Nuevos h¨¢bitos: una pena

A medida que avancen caracteres, palabras y frases, muchos me tachar¨¢n de raro, antisocial o contrario a la tecnolog¨ªa. Sinceramente, no me considero ninguna de estas tres cosas, pero s¨ª que es cierto que pocos comparten conmigo la escasa simpat¨ªa hacia ciertas aplicaciones y dispositivos m¨®viles.

Toda forma de comunicarse me parece v¨¢lida y aceptable; el hecho de comunicarse es necesario y positivo. Pero ante los nuevos h¨¢bitos que veo en gran parte de la sociedad actual siento pena. S¨ª, lo he pensado y he elegido la palabra ¡°pena¡±. Pena al ver a tres chicas j¨®venes cenar en la misma mesa sin conversaci¨®n alguna, pero comunic¨¢ndose con vete a saber qui¨¦n mediante el m¨®vil. Pena al ver a un espectador fotografiando un espect¨¢culo y perderse el espect¨¢culo en s¨ª, mientras compart¨ªa las fotos v¨ªa m¨®vil con vete a saber qui¨¦n.

Podr¨ªa seguir con m¨¢s ejemplos, pero si no nos paramos un segundo a pensar en el uso que estamos dando a estos aparatos y aplicaciones, la dependencia y necesidad que estaremos creando en los m¨¢s peque?os ser¨¢ peligrosa. Puede parecer alarmista, lo s¨¦. Aunque si est¨¢s de acuerdo, pega esto en tu muro y comp¨¢rtelo.¡ª Francisco Armada Raya.