Mismas recetas, iguales resultados
En Espa?a se aplican ahora las medidas que tanto da?aron a Am¨¦rica Latina
¡°Si siempre haces lo mismo, obtendr¨¢s el mismo resultado¡±. Parece ser una m¨¢xima extendida pero no entendida. Recortes indiscriminados y f¨¦rreos controles del gasto p¨²blico en ¨¦pocas de crisis provocan m¨¢s pobreza y m¨¢s desigualdad. Lo vimos en Am¨¦rica Latina, que en la d¨¦cada de los 80 se enfrent¨® a una crisis de deuda prolongada que provoc¨® la llamada ¡°d¨¦cada perdida¡±. Como condici¨®n para acceder al cr¨¦dito, el FMI impuso a los pa¨ªses programas de Ajuste Estructural que inclu¨ªan privatizaciones, liberalizaci¨®n acelerada e indiscriminada del comercio, desregulaci¨®n de los mercados financieros y un f¨¦rreo control del d¨¦ficit, limitado al 3 %. Qu¨¦ casualidad que la cifra m¨¢gica coincida, 30 a?os despu¨¦s, con la que la troika exige a los pa¨ªses europeos golpeados por la crisis.
Las consecuencias en Am¨¦rica Latina fueron demoledoras. El n¨²mero de pobres pas¨® de 136 a 200 millones de personas y la desigualdad se dispar¨® afianzando a la regi¨®n como modelo de sociedad dual. No fue hasta finales de los 90 cuando, contradiciendo las medidas impuestas por los organismos internacionales, Am¨¦rica Latina comenz¨® la senda de la recuperaci¨®n. Instituciones m¨¢s fuertes y presentes en la econom¨ªa, t¨ªmidos avances en pol¨ªtica fiscal y en el control de capitales en algunos pa¨ªses, crecimiento de las exportaciones y la inversi¨®n en programas sociales focalizados, permitieron sacar de la pobreza a millones de personas e iniciar una muy leve mejor¨ªa en los indicadores de desigualdad. Cabe resaltar la aplicaci¨®n de medidas como el Plan Brady para la deuda que supuso quitas sobre la misma, o la aplicaci¨®n de una tasa a las transacciones financieras en pa¨ªses como Colombia, algo que parece tab¨² para los defensores del casino financiero global o nacional.
Los indicadores de pobreza previos a la crisis en Am¨¦rica Latina no se recuperaron hasta una media de 20 a?os despu¨¦s. La desigualdad, sin embargo, sigue suponiendo hoy un lastre al crecimiento econ¨®mico en la regi¨®n.
Hay otra pol¨ªtica posible, hay que escuchar a la ciudadan¨ªa y fijarse en lo ocurrido en otras crisis
El informe ¡°Crisis, desigualdad y pobreza¡±, de Interm¨®n Oxfam, compara aquellas crisis con la que se sacude a Espa?a hoy. Aunque las diferencias son evidentes en cuanto al punto de partida de cada regi¨®n y sus estructuras econ¨®micas e institucionales, sin embargo hay semejanzas asombrosas y preocupantes. Lo que se llam¨® ajuste estructural es hoy austeridad, pero incluye tozudamente las mismas recetas, a pesar de su fracaso reiterado y de su equ¨ªvoco e interesado diagn¨®stico. As¨ª ocurre con la nacionalizaci¨®n de deudas privadas a costa de aumentar de forma indiscriminada la deuda p¨²blica, al tiempo que se priman los intereses de los acreedores por encima de cualquier consideraci¨®n. A diferencia de Islandia, en Espa?a ni se corrigen los abusos del sistema financiero, ni se exigen responsabilidades a quienes decapitaron los ahorros y las proyecciones de vida de miles de familias.
Las consecuencias sociales en Espa?a van exactamente en la misma direcci¨®n que en la Am¨¦rica Latina y Asia de los 80 y 90. Incremento r¨¢pido de las personas que se encuentran en riesgo o en situaci¨®n de pobreza y exclusi¨®n social, nada menos que 2.1 millones m¨¢s desde el inicio de la crisis. La desigualdad, el mejor indicador posible para saber qui¨¦n paga y quien no en una crisis, no ha hecho m¨¢s que crecer (Espa?a tiene el dudoso honor de ser el pa¨ªs m¨¢s desigual de la UE). Nuestra experiencia trabajando al lado de las personas que sufren en el mundo, apoyando sus luchas y esperanzas, es que la desigualdad es el principal factor que influye en la perpetuaci¨®n de la pobreza, adem¨¢s de hacer ¨¦sta m¨¢s injusta, ejercer un efecto negativo sobre el crecimiento y amenazar la sostenibilidad del planeta.
Las proyecciones que arroja el Informe, comparando con la crisis en Am¨¦rica Latina y extrapolando lo ocurrido en los cuatro primeros a?os de crisis en Espa?a, son estremecedoras: si no se cambia las pol¨ªticas, la pobreza podr¨ªa llegar a los 18 millones de personas en una d¨¦cada y la desigualdad duplicarse. Lo peor es que esto, se dice, parece un destino inexorable ya que ¡°no hay otra pol¨ªtica posible¡±. Pues s¨ª la hay. Escuchen a la ciudadan¨ªa un poco m¨¢s y f¨ªjense en lo ocurrido en otras crisis.
En el terreno de la fiscalidad hay alternativas tanto en la lucha contra el fraude como en el freno a la evasi¨®n y elusi¨®n en el pago de impuestos. Es significativo que el 85 % de las empresas del Ibex tengan filiales en para¨ªsos fiscales, esas islas de bandoleros donde se escoden 3.1 billones de d¨®lares al a?o (m¨¢s de dos veces el PIB espa?ol). La progresividad del sistema fiscal es un elemento clave para frenar la desigualdad, as¨ª como la adopci¨®n de una tasa a las transacciones financieras que deber¨ªa ser los m¨¢s amplia posible y sus recursos destinados a combatir la pobreza aqu¨ª y fuera. Por otro lado es necesario blindar los derechos sociales. Los recortes en salud, educaci¨®n y atenci¨®n social afectan de manera determinante a la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable, a la que es m¨¢s necesario proteger en medio de una crisis. Hay esperanza de que estas predicciones no se cumplan, pero solo si se plantean alternativas a la austeridad sin fin y a la protecci¨®n exclusiva de los m¨¢s protegidos, responsables muchos de ellos de la g¨¦nesis de la crisis.
Jos¨¦ Mar¨ªa Vera es Director General de Interm¨®n Oxfam.
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