La Marca Espa?a y las ratas
A trav¨¦s de Yolanda Cort¨¦s, encargada de prensa de la Editorial Alfaguara, me llega una aparente petici¨®n (luego se ver¨¢ que no lo es tanto) cuyo remite tiene el pomposo y rid¨ªculo nombre de ¡°Alto Comisionado para la Marca Espa?a¡±. Ya la mera idea de considerar Espa?a una ¡°marca¡± (como tambi¨¦n se hace con Catalu?a, Andaluc¨ªa y dem¨¢s) habla del car¨¢cter venal y propagand¨ªstico de ese ¡°ente¡±, auspiciado por el actual Gobierno, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores y amparado al parecer por la Corona. A su frente est¨¢ Carlos Espinosa de los Monteros, que ha sido Presidente, ¡°entre otras compa?¨ªas¡±, de Iberia, Mercedes-Benz, Daimler-Chrysler y Gonz¨¢lez-Byass, para que no quepa duda de cu¨¢les son los prop¨®sitos (m¨¢s bien quim¨¦ricos, como comentar¨¦ el pr¨®ximo domingo) de dicha Marca.
Este Alto Comisionado ni siquiera sabe c¨®mo tratar a las personas en su petici¨®n, relacionada con un inminente acto de presentaci¨®n de la Marca en el Parlamento Europeo en Bruselas, en el que se mostrar¨¢ un v¨ªdeo al final del cual ¡°habr¨¢ una parte dedicada a aquellos ¡®rostros que nos representan all¨¢ donde vayan¡±. As¨ª que est¨¢n contactando ¡°con gente destacada de varios sectores¡±. ¡°La imagen¡±, dicen, ¡°se proyectar¨ªa junto con el nombre y el oficio durante un breve periodo de unos tres segundos (depender¨¢ de c¨®mo encaje todo)¡±, para lo que piden la autorizaci¨®n de los elegidos.
La Marca Espa?a, entre otras cosas, son las RATAS correteando como conejos por entre las mesas de las terrazas de la Plaza Mayor de Madrid"
Ya es bastante preocupante, e incluso amenazante, descubrir que uno, sin comerlo ni beberlo, y seg¨²n este Alto, ¡°representa¡± a algo m¨¢s que a uno mismo ¡°all¨¢ donde vaya¡±. Es decir, no tiene escapatoria. Si uno es espa?ol de nacimiento y pasaporte (cosa accidental en gran medida), y ha hecho alguna cosa ¡°destacada¡± en su ¡°oficio¡±, est¨¢ representando a Espa?a le guste o no, tenga la opini¨®n que tenga de este pa¨ªs y de sus Gobiernos, y haya o no intentado, a lo largo de su vida, apartarse y luchar contra lo que se ha considerado m¨¢s t¨ªpica o genuinamente espa?ol. En mi caso particular, durante al menos treinta y cinco de los cuarenta y dos a?os que llevo publicando, gran parte de los cr¨ªticos, colegas, funcionarios literarios y prensa poco menos que me negaron la nacionalidad, pese a haber escrito siempre en espa?ol. ¡°Es un ingl¨¦s que se traduce a s¨ª mismo, y su castellano est¨¢ lleno de extranjerismos e incorrecciones¡±, vendr¨ªa a ser, en resumen, el veredicto que recib¨ª de muchos durante mucho tiempo. Ahora resulta, sin embargo, que ¡°represento¡± a Espa?a ¨Csanto cielo¨C ¡°all¨¢ donde vaya¡±. Da lo mismo si viajo a un pa¨ªs u otro o si me quedo aqu¨ª sin moverme: en la frente llevo un cartel que no pone mi nombre ¨Clo ¨²nico de lo cual respondo y que ¡°represento¡±, otra aspiraci¨®n me parecer¨ªa megal¨®mana¨C, sino ¡°Marca Espa?a¡±. Lo que me vienen a comunicar es esto: ¡°Usted es espa?ol y se lo conoce algo por ah¨ª fuera, as¨ª que se jode¡±.
Pero ya he dicho que la petici¨®n no es tal del todo. Me imagino que esa autorizaci¨®n para el uso de la imagen y el nombre se la habr¨¢n solicitado a much¨ªsimas personas m¨¢s famosas y notables que yo, y que lo habr¨¢n hecho en parecidos t¨¦rminos: ¡°Este v¨ªdeo¡±, sigue la carta, ¡°va a utilizarse tambi¨¦n como v¨ªdeo promocional de la Marca Espa?a, as¨ª que se pretende tenga una gran proyecci¨®n nacional e internacional. Si estuviera interesado en aparecer le agradecer¨ªa¡± la mencionada autorizaci¨®n, ¡°y si quisiera podr¨ªa enviarnos tambi¨¦n alguna imagen o v¨ªdeo suyo¡±. No s¨¦ si se dan cuenta, pero de pronto la petici¨®n se ha convertido sibilinamente en un favor que el Alto le va a hacer a uno. ¡°Si estuviera interesado en aparecer¡±, se permiten a?adir de repente, como si la iniciativa no partiera de ellos. No ¡°Si tuviera a bien aparecer¡± ni ¡°Si aceptara ¡¡± ni ¡°Si no tuviera inconveniente en ¡¡±, nada de eso. Bueno, pase que a m¨ª me tomen por un piernas, probablemente lo sea. Pero supongo que habr¨¢n recibido una carta similar celebridades como Nadal, Montserrat Caball¨¦, Savater, Fernando Alonso, Casillas, Pen¨¦lope Cruz, Adri¨¤, Pl¨¢cido Domingo, P¨¦rez-Reverte, Almod¨®var, los Gasol, Barcel¨®, Amancio Ortega, Banderas, Mendoza, Alejandro Sanz, Ruiz Zaf¨®n, Iniesta o Bardem. El Alto debe de creer, por lo visto, que todas estas personalidades enloquecer¨¢n (iba a escribir ¡°perder¨¢n el culo¡±, pero es algo grosero) por que su rostro y su nombre aparezcan durante tres segundos ¨Ccon suerte¨C en una promoci¨®n de la Marca Espa?a. Ser¨¢ que andan necesitadas de ¡°proyecci¨®n nacional e internacional¡±, y ese v¨ªdeo va a proporcion¨¢rsela.
El domingo que viene contar¨¦ cu¨¢l fue mi respuesta, y tambi¨¦n en qu¨¦ consiste hoy la Marca Espa?a, en mi opini¨®n propia de un piernas. Pero les adelantar¨¦ ahora una escena reveladora y reciente, que jam¨¢s hab¨ªa contemplado en mi ciudad, ni siquiera en los a?os cincuenta en que nac¨ª. La Marca Espa?a, entre otras cosas, son las RATAS que ya he visto varias noches correteando como conejos por entre las mesas de las terrazas de la Plaza Mayor de Madrid, una de las m¨¢s tur¨ªsticas y emblem¨¢ticas del pa¨ªs (como para sentarse a esas mesas). El Madrid deteriorado de la alcaldesa Botella de Aznar. El Madrid controlado por el PP desde hace m¨¢s de veinte a?os. Peligrosas, insalubres, transmisoras de enfermedades, campando a sus anchas en pleno centro de la capital del Reino. Esa es una de las im¨¢genes actuales que deber¨ªa meter en su v¨ªdeo ese Alto Comisionado.
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