Sin consenso
El ministro Wert no deber¨ªa imponer una reforma educativa con tan amplio rechazo
La comunidad educativa, desde la guarder¨ªa a la universidad, se moviliz¨® ayer en contra de la reforma que se espera sea aprobada hoy en el Consejo de Ministros. El proyecto del ministro Jos¨¦ Ignacio Wert inicia su recorrido parlamentario sin consenso y en medio de una muy amplia contestaci¨®n social, en lo que ya se ha convertido en un mal end¨¦mico de la educaci¨®n en Espa?a: la sucesi¨®n de reformas legislativas de clara orientaci¨®n ideol¨®gica, impuestas por el Gobierno de turno, que son anuladas en cuanto se produce la alternancia en el poder. La de Wert ser¨¢ la s¨¦ptima reforma desde el inicio de la Transici¨®n, lo que da un promedio de permanencia insuficiente para poder evaluar ¨¦xitos y fracasos.
Para poder valorarlo, un proyecto educativo debe desarrollarse en el tiempo. Lo l¨®gico ser¨ªa partir de un modelo de amplio consenso y someter su aplicaci¨®n a una evaluaci¨®n permanente que corrija lo que no funciona. Sin duda el modelo actual tiene carencias que deben ser abordadas. Un fracaso escolar del 24,9% exige reformas. El prop¨®sito de Wert era ambicioso; por eso resulta m¨¢s lamentable que no haya sabido crear una din¨¢mica de di¨¢logo que permitiera consensuar los cambios.
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Diversos estudios han acreditado, por ejemplo, la necesidad de establecer incentivos a la calidad docente, de manera que se pueda premiar a los profesionales con m¨¢s dedicaci¨®n y entrega. Pero la implantaci¨®n de un estatuto del profesorado requerir¨ªa un pacto con la comunidad educativa y un aumento de los recursos. Puesto que no los hay, la reforma no aborda este aspecto crucial al que tambi¨¦n se opone una parte del profesorado que contempla la rigidez actual como una coraza protectora. Los expertos coinciden tambi¨¦n en la conveniencia de otorgar mayor poder a los directores de los centros: que tengan m¨¢s autoridad y puedan conformar los equipos es positivo. Hasta ahora la Administraci¨®n ha compartido con docentes y padres la decisi¨®n sobre el nombramiento, pero el proyecto le da total discrecionalidad. La tentaci¨®n de aplicar criterios clientelares en la elecci¨®n puede derivar en una politizaci¨®n muy negativa de las estructuras directivas.
Son solo dos ejemplos de lo que est¨¢ en juego. Pero lo que ha movilizado al sector educativo es la combinaci¨®n de un proyecto que se percibe como regresivo con un entorno de ajustes. Tras haber recortado 6.700 millones de euros desde 2010, la persistente degradaci¨®n de la red p¨²blica, en beneficio del sector concertado, puede afectar gravemente a la equidad. Y una educaci¨®n p¨²blica de calidad es lo que garantiza la igualdad de oportunidades. Aparte de imposiciones ideol¨®gicas no aceptables en una sociedad plural, como el tratamiento de la religi¨®n o la protecci¨®n de los colegios que separan por sexos, la reforma contiene elementos preocupantes. Est¨¢ a tiempo el ministro de negociar. No deber¨ªa desaprovechar la oportunidad.
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