Menos poder a los viejos consorcios, m¨¢s pluralidad de medios en M¨¦xico
El mercado requiere competencia, contraste y autoridades que hagan cumplir las reglas
En M¨¦xico una sola empresa controla el 80% de la telefon¨ªa al¨¢mbrica y otra, filial suya, el 70% de la telefon¨ªa celular -o m¨®vil-. Dos empresas m¨¢s acaparan el 94% de las frecuencias para televisi¨®n comercial. Esos consorcios tienen tanta influencia que no se puede considerar que haya un aut¨¦ntico mercado en las telecomunicaciones y la radiodifusi¨®n. Pero adem¨¢s, el poder pol¨ªtico que han acumulado en no pocas ocasiones ha pesado en decisiones de los principales partidos y del gobierno mismo.
Demasiados pol¨ªticos en M¨¦xico, durante largo tiempo rehusaron desafiar el poder de Televisa y Televisi¨®n Azteca porque tem¨ªan ser excluidos de las pantallas de televisi¨®n. Por eso las reformas a la Constituci¨®n que este lunes anunciaron el presidente Enrique Pe?a Nieto y los partidos pol¨ªticos nacionales han sido sorpresivas para muchos.
Esas reformas afectan tambi¨¦n a los monopolios de la telefon¨ªa al¨¢mbrica y celular en manos de Carlos Slim. Dentro de pocos meses, si las previsiones establecidas en esas modificaciones constitucionales se cumplen, las empresas de telefon¨ªa y radiodifusi¨®n que tengan m¨¢s del 50 por ciento de usuarios, tr¨¢fico en sus redes o capacidad instalada, deber¨¢n vender parte de sus activos hasta ajustarse a ese l¨ªmite.
Lo que propiciar¨¢n esos cambios es que haya mercado con competencia y contraste, para lo cual siempre hacen falta reglas y autoridades capaces de hacerlas cumplir. Esa tarea estar¨¢ a cargo de un Instituto Federal de Telecomunicaciones con autonom¨ªa respecto del gobierno y encabezado por siete comisionados que ser¨¢n designados por el Senado, a propuesta del presidente de la Rep¨²blica y en un complejo pero r¨¢pido proceso en el que no podr¨¢n participar quienes en los ¨²ltimos cinco a?os hayan sido directivos en empresas de esos ramos.
Tras d¨¦cadas de monoton¨ªa en televisi¨®n (las ¨²nicas cadenas nacionales pertenecen a Televisa y TV Azteca) los mexicanos tendr¨¢n otras opciones. Habr¨¢ dos nuevas cadenas nacionales en cuya licitaci¨®n no podr¨¢n participar las empresas que ahora acaparan el escenario audiovisual. Y al terminar 2015 el pa¨ªs deber¨¢ haber concluido el tr¨¢nsito a la televisi¨®n digital con un candado adicional para las actuales televisoras: el aprovechamiento de los canales digitales que puedan transmitirse en las frecuencias utilizadas hasta ahora de manera anal¨®gica, estar¨¢ sometido a las reglas que establezca el nuevo Instituto, tomando en cuenta criterios de competencia y calidad. Las televisoras, que hasta ahora confiaban en explotar esos canales adicionales, tendr¨¢n que compartirlos con otras empresas e instituciones.
La televisi¨®n de paga, que actualmente llega al 40% de los hogares, tambi¨¦n tendr¨¢ una inyecci¨®n de diversidad. Hasta ahora Telmex, la empresa de telefon¨ªa fija propiedad de Slim, tiene prohibido ofrecer servicios de televisi¨®n a trav¨¦s del cableado telef¨®nico. Esa limitaci¨®n desparecer¨¢, del tal manera que sus suscriptores podr¨¢n recibir telefon¨ªa, Internet y televisi¨®n en un mismo paquete.
Al mismo tiempo las empresas de televisi¨®n abierta, que acostumbraban presionar a las empresas de televisi¨®n de paga regate¨¢ndoles la autorizaci¨®n para incorporar sus se?ales en los servicios de cable o sat¨¦lite que ofrecen, estar¨¢n obligadas a permitir la retransmisi¨®n de sus contenidos. Hace nueve a?os Televisa expuls¨® del mercado mexicano a DirectTV al rehusarse a que esa empresa de televisi¨®n satelital retransmitiera sus canales de televisi¨®n abierta. Gracias a ello Televisa consigui¨® que su propia empresa, Sky, se quedara con todos los suscriptores de televisi¨®n satelital. Esas pr¨¢cticas no ser¨¢n posibles con las nuevas reglas.
La reforma a media docena de art¨ªculos de la Constituci¨®n mexicana incluye la creaci¨®n de un organismo que desarrollar¨¢ un sistema nacional de radiodifusi¨®n p¨²blica. Ese organismo tendr¨¢ recursos propios, autonom¨ªa respecto del gobierno y un consejo ciudadano que orientar¨¢ su pol¨ªtica editorial. Se trata de los tres principios b¨¢sicos que animan las mejores pr¨¢cticas de radiodifusi¨®n p¨²blica en el escenario internacional.
Un ambicioso programa para llevar Internet a las zonas rurales y marginadas a trav¨¦s de una nueva red de telecomunicaciones, comenzar¨ªa a remediar otra enorme ausencia en las pol¨ªticas p¨²blicas. Hasta ahora padecimos una casi absoluta omisi¨®n del Estado mexicano respecto de la sociedad de la informaci¨®n.
El costo econ¨®mico, pero tambi¨¦n pol¨ªtico y cultural que ha tenido para M¨¦xico el abandono de las pol¨ªticas p¨²blicas en tales terrenos explica la coincidencia de los tres partidos pol¨ªticos nacionales (PAN, PRD y PRI) junto con el gobierno, para apuntalar esas reformas constitucionales. Tambi¨¦n ha influido la prepotencia de las televisoras, cuyas pr¨¢cticas para amagar o desconocer a los actores de la vida p¨²blica cuando no se ajustaban a sus intereses han sido bien conocidas en M¨¦xico. Hace no mucho tiempo Televisa borr¨® en sus noticieros (s¨ª, borr¨®, como hac¨ªa Stalin en los cuadros y fotograf¨ªas en donde despintaba el rostro de sus opositores) la imagen de un legislador del PAN que hab¨ªa respaldado una reforma legal mucho m¨¢s t¨ªmida que la que ahora se ha presentado.
La propuesta de reformas constitucionales debe transitar por un proceso que incluye la aprobaci¨®n de dos tercios en las dos c¨¢maras del Congreso y luego de m¨¢s de la mitad de los congresos en los estados. Luego, tendr¨¢ que elaborarse una legislaci¨®n para radiodifusi¨®n y telecomunicaciones que reemplace a las leyes ahora existentes. Tales pasos s¨®lo podr¨¢n cumplirse si los partidos pol¨ªticos y el gobierno mantienen la cohesi¨®n que han mostrado en la redacci¨®n y el anuncio de esta iniciativa.
Se trata de un cambio hist¨®rico. Ese adjetivo se utiliza tan a menudo que ha perdido fuerza. Pero si reconocemos que el d¨¦ficit m¨¢s importante de la transici¨®n pol¨ªtica mexicana ha sido la ausencia de cambios en el r¨¦gimen legal para los medios de comunicaci¨®n y si recordamos que esa ha sido la bandera de grupos sociales como los estudiantes universitarios que durante la campa?a presidencial del a?o pasado se movilizaron por una reforma en los medios, tendremos que reconocer que la decisi¨®n de Pe?a Nieto y los partidos pol¨ªticos es fundamental. Y, s¨ª, hist¨®rica.
Ra¨²l Trejo Delarbre es investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM y ex presidente de la Asociaci¨®n Mexicana del Derecho a la Informaci¨®n (Amedi) http://www.amedi.org.mx/sitio_anterior/spip.php?article1804
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