Nuestras fortalezas o c¨®mo dejar de ser bons¨¢is
Imaginemos por un momento que podemos volver a nuestra infancia y en el colegio nuestro profesor nos dice el primer d¨ªa de clase: ¡°Todos ten¨¦is un 10 de nota. Lo ¨²nico que ten¨¦is que hacer es no perderlo¡±. Seguro que algo hubiera cambiado en nosotros. As¨ª comienzan sus clases algunos profesores de escuelas estadounidenses bajo un lema poderoso: hemos de impulsar nuestras fortalezas personales para convertirnos en la mejor expresi¨®n de nosotros mismos. Este concepto es el opuesto a estar preocup¨¢ndonos continuamente en nuestras ¨¢reas de mejora, es decir, en nuestras limitaciones. De alg¨²n modo, parece que nuestra educaci¨®n nos ha tratado como bons¨¢is, para estar siempre alineados con lo que deber¨ªamos ser en todo momento y podarnos aquellas ¡°ramas¡± que se sal¨ªan de la norma. Con dicha filosof¨ªa, es imposible desarrollar nuestro talento innovador. No es de extra?ar que personas muy creativas tengan infancias diferentes a las tradicionales. As¨ª ocurri¨® con Steven Spielberg. Sus padres eran peculiares, le permitieron grabar a los doce a?os con la c¨¢mara de video que se hab¨ªa comprado im¨¢genes de c¨®mo quedaba la salsa de tomate sobre sus hermanas imitando a la sangre de las pel¨ªculas ¨Chablamos de los a?os 50-. En nuestra cultura, hubiera habido mayor preocupaci¨®n por las manchas en la ropa que por la creatividad de los ni?os.
Receta
- Identifica tus fortalezas personales. Seguro que hay algo que se te da especialmente bien. Piensa en algo que hiciste en el pasado y de cuyos resultados est¨¦s especialmente orgulloso y recoge qu¨¦ tipo de habilidades pusiste en juego. Por ejemplo: haber aprobado aquel examen por tu constancia; haber conseguido aquel proyecto o aquella relaci¨®n, que implic¨® gran confianza en ti mismo¡
- Llama a tres personas que te conozcan bien y preg¨²ntales qu¨¦ tres habilidades destacar¨ªan de ti. Por favor, que no te hablen de las ¨¢reas de mejora, sino de aquello en lo que eres realmente bueno. A veces cuesta incluso preguntarlo, pero atr¨¦vete. La experiencia es bonita. Y si es posible, incluye a alguien de la familia, un amigo o un compa?ero de trabajo.
- Imagina, si pudieras desarrollar al m¨¢ximo las fortalezas identificadas, qu¨¦ cosas nuevas podr¨ªas hacer. Por ejemplo, si la confianza en m¨ª mismo la desarrollara a¨²n m¨¢s, a qu¨¦ me atrever¨ªa. Con todo ello, define despu¨¦s un plan de acci¨®n, es decir, qu¨¦ nuevos pasos puedo hacer para desarrollar a¨²n m¨¢s lo que se me da bien.
F¨®rmula
- Identifica tus fortalezas personales. Seguro que hay algo que se te da especialmente bien. Piensa en algo que hiciste en el pasado y de cuyos resultados est¨¦s especialmente orgulloso y recoge qu¨¦ tipo de habilidades pusiste en juego. Por ejemplo: haber aprobado aquel examen por tu constancia; haber conseguido aquel proyecto o aquella relaci¨®n, que implic¨® gran confianza en ti mismo¡
- Llama a tres personas que te conozcan bien y preg¨²ntales qu¨¦ tres habilidades destacar¨ªan de ti. Por favor, que no te hablen de las ¨¢reas de mejora, sino de aquello en lo que eres realmente bueno. A veces cuesta incluso preguntarlo, pero atr¨¦vete. La experiencia es bonita. Y si es posible, incluye a alguien de la familia, un amigo o un compa?ero de trabajo.
- Imagina, si pudieras desarrollar al m¨¢ximo las fortalezas identificadas, qu¨¦ cosas nuevas podr¨ªas hacer. Por ejemplo, si la confianza en m¨ª mismo la desarrollara a¨²n m¨¢s, a qu¨¦ me atrever¨ªa. Con todo ello, define despu¨¦s un plan de acci¨®n, es decir, qu¨¦ nuevos pasos puedo hacer para desarrollar a¨²n m¨¢s lo que se me da bien.
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