Los nacionalizados

Una parte significativa del Gobierno, al frente de la cual se halla el ministro de Econom¨ªa Luis de Guindos, quiere utilizar los bancos nacionalizados por la crisis (Bankia, Catalunya Banc, Novagalicia Banco) como instrumento de su pol¨ªtica econ¨®mica. No en vano entre ellos alcanzan alrededor de un 15% de la cuota de mercado del sistema financiero espa?ol. Sustancialmente, en dos terrenos: que abanderen la recuperaci¨®n del cr¨¦dito a las empresas y familias, y que al desprenderse de sus participaciones industriales (sobre todo Bankia en IAG, Indra o Iberdrola) no den cabida en las mismas a socios indeseables, tipo fondos buitres.

Para ello, la banca nacionalizada habr¨¢ de convertirse en banca p¨²blica al menos mientras no se inicie un proceso de privatizaci¨®n de la misma, si es que se hace (de lo que dudan pocos, al menos mientras gobierne el PP). Una banca p¨²blica compuesta por entidades distintas, sin holding ni fusiones, con consejeros delegados distintos, limpia de productos basura (traspasados al banco malo), recapitalizadas con 40.000 millones de euros procedentes de Bruselas, y con buenos equipos de gesti¨®n (muchos destacan la presencia de Jos¨¦ Ignacio Goirigolzarri). Por tanto, nuestras autoridades habr¨¢n de explicar con profundidad, luz y taqu¨ªgrafos, en qu¨¦ consistir¨¢ esa coordinaci¨®n de la que hablan.

Si la misma es efectiva, no ser¨¢ bien recibida por el resto del sector financiero privado, que en estos momentos no pasa por un romance con el Gobierno Rajoy. Lo dijo hace unos d¨ªas el presidente de la patronal bancaria, Miguel Mart¨ªn: ¡°La parte sana del sector est¨¢ pagando lo que no puede poner el Estado [seguramente se refer¨ªa a las derramas al Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos para dar liquidez a las preferentes, a las ayudas al banco malo...]. Si se necesita que haya cr¨¦dito habr¨¢ que cuidar a la parte sana porque es quien puede atender a la econom¨ªa¡±.

Tampoco parec¨ªa estar muy de acuerdo con la banca p¨²blica el subgobernador del Banco de Espa?a, Fernando Restoy, quien en un art¨ªculo te¨®rico titulado ¡°La intervenci¨®n estatal en el sector bancario¡±, dentro de un libro homenaje al economista Julio Segura (Ensayos sobre econom¨ªa y pol¨ªtica econ¨®mica. Antoni Bosch editor) ¡ªescrito bastante antes de que el Gobierno se pronunciase sobre este asunto¡ª dijo en esencia que la propiedad p¨²blica no resulta, en general, un mecanismo eficaz para corregir las imperfecciones del mercado de servicios bancarios y, con frecuencia, tiende a acentuarlas.

Despu¨¦s de una nacionalizaci¨®n por necesidad, en una especie de socializaci¨®n de p¨¦rdidas, el Gobierno se ha encontrado con un grupo de entidades bancarias que, en el extremo, podr¨ªa ser una especie de germen de la antigua Argentaria. Habr¨¢ que estar atentos a su hipot¨¦tica privatizaci¨®n (?en este caso tambi¨¦n se comer¨ªa el pez peque?o al grande, como anta?o?) y a la extraordinaria concentraci¨®n del sector resultante, muy parecido a un oligopolio.