El ¡®gore¡¯ alimentario de los antiabortistas
En el programa se afirm¨® que marcas como Pepsi utilizan fetos humanos para endulzar sus refrescos. Encomend¨¦monos a la Virgen del Roc¨ªo cual F¨¢timas B¨¢?ez para que Nicol¨¢s Jouve no acabe marcando nuestro destino bio¨¦tico
De todos los grupos humanos tendentes a la chifladura, mi favorito es el de los antiabortistas. No me refiero a la gente m¨¢s o menos normal que est¨¢ en contra de la interrupci¨®n voluntaria del embarazo, sino a los fan¨¢ticos que convierten esta posici¨®n en enfurecido est¨ªmulo de sus existencias, todo el rato manifest¨¢ndose con mu?ecos en forma de feto o difundiendo fotos sanguinolentas por Internet.
Jam¨¢s olvidar¨¦ mi primer contacto con ellos: corr¨ªan los primeros ochenta, yo estudiaba en un colegio de curas en Bilbao y alguien me pas¨® un panfleto de alguna organizaci¨®n cristiana en lucha contra la despenalizaci¨®n. Era una especie de c¨®mic cuyo protagonista se llamaba Abortitxu, un nasciturus amenazado de muerte por la inminente ley socialista. Comprend¨ª enseguida que antiabortismo y friquismo eran tendencias parejas, y desde entonces he seguido el movimiento con gran inter¨¦s.
Que estos chalados con sus locos nonatos sacien su sed de gore en fanzines y actos reivindicativos puede parecer hasta c¨®mico. Pero el asunto empieza a dar un poco de miedito cuando algunos de sus gur¨²s acceden a puestos influyentes en la Administraci¨®n. Personalmente, yo estoy bastante acongojado desde que supe que Nicol¨¢s Jouve ha entrado a formar parte del Comit¨¦ de Bio¨¦tica, encargado de asesorar al Gobierno en dilemas de ciencia y moral. El experto en gen¨¦tica no solo es un hom¨®fobo confeso, sino que hace poco m¨¢s de un a?o defendi¨® como cierto uno de los bulos m¨¢s estramb¨®ticos del siglo. ?D¨®nde? En tu cadena amiga Intereconom¨ªa. ?C¨®mo? Siendo entrevistado por otra persona que me da mucho canguelo, Jos¨¦ Javier Esparza, popularmente conocido como ¡°el del parche¡±.
En el programa se afirm¨® que marcas como Pepsi utilizan fetos humanos para endulzar sus refrescos. Jouve no solo no lo desminti¨®, sino que insisti¨® en que la industria alimentaria trafica con restos de cl¨ªnicas abortistas para emplearlos en sus investigaciones. Un disparate que deforma hasta lo grotesco un hecho real: como bien explican en la web Materia, muchas empresas biotecnol¨®gicas usan en sus ensayos de productos l¨ªneas celulares procedentes de un ri?¨®n de un feto abortado en Holanda a principios de los setenta, precisamente para evitar pruebas en humanos. As¨ª que encomend¨¦monos a la Virgen del Roc¨ªo cual F¨¢timas B¨¢?ez para que este se?or no acabe marcando nuestro destino bio¨¦tico: podr¨ªan prohibir la coca-cola o las aspirinas porque mezcladas ¡°son droga¡±, como dec¨ªa otra m¨ªtica leyenda urbana.
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