Forrarse

Es ir¨®nico que algunos pol¨ªticos designados para participar en las obras sociales de las cajas se hayan forrado por su simple asistencia a las reuniones. No puede haber otro verbo que el de ¡°forrarse¡± para una asistencia en la que el participante interven¨ªa poco o nada y se llevaba por una hora de reuni¨®n 2.000 euros. Si, adem¨¢s, quien organizaba la convocatoria ten¨ªa la astucia de ventilar dos reuniones en una ma?ana, la compensaci¨®n econ¨®mica se multiplicaba por dos. En media jornada dicho cargo pol¨ªtico sal¨ªa de una sala de reuniones con el sueldo de cinco (afortunados) mileuristas. Esto era lo que ocurr¨ªa en Caja Navarra. Un disparate legal ante el que los aludidos no han respondido hasta que esas retribuciones se han hecho p¨²blicas. Dada la irritaci¨®n ciudadana, la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina, ha decidido devolver los 68.500 euros que gan¨®, recordando que se trataba de una pr¨¢ctica legal por cuanto no se puede comparar con casos de enriquecimiento il¨ªcito, pero finalmente pidiendo disculpas por un sistema que deber¨ªa haber sido reformado hace tiempo. En esas disculpas me detengo. Aunque mucha gente sab¨ªa o sospechaba que alrededor de las cajas revoloteaban pol¨ªticos para recibir compensaciones desmesuradas o, en el peor de los casos, para que se financiaran empresas que nada ten¨ªan que ver con la original obra social, es ahora cuando comenzamos a conocer de qu¨¦ cantidades estamos hablando.

La devoluci¨®n y las disculpas son dos respuestas encomiables en un pa¨ªs en el que escasea el perd¨®n por los errores, pero dado que el sistema se hubiera mantenido de no haber sido expuesto a la luz, una cree sinceramente que lo que Espa?a necesitar¨ªa es que esta clase pol¨ªtica se jubilara y se incorporara otra no contaminada. Pero, ?d¨®nde est¨¢ esa generaci¨®n brillante y honrada que quiere protagonizar un cambio radical?