El pr¨ªncipe Alwaleed es rico y quiere que se sepa

Al pr¨ªncipe Alwaleed Bin Talal no le ha gustado que la revista Forbes le haya relegado al puesto 26? en su lista de los hombres m¨¢s ricos del mundo. As¨ª que nada m¨¢s conocerse la nueva clasificaci¨®n anual de multimillonarios esta semana, su oficina emiti¨® un comunicado en el que acusa a sus autores de utilizar criterios de valoraci¨®n que perjudican a los inversores de Oriente Pr¨®ximo. Tambi¨¦n ha anunciado que pone fin a sus relaciones con esa publicaci¨®n, a la que hasta ahora hab¨ªa dado amplio acceso a sus empresas, e incluso a su casa. La revista ha respondido con un art¨ªculo en el que le tacha de megal¨®mano.

¡°La imagen lo es todo para el pr¨ªncipe Alwaleed, en especial cuando se trata de aquellos que puedan reforzarla desde fuera¡±, escribe Kerry A. Dolan, la editora de la influyente lista. Seg¨²n ella, entre sus prioridades est¨¢ el lograr ser incluido entre los 10 primeros de esa lista cueste lo que cueste. De ah¨ª que ¡°sistem¨¢ticamente exagere su fortuna y gaste m¨¢s tiempo y esfuerzo que ning¨²n otro empresario en tratar de mejorar su posici¨®n, incluso m¨¢s tiempo y esfuerzo que Donald Trump¡±.

Dolan se despacha a gusto con el pr¨ªncipe, a quien describe como alguien pagado de s¨ª mismo y que vive en un entorno ¡°absurdamente opulento¡±. La periodista, que en 2009 tuvo acceso a su palacio en Riad, recuerda m¨¢rmol por todas partes y paredes llenas de retratos de ¨¦l mismo. ¡°Si tiene que hacer un viaje de trabajo, dispone de su propio 747, como si fuera el Air Force One [el avi¨®n del presidente de EEUU], s¨®lo que a diferencia del presidente, el suyo tiene un trono¡±, asegura.

A sus 58 a?os, Alwaleed (conocido en Espa?a por una denuncia de violaci¨®n que la justicia desestim¨® el a?o pasado por falta de pruebas) es propietario del 95% de Kingdom Holding Company, que cotiza en la bolsa saud¨ª. Posee el 80% de Rotana, una de las mayores compa?¨ªas de comunicaci¨®n y entretenimiento de Oriente Pr¨®ximo. Tiene importantes paquetes accionariales en News Corp, Citibank y en hoteles de lujo como el Savoy de Londres, el George V de Par¨ªs o la cadena Fairmont Raffles. Adem¨¢s en los ¨²ltimos a?os ha invertido en Apple, Twitter, AOL y Motorola, entre otras. Adem¨¢s est¨¢ casado con la glamurosa princesa Ameerah al Taweel, tal vez su mayor activo en la escena internacional.

Forbes estima el patrimonio del pr¨ªncipe en 20.000 millones de d¨®lares (unos 15.400 millones de euros), justo por debajo de Lee Shau-kee, un empresario de Hong-Kong, y del magnate canadiense David Thomson, con 20.300 millones de d¨®lares cada uno. Pero Alwaleed, que es sobrino del rey de Arabia Saud¨ª y uno de los hombres de negocios m¨¢s influyentes de Oriente Pr¨®ximo, discrepa. Seg¨²n sus cuentas, la fortuna que ha acumulado hasta ahora sumar¨ªa 29.600 millones de d¨®lares, por lo que tendr¨ªa que estar en el d¨¦cimo puesto, justo detr¨¢s de Liliane Bettencourt, la heredera del imperio L¡¯Or¨¦al, y antes de Bernard Arnault, el propietario de la marca de productos de lujo LVMH y el hombre m¨¢s rico de Francia.

Resulta tentador desestimar ese desplante del pr¨ªncipe como un mero gesto de vanidad. Sin embargo, una lectura atenta del follet¨ªn que ha desatado el asunto hace pensar que, m¨¢s all¨¢ un posible honor herido, hay importantes intereses econ¨®micos en juego.

El a?o pasado, la empresa de informaci¨®n econ¨®mica Bloomberg, lanz¨® su propia lista, el ¨ªndice Bloomberg Billionaires. Esta inesperada fuente de competencia para Forbes valora la riqueza de Alwaleed en 28.000 millones de d¨®lares, bas¨¢ndose tanto en las cifras que le facilita Kingdom Holding Company como en sus propios datos. Alwaleed ha dejado claro que va a seguir cooperando con Bloomberg. Seg¨²n interpreta el peri¨®dico brit¨¢nico The Guardian, la disputa est¨¢ en ¡°la negativa de Forbes a utilizar los valores de las acciones seg¨²n la bolsa saud¨ª, mientras que s¨ª acepta las de otros mercados emergentes como el mexicano¡±.