Sarkozy, dinero o rep¨²blica
El expresidente franc¨¦s se debate entre encabezar un goloso fondo catar¨ª o volver a la pol¨ªtica Su esposa, Carla Bruni, que estos d¨ªas regresa a la m¨²sica, rechaza esta ¨²ltima opci¨®n El estadista ha contemplado desde la barrera el derrumbe de su partido y el descr¨¦dito de Hollande
Desde que perdi¨® las elecciones presidenciales y las legislativas de 2012, dejando a la derecha francesa en su peor situaci¨®n en varias d¨¦cadas, Nicolas Sarkozy ha vivido lejos de los focos un retiro de oro y brillantes. Recluido en la elegante mansi¨®n de su esposa, Carla Bruni, en el glamuroso distrito XVI de Par¨ªs, con la barba cuidada de tres d¨ªas y una sonrisa perenne que muestra a un hombre mucho m¨¢s relajado, Sarkozy ha vuelto a la vida civil. Alg¨²n partido de su amado Paris Saint-Germain (PSG); una cena con David Beckham y Victoria; alg¨²n paseo con su hija; visitas casi diarias a su despacho de expresidente en la calle Miromesnil, 77; reuniones con el Club de Amigos de Nicolas Sarkozy creado por sus seguidores; ocasionales sesiones del Consejo Constitucional, y, sobre todo, conferencias internacionales, estilo Clinton, Gorbachov o Aznar, en Catar, Abu Dabi, Brasil y Nueva York.
La ausencia de Sarkozy de la vida pol¨ªtica francesa ha sido tan notable que durante una reciente visita a una feria de agricultura, su sucesor en el El¨ªseo, el socialista Fran?ois Hollande, brome¨® con un ni?o que le pregunt¨® por su antecesor diciendo: ¡°Ah, no le volver¨¢s a ver¡±.
Sumido en un mutismo in¨¦dito para un individuo tan verboso, durante estos meses pasados lejos del escaparate pol¨ªtico en el que hab¨ªa vivido los ¨²ltimos 25 a?os, Sarkozy ha visto desde la barrera la crisis que parti¨® en dos a su partido, la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP), tras las primarias convocadas para elegir al nuevo l¨ªder, y solo ha sido noticia de verdad un d¨ªa de diciembre, cuando tuvo que declarar durante 12 horas ante los jueces que investigan el esc¨¢ndalo L¡¯Or¨¦al. Logr¨® librarse, gracias a la ausencia de pruebas materiales, de las acusaciones de haber abusado de la debilidad y cobrado fondos il¨ªcitos de la multimillonaria anciana Liliane Betancourt.
Pero en los ¨²ltimos d¨ªas el nombre del ¨²nico presidente que no logr¨® repetir victoria en la V Rep¨²blica desde que Val¨¦ry Giscard d'Estaing perdirera en 1981 ante Fran?ois Mitterand, vuelve a sonar con fuerza. La raz¨®n es que, seg¨²n ha desvelado la web Mediapart y ha confirmado el Financial Times, Sarkozy est¨¢ sopesando la idea de ponerse al frente de un fondo de inversi¨®n que quiere crear el primer ministro de Catar, su amigo ¨ªntimo el jeque Hamad ben Jassem ben Jaber al Thani.
Los due?os de Al Yazira y patrocinadores del FC Barcelona, que se compraron tirando de influencias y cheques, seg¨²n ha contado la revista France Football, la organizaci¨®n del Mundial de 2022, quieren invertir 500 millones de euros en Espa?a, Marruecos y Brasil, tres de los pa¨ªses donde el ex presidente franc¨¦s mantiene sus mejores contactos.
Si acepta representar al fondo catar¨ª, ser¨ªa muy bien remunerado, a la altura de su estatus y de las conferencias que cobra a 115.000 euros"
¡°No me sorprende nada que Catar quiera que Sarkozy sea la persona clave de ese fondo¡±, dice Nabil Ennasri, investigador del Instituto de Estudios Pol¨ªticos de Aix-en-Provence y autor del libro L¡¯enigme de Catar, que acaba de publicar la editorial Armand Colin. ¡°Sarkozy tiene una agenda muy amplia, conoce a pol¨ªticos de medio mundo y ser¨ªa un representante muy ¨²til, una apuesta segura para Catar¡±, prosigue. ¡°Y si acepta ser su intermediario, ser¨ªa sin duda muy bien remunerado, a la altura de su estatus y de las conferencias que cobra a 115.000 euros cada una¡±.
El 21 de enero, Mediapart inform¨® de que Sarkozy estaba planeando con su asesor y amigo ¨ªntimo Alain Minc la idea de poner en marcha un fondo de inversi¨®n. Y parece l¨®gico que Catar sea uno de los principales activos de esa cartera financiera. Nabil Ennasri recuerda que el expresidente y los jeques del pa¨ªs con el mayor PIB per c¨¢pita del planeta (67.570 euros) forjaron una gran amistad mientras Sarkozy estuvo en el El¨ªseo (2007-2012): ¡°Sarkozy y el primer ministro Ben Jassem comparten los mismos delirios de grandeza, la misma ambici¨®n para sus pa¨ªses y la misma actitud sin complejos hacia el dinero. La relaci¨®n bilateral vivi¨® una aceleraci¨®n espectacular durante el quinquenio de Sarkozy. Desde que los catar¨ªes pagaron el rescate de las enfermeras b¨²lgaras secuestradas en Libia, el expresidente se puso a organizar el desembarco de los Al Thani en Francia¡±.
¡°El jeque fue el primer mandatario extranjero que visit¨® el El¨ªseo, y desde entonces los catar¨ªes han invertido cerca de 9.200 millones de euros en Francia¡±, prosigue el polit¨®logo. ¡°Sarkozy aceler¨® las exenciones fiscales al dinero catar¨ª, y la familia real ha comprado palacios e inmuebles en Par¨ªs; el PSG, equipo del alma de Sarkozy; los derechos televisivos del f¨²tbol; grandes paquetes de acciones en empresas como Lagard¨¨re, adem¨¢s de encargar la fabricaci¨®n de 80 aviones Airbus¡±.
El periodista de Le Figaro Georges Malbrunot, coautor con Christian Chesnot del libro Qatar, les secrets du coffre-fort (ediciones Michel Lafon), que sali¨® a la venta el jueves, cree que ¡°Sarkozy se pensar¨¢ dos veces convertirse en la cara visible de ese fondo porque eso complicar¨ªa su vuelta a la pol¨ªtica¡±. Pero a?ade que en este momento el expresidente ¡°est¨¢ ya trabajando para Catar, gestionando como abogado de negocios la entrada del emirato en el capital de Maroc Telecom, participada por la francesa Vivendi¡±.
La investigaci¨®n de Malbrunot y Chesnot revela la simbiosis de Sarkozy con el surrealista universo catar¨ª, que el libro define como ¡°la diplomacia de la chequera¡±. ¡°Sarkozy y Ben Jassem se parecen mucho¡±, dice Malbrunot. ¡°Son dos jugadores de p¨®quer, son hiperactivos y tienen la misma concepci¨®n personalista de la pol¨ªtica y los negocios. El jeque se compr¨® un palacio a dos pasos del El¨ªseo en 2008 y visitaba a Sarkozy cuando quer¨ªa, sin que el Quai D¡¯Orsay (Exteriores) supiera nada. Ben Jassem es el Gran Manit¨² del dinero catar¨ª. Insulta a los miembros de la Liga ?rabe, y un d¨ªa intent¨® comprar con dinero un veto ruso en la ONU¡±.
El entorno de Sarkozy, su mano derecha Claude Gu¨¦ant y el propio Alain Minc (Par¨ªs, 1949; miembro del consejo de PRISA, editora de este diario), ha reconocido que las conversaciones sobre el fondo existen, aunque Minc ha matizado que la informaci¨®n del Financial Times es ¡°inexacta en lo que se refiere a la exclusividad de Catar¡±, lo que parece corroborar la versi¨®n de Mediapart, que afirm¨® que la idea de crear el instrumento financiero es de Sarkozy y no de los Al Thani.
Sarkozy y el jeque catar¨ª son dos jugadores de p¨®quer, con una idea personalista de la pol¨ªtica y los negocios"
El dilema es, en este momento, la pasta o la patria. Sarkozy sabe que si acepta ser el embajador de los petrod¨®lares, quedar¨ªa inhabilitado para volver a la presidencia, y dif¨ªcilmente podr¨ªa acceder a otras ambiciones eventuales, como ocupar un cargo de responsabilidad en la Uni¨®n Europea. Y las encuestas no le est¨¢n poniendo f¨¢cil aceptar la oferta. Por primera vez desde 2011, los sondeos estiman que los franceses prefieren a Sarkozy que a Hollande. En un sondeo reciente, el 53% de los franceses elige a Sarkozy. Y un 44%, a Hollande, cuya popularidad se ha hundido hasta cotas in¨¦ditas, incluida la del Sarkozy de la ¨²ltima ¨¦poca.
La llamada del emirato, en todo caso, no ser¨¢ f¨¢cil de rechazar. La vena bling bling de Sarkozy ¡ªt¨¦rmino jergal que se puede traducir por nuevo rico u hortera y que procede del tintineo de las cadenas de oro de los raperos¡ª y su afici¨®n por los ricos, los yates y los relojes caros constituyen un rasgo de car¨¢cter del exalcalde de Neuilly-sur-Seine.
El debate entre patria y dinero tortura a Sarkozy y a su pareja. Bruni-Tedeschi, que ahora rompe un silencio discogr¨¢fico de cinco a?os ¡ªseg¨²n ha dicho su marido, tuvo que dejar de cantar por la intolerancia de los socialistas¡ª, quiere que su marido abandone su carrera pol¨ªtica, seg¨²n reconoci¨® Sarkozy durante un almuerzo con su consejero ¨¢ulico, el periodista ultraderechista Patrick Buisson, y otros amigos que publicaron sus cuitas en la revista Valeurs actuelles.
Carla Bruni canta a "el ping¨¹ino"
Dec¨ªa la exsupermodelo en una entrevista reciente a 'Le Nouvel Observateur' que su postergado cuarto ¨¢lbum ¡ªque ve al fin la luz el 1 de abril¡ª bebe de sus cinco a?os en el Eliseo. La canci¨®n 'Mon Raymond', inspirada en su marido, dice ¡°aunque vista corbata, mi Raymond es un pirata¡±. Hay quien ve una andanada a Fran?ois Hollande bajo otro elocuente t¨ªtulo, 'El ping¨¹ino'. Ella misma, para dar m¨¢s pistas, ha dicho que ¡°quien piense que es una canci¨®n dirigida a los periodistas se equivoca. Est¨¢ dedicada a alguna persona desagradable, con muy malos modales¡±.
En el reportaje, Sarkozy afirmaba que no le apetece volver a la pol¨ªtica, pero que si Francia le necesita, ¡°tendr¨ªa que hacerlo¡±. Y explicaba que su regreso depender¨¢ mucho de su ¡°credibilidad econ¨®mica, ya que los franceses tienen sed de ella¡±, y que en caso de gobernar de nuevo tomar¨ªa ¡°medidas econ¨®micas fuertes¡±, sin precisar cu¨¢les. Ir¨®nicamente, Par¨ªs lleva meses bajo intensa presi¨®n de Berl¨ªn para hacer las reformas estructurales que Sarkozy no hizo en su d¨ªa.
Las pr¨®ximas presidenciales son en 2017, y el carism¨¢tico exl¨ªder mantiene viva la ilusi¨®n de los simpatizantes de la derecha. Pero sus palabras demuestran que todav¨ªa no se ha recuperado del dolor que le produjo la victoria del ¡°nulo¡± ¡ªseg¨²n lo catalog¨® en su d¨ªa¡ª Fran?ois Hollande: ¡°El problema es que ya nada es posible entre Francia y Alemania. Hollande ha roto todo lo que yo hab¨ªa logrado construir con Angela Merkel¡±.
El fastidio chez Sarko se cuela incluso entre los versos del cuarto disco de Carla Bruni, Little french songs (peque?as canciones francesas). La tonada titulada El ping¨¹ino parece directamente inspirada en Hollande y se interpreta ya como la peque?a venganza de Bruni por aquel traspaso de poderes, no por esperado mejor digerido. La letra dice: ¡°Se da airecillos de soberano, pero yo conozco al ping¨¹ino, no tiene maneras de comandante. Ay, el ping¨¹ino. Si un d¨ªa vuelves a cruzarte en mi camino, te ense?ar¨ªa, ping¨¹ino, a hacerme el besamanos¡±. Y contin¨²a: ¡°Ni feo ni guapo, ni alto ni bajo, el ping¨¹ino; ni s¨ª ni no¡±. La referencia parece obvia. Uno de los apodos m¨¢s populares de Hollande es el de Se?or ni s¨ª ni no.
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