Una salida de tono

La irrupci¨®n cr¨ªtica del presidente de la patronal CEOE, Joan Rosell, en el ¨¢mbito de las estad¨ªsticas sobre empleo y paro es una evidente salida de tono que poco aporta al an¨¢lisis del mercado laboral y que revela una cierta neurosis en contra del papel que juega la burocracia en cualquier Estado y en una econom¨ªa racional. Rosell, inoportunamente, se acoge a la idea de que en Espa?a no puede haber seis millones de parados, porque si los hubiera la sociedad habr¨ªa quebrado econ¨®mica y moralmente. Lo m¨¢s grave de las declaraciones del presidente de los empresarios es que elige una versi¨®n muy limitada del problema del paro y de las consecuencias de p¨¦rdida de renta nacional que produce el desempleo.

Asegura Rosell que parados son los que est¨¢n registrados en el Inem y que la EPA es solo una encuesta, como tantas otras. En su desbocado argumento, compara el registro de parados con los votos electorales y la EPA con las encuestas previas a las elecciones. Pero la comparaci¨®n es ociosa y odiosa. En Espa?a hay m¨¢s parados que los que refleja el registro del Ministerio de Trabajo, como bien sabe Rosell, por la raz¨®n, entre otras, de que muchas personas est¨¢n desanimadas y no se registran como desempleados ni buscan trabajo. Convendr¨¢ f¨¢cilmente el presidente de la CEOE en que el hecho de que no est¨¦n registrados en nada cambia el problema fundamental, que es su falta de ingresos, ni limita las consecuencias de la falta de rentas para la demanda nacional.

Rosell es libre de opinar como desee. Pero la idea de que solo son parados los registrados en los servicios de empleo, adem¨¢s de un mal an¨¢lisis del problema, no es un buen criterio pol¨ªtico. La aspereza del ataque contra los funcionarios que, a su entender, lo complican y lo l¨ªan todo, es un exabrupto que revela una hostilidad irracional hacia la Administraci¨®n. La CEOE se merece representantes con una visi¨®n m¨¢s sofisticada de la realidad.