Austeridad inconstitucional
Portugal sienta un precedente en la extenuada periferia de Europa
La periferia de Europa est¨¢ extenuada: las pol¨ªticas aplicadas agotan sus posibilidades de recuperaci¨®n econ¨®mica al tiempo que violan fundamentos esenciales de los acuerdos sociales en que se basan sus Estados. El empe?o de concentrar en poco tiempo ambiciosos recortes de gasto p¨²blico no solo no aporta los resultados pretendidos de saneamiento de las finanzas p¨²blicas, sino que profundizan la recesi¨®n y el aumento del desempleo de econom¨ªas como la espa?ola, la italiana o la portuguesa. En esta ¨²ltima, su Tribunal Constitucional ha dictaminado como inconstitucionales algunas decisiones del Gobierno.
Son los recortes en las pensiones y en los salarios de los empleados p¨²blicos los que violan el ordenamiento constitucional, obligando al Ejecutivo a buscar otras alternativas de reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico. Se ha estimado que podr¨ªan ser entre 900 y 1.300 millones de euros los que el Gobierno de centro-derecha tendr¨¢ que reducir en nuevos cap¨ªtulos de gasto o generar como nuevos ingresos p¨²blicos, aproximadamente un 20% de los 5.000 millones de euros incorporados en los planes de austeridad para el ejercicio en curso. Con independencia de la dif¨ªcil ingenier¨ªa presupuestaria a que ello obligue, las tensiones pol¨ªticas y sociales volver¨¢n al primer lugar de la escena en un pa¨ªs literalmente diezmado. En mayor medida teniendo en cuenta que los contribuyentes portugueses ya han soportado los mayores incrementos impositivos de la historia con el fin de aumentar los ingresos p¨²blicos.
Antes del pronunciamiento constitucional, la evidencia era suficiente acerca de la inadecuaci¨®n t¨¦cnica de ese tipo de decisiones y de su inconveniencia social. Ahora queda establecido un precedente que cuestiona la legitimidad pol¨ªtica de esos absurdos prop¨®sitos. Sanear las finanzas p¨²blicas es de todo punto necesario, como condici¨®n para garantizar un crecimiento sostenible y una uni¨®n monetaria viable, pero tratar de hacerlo en un contexto de profunda recesi¨®n y en un plazo excesivamente corto es una manifiesta provocaci¨®n a la ruptura de la estabilidad social y del apoyo a las propias instituciones europeas.
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