Esas caras
A los dem¨¢s quebrantos hay que a?adir el fastidio de tener que ver a estos jetas
Que una rubia se queje de que por ser rubia la consideran tonta me parece una prueba de necedad. Es como lo de la excusatio non petita, acusatio manifesta.A qu¨¦ viene resaltar con ?o?o moh¨ªn lo de su rubiez, si no es porque justamente ha utilizado siempre esa rubiez como cualidad profesional m¨¢s destacada. Pobres rubias del mundo, altas o bajas, guapas y feas: rubias peleonas y complejas, que vuelven a ser encerradas, por el efecto Corinna, en la caricatura vac¨ªa de la chica neum¨¢tica agarrada a un diamante. Porque neum¨¢tica es, eso sin duda: su lustrosa tez tiene algo de goma Michel¨ªn, con esos p¨®mulos tan esculpidos, esos labios tan colagenados. Pl¨¢sticos de primera calidad. Un rostro muy logrado y una expresi¨®n angelical (de rubia agarrada a un diamante) que da m¨¢s miedo que la madrastra de Blancanieves.
A¨²n peor es la cara de B¨¢rcenas, sobre todo ¨²ltimamente, porque ahora, adem¨¢s, ?se r¨ªe! ?Han visto la escalofriante sonrisilla que muestra el individuo en su rostro de piedra? Es la mueca del verdugo que disfruta matando. La violencia con que esa enorme cabeza cae sobre sus hombros como un moj¨®n de carretera rural, y ese pelo ferozmente planchado que aplasta sus ideas, le dan un aspecto de g¨¢nster de pel¨ªcula. Es el malo m¨¢s malo, un tipo que infunde terror con su presencia, cosa que supongo que le gusta. Y estos son, se?ores, los rostros m¨¢s vistos de la Espa?a de hoy, las caras del momento, dos personas de las que el 80% del pa¨ªs sospecha que est¨¢n haciendo alg¨²n chantaje (almas tan gemelas que deber¨ªan casarse). Qu¨¦ terrible espejo en el que mirarse: a los dem¨¢s quebrantos hay que a?adir el fastidio de tener que ver estas caras, a estos jetas. Claro que a¨²n podemos empeorar: a¨²n no hemos llegado a la m¨¢scara de pesadilla, al rostro recauchutado de Berlusconi. Todo se andar¨¢, al paso que vamos.
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