¡®Luna de miel de tres¡¯, el reportaje de ¡®Chi¡¯

Isla de Mustique, Caribe. Guillermo de Inglaterra, 30 a?os, y su mujer Kate Middleton, 31, pasean abrazados por la playa. Ella viste un peque?o bikini azul y se le nota una leve barriga que recuerda que ya est¨¢ en el cuatro mes de embarazo. Es la foto de portada de la revista del coraz¨®n Chi, de la editorial de Silvio Berlusconi, que est¨¢ hoy en los quioscos italianos. La misma imagen abre, en las p¨¢ginas interiores. Se trata de un largo reportaje dedicado a las vacaciones ¡°de ensue?o de la pareja real¡±. El t¨ªtulo anuncia: ¡°Luna de miel para tres¡±. Seis p¨¢ginas, una decena de im¨¢genes exclusivas de los duques de Cambridge y de su ¡°nido de amor¡±, un palacete color pastel, situado al borde de la playa, que cuesta 22.000 euros semanales. Una imagen muestra incluso la habitaci¨®n de la pareja: una gran cama con dosel y velos, estilo Las mil y una noches. ¡°Superados los problemas iniciales, ahora el embarazo sigue serenamente¡±, escribe la periodista Nicoletta Sipos.

Junto con la pareja est¨¢ la familia Middleton: sus padres y sus dos hermanos. Las im¨¢genes lo documentan: Pippa sale paseando por la playa con su novio de la mano. La p¨¢gina siguiente est¨¢ dedicada al hermano menor de Guillermo, Enrique, que est¨¢ en el frente. El titular lo recuerda: "Mientras tanto, Enrique...".

El reportaje publicado es una gran exclusiva para la revista con sede en Mil¨¢n. Pero tambi¨¦n provoca una pol¨¦mica como ya se desprende de la declaraci¨®n efectuada por el palacio de St. James, residencia oficial del pr¨ªncipe de Gales, que ya ayer conden¨® la publicaci¨®n. El a?o pasado, esta misma revista public¨® un reportaje de 26 p¨¢ginas en el que se ve¨ªa a Kate sin la parte superior de su ba?ador durante unas vacaciones en el sur de Francia. En ese momento el palacio de St. James dijo que era "una clara violaci¨®n del derecho de la pareja a la privacidad". Los abogados de la pareja lograron una medida cautelar en una corte francesa, para intentar detener la venta y distribuci¨®n de aquellas mismas fotos en el semanal Closer, tambi¨¦n perteneciente al grupo Mondadori. Las im¨¢genes fueron entonces publicadas en otras revistas europeas, ya que la sentencia no afectaba a publicaciones fuera de Francia.