Aute, artista total

Los prejuicios restan, amordazan y empobrecen. Este es un pa¨ªs lleno de ellos, donde ensalzamos las obviedades por miedo a que nos ocurra como en El traje nuevo del emperador, el cuento de Andersen. No vaya a ser que nos se?alen con el dedo. Conoc¨ª a Aute; ¨¦l siempre ha tenido su sitio y ha gozado de cierto respeto. Un d¨ªa cay¨® en mis manos un libro con letras de sus canciones. Me sorprend¨ª: aquello era un poemario en toda regla. M¨¢s tarde conoc¨ª su faceta de pintor y de extraordinario dibujante. En fin, un artista total, l¨²cido e inconformista, que en otro pa¨ªs ser¨ªa f¨¢cil imaginarlo ensalzado y laureado hasta la saciedad. Aqu¨ª es una obviedad que suena como un murmullo, pero que nadie ha osado gritar. Como en el cuento. En p¨¢ginas posteriores de la revista del 31 de marzo, el ine?fable David Bowie, al que no he dejado de admirar desde la adolescencia. Si hubiera nacido en este pa¨ªs, quiz¨¢ no habr¨ªa ido m¨¢s all¨¢ de ser considerado un extravagante y un friki. Para m¨ª, Aute y Bowie tienen sitio en mi variopinto Olimpo.