Berlusconi esconde a su novia y solo posa con su perra adoptada
El candidato renuncia a aparecer junto a su prometida al detectar en las encuestas que los votantes no ven bien su nueva relaci¨®n
Hay algo que a Silvio Berlusconi le importa m¨¢s que el amor. Son las encuestas previas a las elecciones. Cada uno de sus gestos, promesas, chistes y discursos son medidos por el instituto Euromedia de Mil¨¢n para ver c¨®mo se traducen en intenci¨®n de voto. Si algo funciona se centra en ello, y si, por el contrario, no gusta, da marcha atr¨¢s. Su campa?a se mueve como producto en el mercado: si no da resultados, se retira.
Es lo que ha pasado con su novia, Francesca Pascale. Todo estaba preparado para que ella ayudara al candidato a dar una imagen m¨¢s sobria y centrada del l¨ªder del centro derecha. Se la present¨® como una mujer capaz de enmendar el inc¨®modo pasado de su prometido, un mujeriego empedernido. Sin embargo, su presencia no se ha visto valorada en los sondeos y los asesores han decretado su alejamiento casi inmediato del primer plano de la vida pol¨ªtica. El resultado es simple y directo: Francesca ha desaparecido. Ya no se deja ver junto a su prometido durante los partidos del Milan o en los m¨ªtines de campa?a. El ex primer ministro ha vuelto a aparecer solo en la esfera p¨²blica.
La joven napolitana, de 27 a?os, ha sido apartada de la escena medi¨¢tica poco despu¨¦s de que Berlusconi, de 76, anunciara que estaba prometido.¡°Francesca es una chica guapa por fuera, pero a¨²n m¨¢s por dentro; de principios morales s¨®lidos, una alegr¨ªa continua. Est¨¢ a mi lado, me quiere mucho y yo se lo correspondo¡±, dec¨ªa en diciembre el empresario convertido en pol¨ªtico. Su entorno habl¨® de ella como la prueba de que Berlusconi hab¨ªa sentado la cabeza, que se sent¨ªa ¡°menos solo¡± y, por tanto, ya no necesitaba de las ¡°fiestas para divertirse¡±; de que ahora en adelante iba a ser mon¨®gamo. Pero los datos ofrecidos por la encuestadora de confianza del candidato, Alessandra Ghisleri, de Euromedia, destrozaron todo el entusiasmo del exmandatario que se presentaba por sexta vez para presidir el Gobierno.
Pascale hab¨ªa sido preparada para el momento del triunfo. ¡°Se transform¨®. Se dej¨® cambiar para llegar a ser una impecable primera dama¡±, argumenta Conchita Sannino, de La Repubblica de N¨¢poles. La joven aprendi¨® a vestirse con conjuntos elegantes, a esconder el acento napolitano, a maquillarse en tonos naturales. Los bistur¨ª del cirujano remataron el cambio de imagen. Por el camino, adem¨¢s, tuvo que cerrar sus perfiles de Facebook y Twitter y apagar el m¨®vil. No pod¨ªa correr el peligro de dejar caer frases inc¨®modas. Lo que ella dijera podr¨ªa afectar a su prometido. Por eso su misi¨®n era callar y permanecer a a su lado mientras empezaba a recorrer todo el pa¨ªs para convencer a los electores. Pronto los peri¨®dicos y las televisiones se centraron en la nueva pareja, su imagen dio la vuelta al mundo. A esta puesta en escena contribuy¨® Marina, una de las hijas del candidato, encantada con la nueva pareja de su padre.
Sin embargo, los porcentajes de intenci¨®n de voto no subieron. Apartada la novia, que no rentabiliz¨® votos, la semana pasada Berlusconi adopt¨® una perra callejera. La estruja y sonr¨ªe junto a ella en las fotos. Ahora, s¨ª, las encuestas mejoran.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.