Deuda inquietante
El recorrido de las cuentas p¨²blicas en Espa?a en 2012 suscita m¨¢s preguntas que tranquilidades
A medida que se van conociendo las cuentas p¨²blicas del ejercicio pasado va siendo cada vez m¨¢s evidente el poco acierto en la gesti¨®n de la crisis financiera y econ¨®mica desarrollada por el Gobierno del PP. La deuda p¨²blica, una de las variables que definen la estabilidad financiera del pa¨ªs, creci¨® nada menos que 14 puntos de PIB durante 2012 y se situ¨® en 882.000 millones de euros, el mayor aumento registrado jam¨¢s, con lo cual el endeudamiento p¨²blico alcanzar¨¢ probablemente el 84% del PIB. Los recortes del gasto, todos impopulares y muchos perjudiciales para el futuro del pa¨ªs, no han servido para cumplir con los compromisos de deuda y probablemente de d¨¦ficit se?alados como dram¨¢ticamente prioritarios por Mariano Rajoy, Crist¨®bal Montoro y Luis de Guindos.
En pura l¨®gica, Espa?a se alej¨® en 2012 de los objetivos de estabilidad, metas que iban a impulsar brotes verdes a medio plazo. El equ¨ªvoco inicial es que el primer problema de la deuda espa?ola no es la p¨²blica, sino la privada, tres veces m¨¢s elevada que la del Tesoro. Pero la evoluci¨®n de la p¨²blica ilustra sobre las fortalezas y debilidades de la pol¨ªtica econ¨®mica del Ejecutivo. Un aumento tan considerable de la deuda indica que la econom¨ªa espa?ola va a estar muy lejos de cumplir con una m¨ªnima aproximaci¨®n al objetivo de d¨¦ficit (6,3%); y sugiere que puede estar produci¨¦ndose alg¨²n tipo de trasvase desde la deuda privada a la p¨²blica. Por el momento, la recapitalizaci¨®n bancaria (40.000 millones) est¨¢ asumida como deuda p¨²blica, circunstancia que desmiente la calificaci¨®n de ¡°cr¨¦dito en condiciones extremadamente favorables¡± definida por Guindos. El otro factor de explosi¨®n de la deuda es el plan de pago a proveedores decidido por el Gobierno porque apuntalaba la solvencia de las empresas y favorec¨ªa el crecimiento. Esos eran los efectos beneficiosos; pero los costes, obligados en toda decisi¨®n econ¨®mica, aparecen ahora en toda su crudeza.
Las consecuencias de este desajuste entre objetivos y logros son muy peligrosas para la econom¨ªa espa?ola. Los mercados pueden caer en la cuenta en cualquier momento de que los ciudadanos espa?oles est¨¢n pagando un coste enorme por el ajuste en inversi¨®n, educaci¨®n y sanidad, pero los resultados de ese esfuerzo son limitados. En algunos casos, incluso contraproducentes. Porque el Gobierno no ha mostrado hasta ahora capacidad alguna para aplicar ajustes con criterio que produzcan el efecto deseado en reducir el d¨¦ficit al tiempo que minimicen los da?os sobre el crecimiento: sus recortes son indiscriminados y da?osos.
A partir de una tasa de deuda del 90% del PIB, una econom¨ªa como la espa?ola se va a encontrar con problemas de financiaci¨®n dif¨ªciles de resolver. Esperemos que Montoro y Guindos expliquen que decisiones piensan tomar para que la deuda espa?ola no llegue a una situaci¨®n cr¨ªtica.
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