los momentos claves en la historia del empresario, comenzando en 1971 y terminando en el a?o el 2000. Un primer adelanto ya ha llegado a la red en forma de videoclip y muestra a Kutcher (Jobs) manteniendo una conversaci¨®n en el garage de Hewlett Packcard con el otro fundador de Apple (Steve Wozniak, potragonizado por Josh Gad).
Cuando Wozniak-Gad le cuenta en lo que ha estado trabajando ¨Cla construcci¨®n de un nuevo sistema operativo-, Jobs-Kutcher casi entra en ¨¦xtasis. ¡°?Esto es la libertad¡± Libertad para crear, para construir, como artistas y como individuos¡±, le dice Kutcher a Gad. ¡°?C¨®mo no me lo has contado antes?¡±, prosigue sobre el descubrimiento de Wozniak, que aunque en el mundo tecnol¨®gico actual parezca nimio entonces fue la revoluci¨®n.
¡°Era un hobby¡±, se defiende sorprendido Wozniak. ¡°Est¨¢s sacando las cosas de quicio, est¨¢s exagerando¡±, le dice su compa?ero, para defenderse a continuaci¨®n: ¡°Incluso aunque construy¨¦semos esto para tipos raros como nosotros, nadie m¨¢s quiere comprar un ordenador. ?Nadie!¡±, enfatiza Wozniak. La ¨²ltima frase de Jobs-Kutcher que se ve el el v¨ªdeo es definitiva: ¡°?C¨®mo puede alguien saber que no quiere lo que ni siquiera ha visto?¡±. Ustedes tienen la respuesta, posiblemente ante sus ojos o en su mano.
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