Un lugar bonito y?tranquilo?de?la conciencia

El pasado mes de abril muri¨® un hombre de 37 a?os llamado Francisco Guzm¨¢n. A medida que envejezco, m¨¢s me sorprende la vida, m¨¢s me maravilla su imprevisibilidad, su car¨¢cter parad¨®jico, la magia inconcebible que a veces derrocha. Francisco Guzm¨¢n ten¨ªa una licenciatura en F¨ªsica y otra en Humanidades y trabajaba como becario investigador en el Instituto de Filosof¨ªa del CSIC. Adem¨¢s era diverso funcional: naci¨® con par¨¢lisis cerebral y para moverse necesitaba una silla de ruedas. Brillante te¨®rico, fue un importante activista en el Movimiento de Vida Independiente de Espa?a, a trav¨¦s del foro Vida independiente y divertad (divertad es la uni¨®n entre diversidad y libertad). Entre otras cosas, fue promotor de un proyecto de asistencia personal llamado Programa de Vida Independiente; la Comunidad de Madrid dispone de este programa desde 2006 y atiende a 58 personas con diversidad funcional f¨ªsica, mayores de edad y con una vida activa de estudio o trabajo. En vez de recluirlos para siempre en residencias que, por muy bien atendidas que est¨¦n, terminan siendo c¨¢rceles, el programa ofrece asistencia personal los 365 d¨ªas al a?o para poder moverse, salir, entrar, trabajar, pasear y, en suma, vivir una vida digna de ser llamada as¨ª. Es una idea sencilla y magn¨ªfica y sale m¨¢s barata que las residencias. Al principio, Francisco cont¨® con 10 horas al d¨ªa de asistencia personal, que luego fueron reducidas a siete horas por la crisis. Un tiempo de libertad que ¨¦l sab¨ªa emplear muy bien.

Sus palabras est¨¢n entre las m¨¢s sabias, m¨¢s tiernas, m¨¢s valientes. Curan de la tristeza del vivir¡±

No le conoc¨ª personalmente y lo lamento. He sabido de ¨¦l a trav¨¦s de otro diverso funcional, el escritor y amigo Jos¨¦ Antonio Fortuny. ?l me envi¨® el documento que Francisco hab¨ªa dejado a modo de mensaje final, un texto titulado Paneg¨ªrico que me estall¨® en la cabeza. Sus palabras est¨¢n entre las m¨¢s hermosas que jam¨¢s he le¨ªdo. Entre las m¨¢s sabias. M¨¢s tiernas. M¨¢s valientes. Inmensas palabras sanadoras que deber¨ªan ser o¨ªdas por todo el mundo, porque curan de la tristeza del vivir. Hay personas que, teni¨¦ndolo todo en apariencia, no son capaces de sobrellevar el peso de la existencia y se suicidan o se hunden en la droga. Francisco, en cambio, parec¨ªa carecer hasta de lo m¨¢s b¨¢sico, como si el azar se hubiera ensa?ado con ¨¦l. Y, sin embargo, su amor a la vida nos emborracha. Pero prefiero callar, porque su voz es mucho m¨¢s poderosa que la m¨ªa. Por razones de espacio, aqu¨ª s¨®lo reproduzco parte de su texto. Si googleas Paneg¨ªrico minusval 2000 podr¨¢s leerlo todo. Y dice as¨ª:

¡°He visto y he hecho cosas que jam¨¢s imaginar¨ªais, lo supe por vuestro asombro cada vez que os las contaba.

He visto las nubes pasar como algodones bajo mis pies sobre el valle del r¨ªo Deva en Cantabria.

He bajado sin frenos en la silla, a tumba abierta, como los ciclistas, un viejo puerto en la sierra de Madrid, con la ¨²nica convicci¨®n de que yo y quien empujaba y derrapaba en las curvas ¨¦ramos capaces de hacerlo. Ten¨ªamos 12 a?os. (¡­)

He amado mucho, hasta querer morirme, fijaos qu¨¦ disparate¡­ y no tengo noticia de haber sido correspondido, tan solo indicios, destellos confusos y alg¨²n que otro chasco. Finalmente, el acontecimiento no tuvo lugar¡­ queda pendiente para la pr¨®xima vida.

Sin embargo, he practicado relaciones sexuales plenas, m¨¢s de lo que la mayor¨ªa probablemente habr¨ªa imaginado, y mucho, mucho menos de lo que me hubiera gustado en la vida. No lo comentaba casi nunca para evitar desaprobaciones in¨²tiles e innecesarias. Pero en esta lista de cosas por las que mi vida ha merecido la pena el sexo no pod¨ªa faltar.

Me he asomado a los misterios del cosmos. Aprend¨ª que el universo es muy grande, y las posibilidades, infinitas, as¨ª que no desesper¨¦is. (¡­) Por si alguno de los presentes a¨²n no se ha enterado: esto es la despedida de un diverso funcional. Tuve la gran fortuna de vivir como lo hice precisamente porque me permitieron aceptarme y vivir tal cual era. (¡­) Pod¨¦is felicitar a mis padres si os place, sin duda se lo merecen, sin embargo, no olvid¨¦is que no deber¨ªan haber sido los ¨²nicos soportes durante la mayor parte de mi vida. Las administraciones p¨²blicas deben garantizar la no discriminaci¨®n, la igualdad y la libertad de todos. (¡­) Me voy con el buen gusto de haber experimentado la aut¨¦ntica independencia.

Lamento al fin dejaros, ahora que empezaba a dejar de tener miedo. Que me desembarazaba de cautelas y obligaciones. Que me permit¨ªa, a veces, presentarme ante quien fuera tal cual soy, sin ostentosas demostraciones de paciencia o resistencia, y sin preocuparme demasiado por el futuro. Di pocos pasos por ese camino, me habr¨ªa gustado saber ad¨®nde me habr¨ªa conducido, seguramente a un lugar bonito y tranquilo de mi conciencia, un lugar que todos deber¨ªamos tener y compartir.

Desde vuestro recuerdo, os quiero¡±.

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