La amistad como elixir de juventud (y de felicidad)
¡°Sin amistad nadie querr¨ªa vivir, aun cuando poseyera todos los dem¨¢s bienes [¡]; porque ?de qu¨¦ sirve esta clase de prosperidad si se la priva de la facultad de hacer bien, que se ejerce preferentemente y de modo m¨¢s laudable respecto a los amigos?¡±
Arist¨®teles, ?tica a Nic¨®maco
La amistad hace que la vida sea m¨¢s f¨¢cil, ya lo dijo Arist¨®teles, y nos ayuda adem¨¢s a ser m¨¢s felices. El dato nos los aport¨® Burt hace a?os con su estudio sobre la amistad y la correlaci¨®n con la felicidad. Cuando una persona afirmaba contar con cinco o seis amigos con quienes compartir sus problemas ten¨ªa un 60% m¨¢s de posibilidades de decir que se sent¨ªa muy feliz. Por ello, el arte de cultivar amigos es una de las habilidades que, aunque no siempre se nos ense?e, nos arma para enfrentarnos a las dificultades y saborear los momentos compartidos.
La amistad, adem¨¢s, nos rescata de la soledad a veces corrosiva. No olvidemos que en Occidente se calcula que una cuarta parte de las personas afirman sentirse solos. Y nos hace m¨¢s longevos y con m¨¢s calidad de vida. ?sta es la conclusi¨®n de un estudio realizado por la universidad australiana de Flinders. Durante 10 a?os analizaron las relaciones sociales de 1.477 personas mayores de 70 a?os y lo correlacionaron con su longevidad. La conclusi¨®n es muy reveladora: aquellos que ten¨ªan m¨¢s y mejores relaciones con amigos, que no con familiares, llegaban a tener un 22 por 100 m¨¢s de probabilidades de sobrevivir. Es decir, la amistad es tambi¨¦n un elixir de juventud.
Pero, cuidado, la amistad es un arte y una experiencia que se apoya en la generosidad y en mirar a la otra persona con ojos amables. La amistad nos cuida y nos protege incluso de nuestros propias cr¨ªticas. ?Por qu¨¦ llamamos a los amigos cuando estamos mal? Porque son ellos los que conectan con esa parte dulce que a veces se nos olvida de nosotros mismos. Esto no significa que el amigo no nos confronte o nos d¨¦ siempre la raz¨®n. En absoluto, pero para que se sostenga en el tiempo ha de ser desde un espacio amable, donde no haya miedo a mostrarse con nuestras facetas. De otro modo, no ser¨¢ un amigo. Como dec¨ªa Josep Pla, en la vida ¡°hay amigos, conocidos y saludados¡±. Con los amigos te desnudas interiormente sin miedo ni juicio, y con los saludados compartes conversaciones m¨¢s superficiales, aunque por supuesto a veces necesarias.
La amistad, adem¨¢s, no se erosiona con el tiempo. Podemos ver a un buen amigo con el que no hayamos conectado desde hace a?os y retomar la amistad como si no hubieran pasado los d¨ªas. Esa es la magia de la amistad. Se teje sobre hilos que nos hacen grandes y que nos da sentido a nuestra vida.
Recetas
- Haz el propio test de Burt: ?A cu¨¢ntos amigos podr¨ªas contarle un problema importante? Si son m¨¢s de seis, ya sabes, tienes m¨¢s probabilidades de ser feliz.
- Revisa tu agenda y piensa ?cu¨¢nto tiempo dedicas a los amigos? Si crees que es insuficiente, traza un plan de acci¨®n para estar m¨¢s cerca de ellos.
- Sorprende con algo bonito a un amigo: un regalo, una llamada, una visita¡ es una receta para sentirte tambi¨¦n t¨² bien.
F¨®rmula
- Haz el propio test de Burt: ?A cu¨¢ntos amigos podr¨ªas contarle un problema importante? Si son m¨¢s de seis, ya sabes, tienes m¨¢s probabilidades de ser feliz.
- Revisa tu agenda y piensa ?cu¨¢nto tiempo dedicas a los amigos? Si crees que es insuficiente, traza un plan de acci¨®n para estar m¨¢s cerca de ellos.
- Sorprende con algo bonito a un amigo: un regalo, una llamada, una visita¡ es una receta para sentirte tambi¨¦n t¨² bien.
Fuente bibliogr¨¢fica: Worchel at al (2007): Psicolog¨ªa social, Thomson.
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