Venezolanos, a votar

Ventajismo, abuso de poder, utilizaci¨®n indiscriminada y sin control de los recursos p¨²blicos. Todo el dinero proveniente de los ingresos petroleros o producto de los tributos que pagan los ciudadanos a plena disposici¨®n del oficialismo, para gastos de campa?a. Un Consejo Nacional Electoral que m¨¢s que ¨¢rbitro se ha convertido en actor. Cientos de denuncias de irregularidades interpuestas ante el propio ente electoral y ante otras instancias administrativas o judiciales sin ninguna respuesta, sin ni siquiera procedimientos en curso. Decenas de solicitudes de los partidos o de las organizaciones civiles en el sentido de eliminar tr¨¢mites, m¨¢quinas o alcabalas que solo retrasan el proceso y que no agregan transparencia, negadas o simplemente no admitidas.

Hay m¨¢s. Todo el poder del Estado en materia de administraci¨®n y regulaci¨®n del proceso con claro desbalance a favor de la candidatura oficialista. Decisiones administrativas sancionadoras r¨¢pidas y contundentes, pero siempre en contra de los candidatos de oposici¨®n. (...) Desigual mezcla de roles del candidato oficialista, quien confunde en eventos p¨²blicos actos de Gobierno con presentaciones de campa?a. Presencia invasiva del mensaje oficialista en la poderosa red de medios p¨²blicos y, adem¨¢s, absoluta discrecionalidad a la hora de encadenar a todos los medios, sean p¨²blicos o privados. (...) Con todo y eso, los ciudadanos votan. A votar. A votar por encima de todo, sin miedo y por el rescate del ejercicio de las libertades plenas y la reinstitucionalizaci¨®n del pa¨ªs, ¨²nica forma de retomar el camino del progreso y el desarrollo.

Caracas, 12 de abril de 2013