

Athletic y Mallorca se reparten los puntos en San Mam¨¦s
Tras una primera mitad aburrida, el gol de Ra¨ªllo cambi¨® el panorama en la segunda

El Athletic y el Mallorca empataron en San Mam¨¦s; se qued¨® con un punto cada equipo y si bien a los visitantes el resultado les sabe a gloria porque siguen entre los aspirantes a Europa, para los bilba¨ªnos tampoco result¨® tan mal, porque en Bilbao se empez¨® desde la v¨ªspera a pensar m¨¢s en la batalla del jueves contra la Roma, y en estos casos, cualquier despiste puede resultar fatal en la Liga.


El empate a cero es un resultado tan honorable como cualquiera, por mucho que Piqu¨¦, tratando de reinventar el f¨²tbol despu¨¦s de 180 a?os, quiera suprimirlo o castigarlo. No se mueve el marcador, se dec¨ªa anta?o, cuando era de tablas o chapas que se quitaban y se pon¨ªan seg¨²n el resultado. Nadie nacido despu¨¦s de los ochenta se acuerda del marcador simult¨¢neo, que reflejaba los resultados de todos los partidos que se jugaban, casi siempre, a la misma hora y en el que las tablas se mov¨ªan constantemente al vaiv¨¦n de los goles. En estos tiempos modernos ni siquiera estar¨ªa permitido, porque en una de sus normas m¨¢s extra?as, la Liga proh¨ªbe anunciar los resultados de otros partidos en el marcador, ahora que todo el mundo los ve en su tel¨¦fono.
Un empate a cero puede ser consecuencia de un mal partido o de uno extraordinario; de la inspiraci¨®n de los porteros o de la falta de tino de los delanteros. De una defensa perfecta o de la impericia de los dos equipos. El 0-0 del descanso en San Mam¨¦s era m¨¢s de lo ¨²ltimo, que suele ser la peor de las variables: el Mallorca a verlas venir e intentando pescar lo que cayera en sus redes, y el Athletic pensando m¨¢s en el jueves, cuando recibir¨¢ a la Roma, que en el rival que ten¨ªa enfrente, con una alineaci¨®n elegida a ese efecto, en la que Galarreta y Sancet ni siquiera aparec¨ªan en la convocatoria, I?aki Williams esperaba en el banquillo y debutaba como titular el prometedor Pello Canales.
A un empate a cero poco honorable caminaba el partido de San Mam¨¦s entre uno que quer¨ªa, pero no pod¨ªa y otro que quer¨ªa poquito, as¨ª que la primera parte de San Mam¨¦s fue lo m¨¢s parecido a una pel¨ªcula de Peter Greenaway, llena de universos extra?os.
Los primeros 45 minutos resultaron indescifrables, camino de ese empate a cero que se olfateaba en el marcador casi desde antes del inicio del partido. Un par de disparos desviados del Athletic, alg¨²n contragolpe del Mallorca sin convicci¨®n, y dos porteros, Unai Sim¨®n y Dominik Greif, in¨¦ditos. Nadie dominaba el centro del campo, el Athletic no atacaba como acostumbra en casa, as¨ª que al Mallorca le bastaba con jugar ordenado atr¨¢s, proyectar a Mojica hacia adelante cada vez que quer¨ªa atacar, y lanzarle balones a Muriqi para que los bajara con nieve o sin ella y hacerse inc¨®modo entre los centrales rojiblancos.
Pero ese empate a cero que se alineaba con los argumentos de Gerard Piqu¨¦ y su f¨²tbol espect¨¢culo, se desbarat¨® en la primera acci¨®n de ataque del Mallorca en la segunda parte, en un saque de esquina que forz¨® el equipo de Jagoba Arrasate. Lo lanz¨® con maestr¨ªa Darder, y Ra¨ªllo, llegando desde atr¨¢s, cabece¨® en el punto de penalti para adelantar al Mallorca, que a la primera golpe¨® duro.
Pero en el pecado tuvo la penitencia el equipo visitante, porque el gol espole¨® a su rival y solo dos minutos m¨¢s tarde, un bal¨®n que centr¨® Gorosabel desde la derecha, lo remat¨® de cabeza Nico Williams para empatar.
El partido cambi¨® totalmente, porque volvi¨® el Athletic incisivo, el que espera siempre San Mam¨¦s. Despu¨¦s de la anodina primera mitad, todo fue distinto. Ya hab¨ªan salido al campo I?aki Williams y Maroan para refrescar el ataque, y el impulso de Jauregizar y Unai G¨®mez en medio campo, empuj¨® al Mallorca dentro de su ¨¢rea. Ya no estaban tan frescas las piernas visitantes para salir hacia campo contrario, aunque Samu tuvo una magn¨ªfica ocasi¨®n despu¨¦s de un pase atr¨¢s de Mojica, pero Arrasate orden¨® a los suyos en defensa, y las acometidas desde las bandas las consiguieron neutralizar los centrales. En realidad, Greif tampoco tuvo mucho m¨¢s trabajo que en la primera mitad. El arre¨®n final del Athletic se estrell¨® contra una zaga bien plantada. El Mallorca se llev¨® un punto con justicia, y para los rojiblancos tampoco fue tan mal, porque siguen ah¨ª, en puestos de Liga de Campeones.
Clasificaci¨®n | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
2
![]() |
57 | 27 | 17 | 6 | 4 |
3
![]() |
56 | 27 | 16 | 8 | 3 |
4
![]() |
49 | 27 | 13 | 10 | 4 |
5
![]() |
44 | 26 | 12 | 8 | 6 |
6
![]() |
41 | 27 | 11 | 8 | 8 |
Clasificaci¨®n | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
5
![]() |
44 | 26 | 12 | 8 | 6 |
6
![]() |
41 | 27 | 11 | 8 | 8 |
7
![]() |
37 | 27 | 10 | 7 | 10 |
8
![]() |
36 | 27 | 9 | 9 | 9 |
9
![]() |
36 | 27 | 10 | 6 | 11 |
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
