Bernie Ecclestone derrapa ante la Justicia alemana
El todopoderoso due?o de la f¨®rmula, acusado de sorborno a un funcionario e incitaci¨®n a la malversaci¨®n
Son ¡°tonter¨ªas¡±, seg¨²n el magnate de la f¨®rmula 1 Bernie Ecclestone, las acusaciones que podr¨ªan mandarlo a la c¨¢rcel por soborno de un funcionario p¨²blico e incitaci¨®n a la malversaci¨®n. La Fiscal¨ªa de M¨²nich formalizar¨¢ pronto estos cargos contra el multimillonario, seg¨²n public¨® la semana pasada el rotativo b¨¢varo S¨¹ddeutsche Zeitung. Pero la juez Margarete N?tzel de la Audiencia Territorial pide paciencia a los curiosos y al propio Ecclestone, que recibir¨¢ una notificaci¨®n de la Audiencia en las pr¨®ximas semanas. Dice N?tzel que no habr¨¢ ¡°ni confirmaci¨®n ni desmentido¡± hasta que el sospechoso sea informado. La parsimonia burocr¨¢tica en la pr¨®spera Baviera se agrava, en este caso, por los numerosos puentes que aligeran el mayo alem¨¢n. A mediados de junio se resolver¨¢ si entre los indudables talentos de Ecclestone para los negocios cuenta, seg¨²n los fiscales, el arte de repartir sobornos millonarios.
La friolera de 35 millones de euros. Se los embols¨® el banquero Gerhard Gribkowsky, hoy en la c¨¢rcel, de los alrededor de 2.600 millones de euros en los que se calcula la fortuna personal de Ecclestone. A cambio actu¨®, seg¨²n su propia confesi¨®n, en contra de los intereses del ruinoso banco p¨²blico b¨¢varo BayernLB para garantizar que Ecclestone conservara el control sobre la serie de carreras de coches que cada a?o forman el Mundial. El negocio de estas carreras genera casi 400 millones de euros anuales.
Se cree que el magnate londinense pag¨® 35 millones en sobornos
El banco b¨¢varo BayernLB se qued¨® hace algo m¨¢s de 10 a?os con las participaciones en la f¨®rmula 1 del multimillonario Leo Kirch, cuyo imperio medi¨¢tico acababa de hundirse con gran estr¨¦pito. Como alto ejecutivo, Gribkowsky deb¨ªa asegurar la influencia del banco en el estupendo negocio o, al menos, organizar una salida lucrativa para contener las p¨¦rdidas por la bancarrota de Kirch. Su participaci¨®n se valoraba en m¨¢s de 1.500 millones de euros.
Pero a Ecclestone le importunaba la presencia de banqueros p¨²blicos en los consejos de administraci¨®n de su imperio. Seg¨²n la versi¨®n del delincuente confeso Gribkowsky, lo llam¨® entonces a Londres para persuadirlo con una charla en la que el alem¨¢n dice haber temido por su vida. Cuenta el dominical brit¨¢nico Sunday Times que el magnate es un gran aficionado a las pel¨ªculas de El Padrino, en las que se hacen ofertas que no se pueden rechazar. Aquel d¨ªa, el londinense habl¨® a Gribkowsky de ¡°las verdades de la vida¡±. Entre ellas, la de que ¨¦l era el C¨¦sar incuestionable del circo de los b¨®lidos.
Ecclestone sigue si¨¦ndolo a sus 82 a?os. Gracias, entre otras cosas, al efecto de su encuentro con Gribkowsky. Relat¨® ¨¦ste a los jueces muniqueses que, para su sorpresa, el brit¨¢nico le propuso trabajar de consejero. ¡°Yo dije que s¨ª. Me pidi¨® un precio y le dije: 50 millones de d¨®lares [39,4 millones de euros]¡±. Percibi¨® Gribkowsky casi 35 millones de euros, se puso del lado de Ecclestone e impuls¨® la venta a terceros de las participaciones del banco en la f¨®rmula 1, que culmin¨® en 2005. Poco despu¨¦s y seg¨²n varios diarios alemanes, estas participaciones estaban ya en la cartera de Ecclestone.
El BayernLB ha necesitado inyecciones de miles de millones de euros de dinero p¨²blico para no quebrar en la crisis de 2008 y 2009. Tras conseguir que el BayernLB se desprendiera de su parte de la f¨®rmula 1, Gribkowsky presion¨® al banco para que su socio cobrara una comisi¨®n. M¨¢s de 65 millones.
La fortuna del patr¨®n del Mundial de coches se estima en 2.600 millones
Ecclestone dice, en cambio, que la verdadera v¨ªctima es ¨¦l mismo. El banquero lo chantaje¨® para obtener el lucrativo puesto de consejero y un generoso pr¨¦stamo al que accedi¨® para evitarse engorros. Gribkowsky se llev¨® el dinero a para¨ªsos fiscales variados y a Austria, donde meti¨® una parte en una fundaci¨®n de ayuda a ni?os enfermos de c¨¢ncer y as¨ª evitar impuestos. La llam¨® Fundaci¨®n Rayo de Sol. Dice Gribkowsky que los millones se emplearon para ayudar a ni?os enfermos y que su propio hijo padeci¨® la enfermedad. Sea esto cierto o no, los jueces de M¨²nich lo condenaron en verano a ocho a?os y medio de c¨¢rcel por evasi¨®n fiscal masiva y corrupci¨®n.
A favor de Ecclestone juega que el precio de venta obtenido por el BayernLB no era ninguna ganga. La confesi¨®n contra el brit¨¢nico firmada por Gribkowsky en verano le report¨® mejoras en su r¨¦gimen penitenciario y atenu¨® su condena. El corrupto banquero, que viv¨ªa a todo tren en un suburbio distinguido de M¨²nich, se ha puesto ahora a disposici¨®n de la Audiencia para perjudicar a su antiguo socio.
Los juzgados alemanes no procesan a acusados en rebeld¨ªa, as¨ª que Ecclestone podr¨ªa negarse a viajar a M¨²nich y arriesgarse a una orden de detenci¨®n internacional que ser¨ªa nefasta para su traj¨ªn como jefe de la f¨®rmula 1. Los reporteros especializados ya barajan posibles sucesores. ?l asegura que seguir¨¢ ¡°en el autob¨²s hasta que caiga sea enterrado en ¨¦l¡±. Es el veh¨ªculo que usa para desplazarse y trabajar, conocido tambi¨¦n como el Kremlin.
La Audiencia de M¨²nich sopesa estos d¨ªas la palabra de Gribkowsky contra la de Ecclestone. ?Es m¨¢s cre¨ªble el corrupto o el millonario? Implacable en su hermetismo, la juez N?tzel replicaba el viernes: ¡°Ya veremos¡±.
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