Putin guarda su familia en secreto

Se llaman Mar¨ªa y Yekaterina. Al menos en la pila de bautismo. Otra cosa distinta son los nombres con los que tiendan ahora la mano. Tienen 27 y 25 a?os, y el mismo apellido: Putin. Son las hijas del actual presidente de Rusia. Poco o muy poco se sabe de ellas. Podr¨ªan cruzarse con cualquier moscovita por la calle y este no caer¨ªa en la cuenta. Podr¨ªan haber compartido pupitre con los alumnos de la Universidad de San Petersburgo, donde han estudiado, seg¨²n el diario Pravda, y la clase ni lo hubiera notado. No hay fotos recientes de ninguna de ellas, pero s¨ª muchos rumores. De las hijas de Vlad¨ªmir Putin y tambi¨¦n de su esposa, Liudmila, f¨¢cil de identificar, pero de la que no se conoce cien por cien su residencia. Son los secretos con los que el hombre m¨¢s fuerte de Rusia cierra al salir de casa. Y al hermetismo le sigue la especulaci¨®n.

El exagente del KGB, servicio de inteligencia sovi¨¦tico, ejercit¨® el secreto en plena guerra fr¨ªa durante sus estancias en Dresde (Alemania del Este) y Leningrado, hoy San Petersburgo. Un exceso de celo que conserva hoy para cumplir un deseo: que sus hijas vivan ¡°una vida normal¡±. Y as¨ª es, salvo por las arremetidas de la prensa. Seg¨²n The New York Times y The Wall Street Journal, Mar¨ªa, la mayor de las dos hijas, ha cursado estudios orientales. Se la relacion¨® con Yoon Joon-won, surcoreano hijo de un exmilitar destinado en la embajada que Se¨²l tiene en la capital rusa.

Yekaterina, que opt¨® en San Petersburgo por la biolog¨ªa y geolog¨ªa, tambi¨¦n tuvo su pretendiente: Jorrit Faassen, ejecutivo holand¨¦s de la estatal Gazprom. Hasta ah¨ª se puede contar. Algo m¨¢s se puede decir de Liudmila. La ¨²ltima vez que Putin, de 60 a?os, apareci¨® en p¨²blico junto a su esposa, licenciada en Filolog¨ªa hisp¨¢nica, fue en la investidura del 7 de mayo. Tras la tradicional misa ortodoxa con la que se bendijo al flamante presidente, la pareja sali¨® de la Catedral de la Anunciaci¨®n cogida del brazo.

Dos meses antes, durante la jornada electoral, los dos acudieron tambi¨¦n juntos a depositar el voto. Los ojos m¨¢s afilados no captaron ni un gesto de cari?o. Los o¨ªdos s¨ª escucharon como, tras cumplimentar sus datos, Putin dijo: ¡°Ella no tiene prisa¡±. Se levant¨®, la dej¨® en la silla y march¨® para dejar su papeleta y hablar con la prensa a su aire. Una prensa que desde el Kremlin se mira con lupa y que no osa a meterse en los armarios del exagente del KGB. Aun as¨ª, un reportero de Moskovski Korrespondent aire¨® en abril de 2008 una supuesta relaci¨®n y boda entre Putin y Alina Kabaeva, exgimnasta, medallista y ahora diputada por Rusia Unida, el partido del presidente. Ambos desmintieron la informaci¨®n. Cerca de 24 horas despu¨¦s, el diario moscovita anunciaba el cierre por ¡°razones econ¨®micas¡±.

Durante los cuatro a?os siguientes, con Dmitri Medv¨¦dev en la presidencia y Putin en la jefatura de Gobierno, Liudmila permaneci¨® en la sombra. No as¨ª Svetlana, mujer de Medv¨¦dev, discreta, pero presente ¡ªy bien arrimada¡ª en muchos de los actos y viajes realizados por el hoy n¨²mero dos en el Kremlin.

Y siguieron los rumores sobre Kabaeva, joven de 29 a?os cuya indiscutible belleza ha quedado inmortalizada en la primera de la edici¨®n rusa de Vogue y sobre la que Paris Match ha llegado a preguntarse si es ¡°la segunda dama en Rusia¡±. Un poco m¨¢s lejos ha ido el siempre llamativo The New York Post, diario que el 27 de enero public¨® que la exgimnasta tuvo en noviembre el segundo de los dos hijos que compartir¨ªa con Putin. Del primero, ella misma ha afirmado que es un sobrino. Su jefa de prensa se ha encargado finalmente de desmentir que haya dado a luz recientemente.

Mentideros al margen, el recelo de Putin desata cualquier indicio de rumor. El pasado 6 de enero, d¨ªa en el que Liudmila cumpli¨® 55 a?os, el presidente checheno, Ramzan Kadirov, af¨ªn al Kremlin y muy activo en las redes, escribi¨® en Twitter: ¡°Quiero felicitar a la primera mujer de Putin, Liudmila Alexandrovna (...)¡±. ?La primera? La Red no pudo evitar soltar la lengua.