?Sabemos para qu¨¦ servimos?
Ante la situaci¨®n laboral hay que preguntarse ?qu¨¦ s¨¦ yo que ofrezca valor a otras personas? Cultivar el talento y hacerlo con pasi¨®n es el primer ant¨ªdoto contra el fracaso
Por la crisis, la digitalizaci¨®n o la globalizaci¨®n, los empleos y las industrias est¨¢n cambiando para siempre. Ahora mismo est¨¢n apareciendo nuevas profesiones, pero son casi invisibles para quienes contemplan el mundo laboral desde el caduco paradigma de la era industrial.
Aquellos que queramos seguir disfrutando de un trabajo deberemos reinventarnos cada poco y aceptar la inevitabilidad de empezar en una nueva profesi¨®n cada tanto, varias veces a lo largo de la vida. Se abre ante nosotros la era del conocimiento, el talento¡, y de los creativos, emprendedores del conocimiento y expertos¡ Y sumarse a esa corriente laboral emergente es posible, excitante, rentable¡ y necesario. La pregunta ¡°?para qu¨¦ sirvo?¡± se responde con otra pregunta: ¡°?A qui¨¦n sirvo, y resolvi¨¦ndole qu¨¦ problemas?¡±.
La actual crisis es un cambio estructural, es un cambio sin vuelta atr¨¢s, un cambio masivo de paradigmas. Por consecuencia, todos nosotros deberemos cambiar profundamente de mentalidad en cuanto a las formas de ganar y gastar el dinero, porque los viejos tiempos no volver¨¢n.
¡°La educaci¨®n es el arma m¨¢s poderosa que puedes usar para cambiar el mundo¡±(Nelson Mandela)
El economista americano Richard Florida se?ala este fen¨®meno en su libro 'El gran reset'. ?Y por qu¨¦ la econom¨ªa mundial deber¨ªa resetearse c¨ªclicamente? Porque es la manera de deshacernos de lo caduco y dejar paso a lo nuevo. S¨ª, nuevos modelos econ¨®micos impulsados por el ingenio, la tecnolog¨ªa, la invenci¨®n y el talento. Innovaciones que comportan nuevas formas de vivir y de trabajar y que conducen a cambios sociales y econ¨®micos de gran calado. Una y otra vez hemos salido reforzados, incluso m¨¢s pr¨®speros a medio plazo, de cada uno de esos profundos resets econ¨®micos.
El cambio que se est¨¢ destilando ahora mismo en Occidente es el paso de la econom¨ªa industrial a la econom¨ªa del conocimiento, basada en las ideas y el talento. Los pa¨ªses, la empresas y las personas que lo entiendan ¨Cy se reinventen¨C saldr¨¢n adelante con ¨¦xito; las que no lo hagan quedar¨¢n descolgadas.
Las claves del cambio
Libros
¨C ¡®La educaci¨®n del talento¡¯, de Jos¨¦ Antonio Marina.
¨C ¡®Las claves del talento. ?Qui¨¦n dijo que el talento es innato? Aprende a desarrollarlo¡¯, de Dan Coyle.
Pel¨ªculas
¨C ¡®El discurso del rey¡¯ (2010), de Tom Hooper.
¨C ¡®Art & copy¡¯ (2009), de Doug Pray.
?Qu¨¦ podemos hacer para reinventarnos pro????fesionalmente? Aprender, la inversi¨®n en educaci¨®n es la mejor inversi¨®n, y el foco donde deber¨ªan converger todas las pol¨ªticas de est¨ªmulo, en lugar de dilapidar los escasos recursos en sectores de la antigua econom¨ªa (la automoci¨®n convencional, la econom¨ªa de las finanzas perversas o la construcci¨®n especulativa).
Adentrarnos en la sociedad del conocimiento es nuestra ¨²nica opci¨®n. Dijo Jos¨¦ Antonio Marina: ¡°La educaci¨®n debe ser el motor de la prosperidad, porque su objetivo es crear talento, que se ha convertido en la verdadera riqueza de la naciones¡±. Un talento que se mide por el ¡°¨ªndice de empleabilidad¡±, que es el ¨ªndice que mide las posibilidades de tener trabajo. Una capacidad en la que deber¨ªamos invertir durante toda la vida profesional con formaci¨®n ¨²til.
Los puestos de trabajo est¨¢n transform¨¢ndose. Y ello, como resultado del cambio de mentalidad de las personas que los ocupan. Est¨¢n dejando de tener sentido los organigramas verticales, el ordeno y mando, la obediencia ciega. Las personas reclaman sentido, hacer cosas que tengan un prop¨®sito claro, m¨¢s all¨¢ de ganar dinero. En la era creativa, en la que ingresamos a principios de siglo, las ideas, el talento y el conocimiento son el nuevo petr¨®leo de la econom¨ªa. Su motor. En pa¨ªses como Estados Unidos, por ejemplo, esta clase representa ya el 30% de la fuerza laboral y supone la mitad de todos los ingresos laborales del pa¨ªs.
De nuevo, la pregunta ¡°?para qu¨¦ sirvo?¡± se contesta con otra pregunta: ¡°?Qu¨¦ s¨¦ yo que ofrezca valor a otras personas?¡±. Los creativos son y ser¨¢n las personas m¨¢s solicitadas y mejor pagadas. Mientras que los trabajos repetitivos, manuales, de bajo valor a?adido y/o digitalizables se esfuman o entran en la precariedad, los trabajos creativos ofrecen oportunidades inimaginables.
?Qu¨¦ podemos hacer para formar parte de esta prometedora oportunidad profesional? Una vez m¨¢s, invertir en nosotros mismos, en formaci¨®n actualizada.
Ahora sabemos que el talento se hace, no se nace con ¨¦l. Este es uno de los descubrimientos de la neurociencia m¨¢s democr¨¢ticos y alentadores. Todos podemos desarrollar cierto talento, con disciplina y dedicaci¨®n entregada. Sabemos que el talento es el efecto de la pr¨¢ctica y del aprendizaje deliberados durante 10.000 horas. Es la suma de la aptitud (lo que se sabe) m¨¢s la actitud (querer saber m¨¢s y mejorar).
¡°Los medios de producci¨®n ya no son ni el capital, ni los recursos naturales, ni la mano de obra; son y ser¨¢n el conocimiento¡± (Peter Druker)
Despu¨¦s de leer el libro de Malcolm Gladwell 'Fuera de serie', uno entiende cu¨¢l es la diferencia entre quienes hacen algo especial en la vida y quienes no. El autor explora las historias de grandes deportistas, de los Beatles, Mozart¡ y se pregunta qu¨¦ distingue a unos de otros. En su estudio concluye que nuestro modo tradicional de pensar en el talento es err¨®neo.
El talento florece con un condicionante: la vocaci¨®n. La pasi¨®n por lo que se hace, el amor por la profesi¨®n, servir m¨¢s y mejor a la sociedad. Si una persona desempe?a un trabajo porque no tiene otra cosa o por ganar dinero nada m¨¢s, no le puede ir bien.
En nuestra econom¨ªa se estima que un 80% de las personas trabajan en ocupaciones que no aman. Cuando en una profesi¨®n no hay amor no puede haber dinero. No es de extra?ar que una sociedad as¨ª no avance por s¨ª misma y vaya a remolque de otras econom¨ªas m¨¢s innovadoras. En la era del talento no tenemos opci¨®n: o nos decidimos por servir con una vocaci¨®n ¨Cy nos entregamos en cuerpo y alma hasta tener ¨¦xito¨C o elegimos vender horas en empleos poco interesantes, con condiciones precarias y mal pagados. El precio de la ignorancia es, ahora m¨¢s que nunca en la historia, alt¨ªsimo.
El conocimiento de un buen profesional vale m¨¢s de lo que imaginamos. Un experto puede obtener ingresos sirviendo con lo que sabe de su tema preferido. Un experto, por cierto, no es una persona que lo sabe todo, pero s¨ª es una persona curiosa que lo quiere saber todo sobre su tema. Por eso se considera a s¨ª mismo un estudiante, un aprendiz; y cuanto m¨¢s aprende y sabe, sus clientes le consideran m¨¢s experto.
En la actual era es posible convertir lo que a uno le gusta en una profesi¨®n ¨²til y rentable. Si alguien tiene un consejo o una informaci¨®n valiosa con los que resolver problemas a los dem¨¢s, es posible hacer carrera en una industria real como experto y obtener ingresos por lo que sabe.
Lo ¨²nico necesario para ser un experto es contar con conocimiento de valor y saber c¨®mo entregarlo al mundo. Ahora mismo hay muchas personas que necesitan saber lo que alguien sabe, y le pagar¨¢n por su ayuda.
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