El cuento chino del terrorista turco
Una nueva autobiograf¨ªa de Mehmet Ali Agca sostiene que fue el ayatol¨¢ Jomeini quien orden¨® el atentado contra el Papa Juan Pablo II
Al turco Mehmet Ali Agca se le puede aplicar aquella frase de Groucho Marx: "Estos son mis principios; si no le gustan, tengo otros". Desde que, el 13 de mayo de 1981, disparara contra el papa Juan Pablo II en la plaza de San Pedro, provoc¨¢ndole heridas en la mano, el brazo y el abdomen, Ali Agca ha ido cambiando su versi¨®n sobre qui¨¦n le dio la orden de cometer el atentado. La ¨²ltima es que fue el mism¨ªsimo ayatol¨¢ Jomeini en persona: "Es la voluntad de Al¨¢, querido Ali, no tengas dudas. Te lo digo yo, el ayatol¨¢ Jomeini. Al¨¢ te llama para esta gran misi¨®n. No dudes nunca, ten fe, mata al Anticristo, mata sin piedad a Juan Pablo II, y despu¨¦s qu¨ªtate la vida para que la tentaci¨®n de la traici¨®n no ofusque tu gesto¡ Tu martirio ser¨¢ recompensado con el para¨ªso".
De ah¨ª que la nueva autobiograf¨ªa de Ali Agca, de 55 a?os, saliera a la venta el jueves en Italia bajo el llamativo t¨ªtulo de Me prometieron el para¨ªso. Mi vida y la verdad sobre el atentado al Papa. El libro, publicado por la editorial Chiarelettere, est¨¢ convenientemente amenizado con los di¨¢logos mantenidos por el autor con Jomeini, el d¨ªa que le hizo encargo, y con el papa Wojtyla, el 27 de diciembre de 1983, dos a?os despu¨¦s del atentado. Aquella navidad, Juan Pablo II se acerc¨® a la c¨¢rcel romana de Rebibbia, convers¨® con su agresor y le perdon¨®. Ali Agca tambi¨¦n reproduce, con una literalidad encomiable despu¨¦s de tres d¨¦cadas, su pl¨¢tica con el pont¨ªfice polaco.
Despu¨¦s de charlar amigablemente sobre el tercer secreto de F¨¢tima, se ve que el Papa ya no pudo aguantar m¨¢s la curiosidad y le pregunt¨® de sopet¨®n al terrorista turco: "?Qui¨¦n te ha mandado asesinarme?". Ante la sorpresa del joven, Juan Pablo II le habr¨ªa dicho: "Te doy mi palabra de honor de que todo lo que me digas quedar¨¢ para siempre entre nosotros". El fiero terrorista no tuvo m¨¢s remedio que confesar: "Han sido Jomeini y el gobierno iran¨ª los que me han ordenado asesinarte". Unidos para siempre por tama?o secreto compartido, terrorista y papa mantuvieron desde entonces un cruce epistolar al que en alg¨²n momento ¡ªseg¨²n la biograf¨ªa¡ª se incorpor¨® el entonces cardenal Joseph Ratzinger, hoy Benedicto XVI¡
Lamentablemente, el ayatol¨¢ Jomeini muri¨® en diciembre de 1989 y el papa Juan Pablo II, en abril de 2005. Por tanto, los dos principales protagonistas de la nueva autobiograf¨ªa de Agca no podr¨¢n pronunciarse, pero dado el repertorio hist¨®rico de Ali Agca todo suena a cuento chino. Adem¨¢s, el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi, hizo p¨²blico el viernes un extenso comunicado en el que desmenuza el contenido del libro y lo deja, p¨¢gina por p¨¢gina, tiritando. Se titula la nota: "La nueva verdad o, mejor dicho, la nueva mentira de Mehmet Ali Agca". Cuenta Lombardi que, tras leer la autobiograf¨ªa, busc¨® a un testigo privilegiado de aquel encuentro en la c¨¢rcel, el cardenal polaco Stanislaw Dziwisz, secretario personal durante casi 40 a?os Juan Pablo II.
Sentado a unos metros, don Estanislao peg¨® la oreja al coloquio y "niega categ¨®ricamente" que se hablara del ayatol¨¢ Jomeini o que Juan Pablo II invitara a Agca a convertirse al cristianismo. Tambi¨¦n niega el cardenal polaco que, como tambi¨¦n afirma ahora el terrorista, el Vaticano manejara la posibilidad de una "pista isl¨¢mica" tras el atentado o que vinculara la desaparici¨®n ¡ªa¨²n no resuelta¡ª de la ni?a Emanuela Orlandi, hija de un funcionario vaticano, con grupos islamistas.
Las anteriores y no menos rocambolescas versiones de Agca ¡ªora la orden la dio la KGB, ora un secretario de Estado vaticano¡ª dejan poco margen a la credibilidad de Ali Agca, quien desde hace dos a?os est¨¢ de nuevo en libertad, proclamando a los cuatro vientos: "Yo soy el eterno Mes¨ªas. La trinidad no existe. Dios es total".
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