Pacto a prueba
Rajoy descarta un acuerdo nacional por el empleo y ofrece di¨¢logo social sobre pensiones
El presidente del Gobierno no ve posible el pacto nacional por el empleo que los l¨ªderes de los principales sindicatos le pidieron ayer en La Moncloa, en presencia de los dirigentes de las organizaciones patronales. En cambio, les ofreci¨® di¨¢logo sobre reformas concretas, como la de las pensiones. Una recesi¨®n tan prolongada y el mazazo de los 6,2 millones de parados ayudan a explicar el giro t¨¢ctico del presidente, hasta ahora renuente al di¨¢logo, aunque Rajoy anticip¨® que seguir¨¢ con su hoja de ruta y se dijo dispuesto a asumir ¡°el coste y el desgaste¡± que sean precisos, en una declaraci¨®n que recuerda aquella de ¡°cueste lo que cueste y me cueste lo que me cueste¡± de su antecesor, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.
La convocatoria a La Moncloa corrige el error de no haber recibido p¨²blica y conjuntamente a dirigentes patronales y sindicales en 16 meses. Un tiempo en que este pa¨ªs sufri¨® dos huelgas generales, pero tambi¨¦n la inc¨®moda situaci¨®n de que Angela Merkel convocara a los l¨ªderes de CC OO y UGT antes que el propio jefe del Gobierno. Las encuestas de opini¨®n se han encargado de reflejar la pesada factura que el presidente paga por su aislamiento y los pocos resultados tangibles que esa estrategia ha producido: de ah¨ª el giro realizado.
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Otra cosa es lo que pueda esperarse del di¨¢logo social. El l¨ªder socialista, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, lo considera insuficiente; y Rajoy, que asegura haber hablado mucho con Rubalcaba, no desaprovecha la ocasi¨®n para quejarse de falta de apoyo en las iniciativas que ha hecho aprobar, desde la reforma laboral y la ley de estabilidad presupuestaria a la reforma financiera o los planes sobre desahucios y preferentes. Rajoy solo est¨¢ satisfecho del apoyo recibido en ¡°temas europeos¡±, que por cierto son los que m¨¢s le importan, como dej¨® claro en su comparecencia de ayer. El jefe del Ejecutivo persiste en no dar bazas pol¨ªticas a la oposici¨®n y le acusa de pretender solo aumentos del gasto p¨²blico, para los que no hay dinero. En ese camino se va a encontrar tambi¨¦n con los sindicatos, que le piden que suba la presi¨®n fiscal, no por la v¨ªa de incrementar los tipos del IVA o del IRPF, sino aumentando la lucha contra el fraude, obligando a la econom¨ªa sumergida a emerger y forzando una ¡°nueva regulaci¨®n¡± de las Sicav.
La exclusi¨®n de la oposici¨®n parlamentaria reduce la ambici¨®n de la iniciativa presidencial, pero no debe matar la expectativa de un di¨¢logo social, por limitado que sea. Es positivo que los l¨ªderes sindicales hayan presentado sus propuestas en tono moderado y resaltando la voluntad de huir de maximalismos. El Gobierno tiene ahora que dar pruebas de que la convocatoria de ayer a La Moncloa no ha sido un mero tanteo de la disposici¨®n de los sindicatos a mantener la moderaci¨®n salarial o aceptar la reforma de las pensiones, sino la de responder a esa gran mayor¨ªa de espa?oles que reclama pactos contra la crisis.
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