Pobrezas
Esta entrada ha sido escrita por nuestro bloguero vecino, Antoni Guti¨¦rrez-Rub¨ª(@antonigr), autor de Micropol¨ªtica. Con ella cerramos una semana de an¨¢lisis acerca del debate sobre el estado de la naci¨®n.
Congreso de los Diputados. Fuente: Wikipedia.
El Debate del Estado de la Naci¨®n 2013 (#DEN2013) m¨¢s esperado ha finalizado mostrando, con toda su crudeza, la incapacidad creciente de la pol¨ªtica formal para abordar las pobrezas que ensombrecen y desgarran nuestra sociedad: la material, la ¨¦tica, la argumental¡ Que el Debate ostente el r¨¦cord de la m¨¢s baja audiencia televisiva de toda la serie hist¨®rica refleja otra pobreza m¨¢s: la de la desconfianza.
Pobreza material. Espa?a tardar¨¢ 20 a?os en volver al nivel de bienestar previo a la crisis. Esta es la brutal conclusi¨®n del Informe Crisis, desigualdad y pobreza, publicado por Interm¨®n Oxfam, en colaboraci¨®n con M¨¦dicos del Mundo, Unicef, C¨¢ritas y la red de organizaciones de acci¨®n social de la Compa?¨ªa de Jes¨²s, presentado el pasado mes de diciembre. Los recortes sociales y la pol¨ªtica de contenci¨®n de gasto p¨²blico dejan a la intemperie cada vez a m¨¢s personas. La espiral y la cadena regresiva de p¨¦rdida de trabajo, de vivienda, de coberturas sociales, de expectativas, de esperanza¡ destroza la vida y la moral de millones de personas.
Espa?a avanza, parece que sin remedio, hacia una sociedad fracturada y dual, de ricos y pobres, en la que los primeros habr¨¢n ingresado 15 veces m¨¢s que los segundos en tan solo 10 a?os. El Informe alerta de que -de seguir por la senda de los ajustes- "Espa?a llegar¨¢ a los 18 millones de personas en riesgo de padecer exclusi¨®n social en 2022". Un 40% de espa?oles estar¨ªa en situaci¨®n de pobreza. Pero hay alternativas, como las que contiene el dec¨¢logo de medidas frente a las crisis econ¨®micas presentado el 18 de febrero de 2013 en el Congreso de los Diputados por Amnist¨ªa Internacional, Greenpeace e Interm¨®n Oxfam (aunque estas seguramente ser¨¢n ignoradas por las resoluciones aprobadas en el Congreso con la mayor¨ªa del PP).
Pobreza ¨¦tica. El problema no es que haya manzanas podridas en el cesto (que se deben separar para evitar que contaminen al resto), sino que el miedo a que sea el cesto el que est¨¢ podrido se extiende, aceleradamente, hasta provocar n¨¢useas. La percepci¨®n de que la corrupci¨®n en la pol¨ªtica tiene s¨ªntomas sist¨¦micos crece en la opini¨®n p¨²blica. Grave, muy grave. Hemos pasado de pasar de la pol¨ªtica a irritarnos con ella y por ella. El estado an¨ªmico social evoluciona hacia la convulsi¨®n y el espasmo. La antipol¨ªtica y la apol¨ªtica acechan en cada nueva informaci¨®n que deviene esc¨¢ndalo. La desconfianza abre camino a la simplificaci¨®n pol¨ªtica, y esta a los caminos f¨¢ciles, a los prejuicios, a la respuesta b¨¢sica, visceral.
El Debate no ha despejado las dudas. Sin autocr¨ªtica colectiva de nuestros representantes (en particular de las grandes formaciones) el argumento de que no todos son iguales y que las pr¨¢cticas inmorales o ilegales representan a una ¨ªnfima minor¨ªa no se aguanta. O no convence. Se necesitaba un solemne: ¡°Nunca m¨¢s¡±. Y no ha sido as¨ª. Las propuestas presentadas (y las previsiblemente aprobadas) sobre medidas contra la corrupci¨®n y en favor de la transparencia pueden ser insuficientes si estas no abordan la estructura ¡°del cesto¡±: ley de partidos y ley electoral.
Pobreza argumental. El Debate era una oportunidad para reconectar la pol¨ªtica formal con la ciudadan¨ªa y sus expectativas. Pero la pobreza ret¨®rica general ha sido el reflejo de la falta de argumentos de fondo e ideas nuevas para interpretar los retos que subyacen tras la sintomatolog¨ªa diversa de las mareas ciudadanas. Nelson Mandela dec¨ªa que ¡°cuando el agua empieza a hervir, es in¨²til apagar la llama¡±. Estamos cerca de la ebullici¨®n.
Este Debate pasar¨¢ a la historia no tanto por lo que se ha dicho sino por lo que se ha omitido. El icono simb¨®lico del nombre de ¡°B¨¢rcenas¡± ha sido atronador en medio del silencio del Presidente. Su omisi¨®n y c¨¢lculo parece cobard¨ªa, complicidad o debilidad. Mal asunto para el liderazgo, aunque gane a los puntos el duelo parlamentario. Mariano Rajoy hace un uso tramposo de la memorable sentencia de Czeslaw Milosz: ¡°Lo que se nombra adquiere fuerza. Lo que no se nombra deja de existir". Aunque se equivoca. Milosz reivindicaba el compromiso moral de no olvidar (de mencionar) los horrores del pasado para no repetirlos. Pero, aqu¨ª y ahora, una ciudadan¨ªa exigente y una justicia que despierta van a recordar, alto y claro, lo que el Presidente niega con su silencio. No se olvidar¨¢.
En su ¨²ltimo libro, La informaci¨®n del silencio (que recoge parte de su tesis doctoral), ?lex Grijelmo explora como ¡°toda palabra incorpora un silencio y c¨®mo el sentido de lo que decimos es casi siempre superior al significado de las palabras que empleamos¡±.
Pobreza (las pobrezas) es, sin lugar a dudas, una de ellas.
Comentarios
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.