Los reyes del siglo XXI buscan trabajo
Guillermo lidera una generaci¨®n que debe dar sentido a la monarqu¨ªa
Los veteranos ya lo saben y a los que llegan ahora les toca encontrar la respuesta. Beatriz de Holanda se despidi¨® del pa¨ªs en el que ha reinado durante m¨¢s de 30 a?os advirtiendo de que ¡°el poder no puede dotar de contenido hoy a la Monarqu¨ªa¡±. Un mensaje y un recordatorio al nuevo rey. Guillermo-Alejandro tiene ante s¨ª la comprometida tarea de dotar de un nuevo sentido a la instituci¨®n para justificar as¨ª que siga existiendo. En las calles de Amsterdam hubo gritos de j¨²bilo pero tambi¨¦n voces discordantes. Algunas llegaron desde el Parlamento. Diecis¨¦is de sus integrantes se negaron a jurar lealtad al nuevo rey.
En una entrevista realizada a Guillermo-Alejandro d¨ªas antes de su entronizaci¨®n ya abord¨® la misi¨®n que le toca. ¡°Si el Parlamento decidiera democr¨¢ticamente que el rey debe convertirse en una figura ceremonial, no tendr¨ªa inconveniente en firmar esa ley¡±, dijo. ¡°Hasta la entrega de insignias tiene su importancia¡±, a?adi¨®. O lo que es lo mismo, Guillermo est¨¢ dispuesto a revisar sus tareas de acuerdo con el Gobierno.
En este tiempo de cambios los peque?os detalles son importantes y m¨¢s en una instituci¨®n que se comunica de esta manera con los ciudadanos. Los holandeses valoraron, por ejemplo, el peque?o gesto de M¨¢xima que repiti¨® traje el lunes en un intento de apostar por un cierto recorte, aunque los gastos de la entronizaci¨®n han sumado 11 millones euros y la exposici¨®n de las joyas de los Orange ha sido deslumbrante.
Guillermo y M¨¢xima son el prototipo de pareja en la monarqu¨ªa del siglo XXI. Ella es una universitaria que conoci¨® a su marido en una Feria de Sevilla y que tuvo que ganarse el favor de la reina para que aceptase su llegada a la familia real. Guillermo pertenece a la Casa Orange que tuvo que convivir en el pasado con algunos esc¨¢ndalos. El m¨¢s sonado, el protagonizado por Bernardo, marido de la reina Juliana, pillado en un caso de soborno. Y es que j¨®venes plebeyas llegadas a familias reales con problemas son factores comunes en algunas monarqu¨ªas. As¨ª, no hay ning¨²n pr¨ªncipe casado con una igual y la ¨²nica princesa heredera, Victoria de Suecia, lo hizo con su entrenador personal. Tambi¨¦n las hay que son divorciadas (Letizia), madres solteras (Mette Marit) e incluso divorciadas y abuelas (Camila).
Tambi¨¦n es cada vez m¨¢s com¨²n que conforme las familias crezcan haya ovejas negras. En B¨¦lgica, Reino Unido y en Espa?a algunos miembros de la realeza se han visto en apuros con la justicia.
Por todo ello los otros pr¨ªncipes herederos saben que, de alguna manera, el futuro de Guillermo y M¨¢xima ser¨¢ el suyo. A ellos les toca marcar el camino a seguir, si bien los hay que todav¨ªa dudan si llegar¨¢ alg¨²n d¨ªa su hora. Es el caso de Carlos de Inglaterra que a sus 64 a?os sigue esperando turno mientras su hijo, Guillermo gana popularidad ayudado por el gancho de su esposa desde hace dos a?os Kate Middleton. Y es que el Reino Unido no se acostumbra a abdicar como en Holanda. Parece que el gesto de Beatriz podr¨ªa ser imitado por otras cabezas reinantes, conscientes de que su tiempo ha pasado y les corresponde a otros reinventar la monarqu¨ªa.
Guillermo llega al trono con un 69% de aceptaci¨®n. En otros pa¨ªses las encuestas ofrecen datos preocupantes para quienes est¨¢n en el trono. Al menos Guillermo parte con viento a favor en la tarea que ha emprendido.
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