Estad¨ªsticas tramposas
El FMI censura al Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez por falsear datos econ¨®micos relevantes
El Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez ha reaccionado mal al ser acusado por el Fondo Monetario Internacional de falsificar estad¨ªsticas de precios. Oficialmente la inflaci¨®n alcanz¨® en Argentina el 10,8% en 2012, menos de la mitad del 25% que estiman los expertos. Tras la acusaci¨®n, el Gobierno opt¨® por negarlo. Despu¨¦s minimiz¨® la falsedad, generaliz¨¢ndola a todos los pa¨ªses, incluido EE UU. Al final se decant¨® sin mayores explicaciones por el control de precios alimentarios, presentado como un mero acuerdo con las cadenas de supermercados.
El enga?o viene de lejos. Lo denunci¨® hace ya un lustro un economista ahora convertido en influyente ministro. Tambi¨¦n lo delataron los propios funcionarios encargados de elaborar los datos. Trece de ellos fueron despedidos. Y en consonancia, el kirchnerismo prohibi¨®, bajo multa de 100.000 euros, que las consultoras publicaran sus estimaciones independientes. Si la realidad molesta, basta con borrarla.
Hasta ahora el asunto no causaba mayores problemas. Pero la ca¨ªda del crecimiento econ¨®mico, del 7% al 2%, provoc¨® en 2012 que la inflaci¨®n erosionase el poder adquisitivo y se convirtiese de nuevo en motivo de protesta. Un factor que viene a confluir con el malestar del campo, la pol¨¦mica de las nacionalizaciones sin indemnizaci¨®n y el autoritarismo contra los principales medios de comunicaci¨®n.
El motivo alegado para falsear los datos era reducir la cuant¨ªa de los pagos a los inversores que compraron deuda p¨²blica referenciada a la inflaci¨®n oficial. Y una raz¨®n subyacente: enmascarar un factor de malestar social. O sea, un doble abuso.
Un Gobierno que maquilla sus datos acaba conduciendo a los ciudadanos al abismo; y a su pa¨ªs, a la condici¨®n de paria internacional. El FMI ha tratado de evitarlo. El a?o pasado ya le sac¨® la tarjeta amarilla y ahora, tras un aplazamiento, saca la roja: acaba de emitir una ¡°declaraci¨®n de censura¡± contra el Gobierno argentino. Es la primera vez que toma una medida tan grave en sus 69 a?os de historia.
Esta sanci¨®n verbal podr¨ªa llegar a convertirse en la expulsi¨®n del pa¨ªs infractor del organismo multinacional si, antes del pr¨®ximo 29 de septiembre, el Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez no arregla el desaguisado. El lamento victimista y las medidas de intervencionismo artificial ¡ªy por tanto, insostenibles¡ª con que ha reaccionado no auguran nada bueno.
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