Venezuela y Am¨¦rica Latina sin Ch¨¢vez

La gran influencia que el presidente Hugo Ch¨¢vez ejerci¨® en su pa¨ªs y Am¨¦rica Latina durante tres lustros hace inevitable que los an¨¢lisis derivados de su desaparici¨®n se enfoquen en tratar de escudri?ar las consecuencias de su ausencia.

El presupuesto m¨¢s importante de cualquier an¨¢lisis es que habr¨¢ chavismo sin Ch¨¢vez, como por muchas d¨¦cadas ha habido peronismo sin Per¨®n en Argentina. Mois¨¦s Na¨ªm, intelectual venezolano y acerbo cr¨ªtico de Ch¨¢vez, resumi¨® de la siguiente forma el impacto de Ch¨¢vez en Venezuela: ¡°La consecuencia m¨¢s duradera y positiva del mandato de Ch¨¢vez es que hizo a?icos la pac¨ªfica coexistencia de Venezuela con la pobreza, las desigualdades y la exclusi¨®n social¡­ su capacidad de hacer que los pobres sintieran que ten¨ªan a uno de los suyos en el poder no tiene precedentes¡±.

La vocaci¨®n social de Ch¨¢vez no est¨¢ en duda, pero s¨ª su eficacia. Por el lado del consumo, los masivos programas distributivos de Ch¨¢vez han contribuido a reducir la pobreza, pero como deja una econom¨ªa en escombros, surgen dudas en cuanto a la sostenibilidad de esa reducci¨®n de la pobreza. El mismo Na¨ªm habla de la ¡°oportunidad perdida¡±, pues Ch¨¢vez, en medio de un boom petrolero tambi¨¦n sin precedentes, se gast¨® casi un mill¨®n de millones (bill¨®n) de d¨®lares y dej¨® una econom¨ªa bastante m¨¢s d¨¦bil que la de hace quince a?os.

De lo anterior, precisamente, depender¨¢ si el chavismo sin Ch¨¢vez se logra articular en una forma de gobierno estable y duradero. Sin el carisma de Ch¨¢vez, que ayudar¨ªa a explicar las carencias que ahora enfrentar¨¢ la poblaci¨®n, sus sucesores, a medida que el momento altamente emocional generado por la muerte del caudillo y su funeral vaya quedando atr¨¢s, la tendr¨¢n muy dif¨ªcil, independientemente de la cohesi¨®n interna que pueda tener ese chavismo sin Ch¨¢vez.

El estado ruinoso de la econom¨ªa venezolana dificultar¨¢ la consolidaci¨®n del chavismo como
gobierno estable

Y de la consolidaci¨®n o no en el gobierno del chavismo sin Ch¨¢vez, depender¨¢ mucho la influencia que tendr¨¢ en el continente. El peso de Ch¨¢vez a nivel internacional tuvo dos grandes fuentes, el discurso pol¨ªtico-ideol¨®gico y la enorme capacidad financiera de Venezuela. Ambas fuentes se han venido agotando.

Cuando Ch¨¢vez lleg¨® al poder, a finales de los 90, Am¨¦rica Latina ten¨ªa dos d¨¦cadas de serio agotamiento econ¨®mico, y cuando empez¨® el boom de los precios del petr¨®leo, la regi¨®n ten¨ªa veinticinco a?os de estancamiento econ¨®mico. Entre 1978 y 2003, ?un cuarto de siglo!, el ingreso per c¨¢pita de la regi¨®n hab¨ªa crecido, en promedio, solamente el 16%. Casi nada. En ese mismo per¨ªodo, el ingreso per c¨¢pita de Estados Unidos y Europa, que part¨ªan de niveles much¨ªsimo m¨¢s altos, se hab¨ªa incrementado m¨¢s del 50%, y en pa¨ªses de Asia hab¨ªa crecido 100%, 200% y hasta 500%, como en China. La ¨²nica excepci¨®n en nuestra regi¨®n fue Chile, que en ese per¨ªodo lo duplic¨®.

Un cuarto de siglo de estancamiento econ¨®mico, con enormes consecuencias sociales negativas, era terreno propicio para un discurso pol¨ªtico-ideol¨®gico que se opusiera frontalmente al Consenso de Washington, como se conoci¨® al conjunto de medidas de ajuste econ¨®mico, estabilizaci¨®n, privatizaciones y libre comercio, que se impulsaron desde el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, y se atribuyeron a Estados Unidos.

Ch¨¢vez encarn¨® y lider¨® ese discurso, que tuvo un punto culminante cuando el caudillo venezolano le agu¨® la fiesta el presidente George Bush junior, y al proyecto de Asociaci¨®n de Libre Comercio de las Am¨¦ricas (ALCA), con ocasi¨®n de la Cumbre Hemisf¨¦rica celebrada en Mar del Plata, Argentina, en 2005. Hoy tenemos un escenario totalmente diferente. Casi sin excepci¨®n, todos los pa¨ªses del continente est¨¢n creciendo, algunos a fuerte ritmo, y, curioso, una gran cantidad de ellos han suscrito acuerdos de libre comercio con Estados Unidos. En ese nuevo terreno, el discurso del Socialismo del Siglo XXI se ha quedado sin abono. Es m¨¢s, es un discurso derrotado por la realidad.

Y ahora Venezuela, con enorme d¨¦ficit fiscal, deuda e inflaci¨®n, tiene menos capacidad de cooperaci¨®n. En ese contexto, mantener los programas de cooperaci¨®n puede entrar en conflicto con la necesidad interna de consolidar el chavismo sin Ch¨¢vez.

En resumen, la herencia de Ch¨¢vez ser¨¢ de mucha memoria y cada vez menor influencia.

Edmundo Jarqu¨ªn ha sido embajador de Nicaragua en Espa?a.