Casa transformable para un mundo cambiante
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FOTO: Jos¨¦ Hevia
Los cambios econ¨®micos y laborales dibujan un nuevo escenario urbano y dom¨¦stico. Ha sucedido en Huesca. Un abogado y una periodista trabajan ahora en casa. La pareja tuvo que convertir su vivienda en despacho para ambos. Quer¨ªan poder trabajar c¨®modamente, pero tambi¨¦n se esforzaron en que llevar el trabajo a casa no significara perder su vivienda.
Con esa premisa, el arquitecto Joan Casals corri¨® un riesgo. Decidi¨® unir en lugar de separar. Las cinco estancias de un piso de 110 metros se convirtieron en un recorrido conectado capaz de dejar pasar la luz hasta los espacios m¨¢s interiores. Y hay espacios interiores en este piso. Algunos de ellos, como el segundo dormitorio, se guardan en un armario en espera de ser usados.
Con la obra aparecieron j¨¢cenas y pilares ocultos bajo falsos techos. Casals quiso ver en ese paisaje una coincidencia con la formaci¨®n rocosa del Salto del Rold¨¢n cercano y decidi¨® darle al piso dos alturas. ¡°Ni una sola l¨ªnea se dibuj¨® por encima de las j¨¢cenas. Ni una sola distracci¨®n¡±, explica. As¨ª, el techo de la zona de lectura est¨¢ recorrido por geometr¨ªas complejas.
El espacio dom¨¦stico queda alejado, en la zona m¨¢s privada y rec¨®ndita del piso y est¨¢ formado por un dormitorio, un vestidor y un ba?o que mira al oeste. El segundo dormitorio no ocupa un lugar fijo. Se encuentra dentro de un mueble ¨Cjunto al aseo de cortes¨ªa- y aparece, y desaparece, cuando es necesario, sin necesidad de hipotecar permanentemente un espacio.
Al contrario que la parte dom¨¦stica, la zona de estudio ocupa el espacio m¨¢s p¨²blico, el ¨¢rea del piso m¨¢s cercana a la entrada. All¨ª, un mueble fijo encierra, y puede desplegar, una mesa. Y una estanter¨ªa alberga los libros y materiales de trabajo al tiempo que oculta el segundo dormitorio.
As¨ª, Casals considera que el espacio dom¨¦stico y el de trabajo son activos puesto que son los usuarios los que los redefinen con sus decisiones. Ambos mundos se suman y restan hacia cualquiera de los lados. El resto de la casa participa a su vez de ese dinamismo mutante. La cocina, por ejemplo, puede esconderse cuando al estudio llega una visita. Y la mesa del comedor sirve como sala de reuniones o el estar como sala de espera.
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