El ego
El que lo padece act¨²a como el llanero solitario o como el que asume que ya est¨¢ solo ante el peligro
El ego desmesurado lleva a la envidia desmesurada, y la envidia desmesurada lleva al odio sin medida. No lo curan los a?os.
Se manifiesta cuando cualquier movimiento alrededor se interpreta como un ataque o como una amenaza. A veces surge como la forma m¨¢s tormentosa de la defensa propia, y adopta el aire de la deslealtad sin paliativos.
Quien lo practica considera en ese momento que se est¨¢ comportando as¨ª porque es un sujeto digno, respetuoso con su propia responsabilidad. ?l es justo. Probablemente el m¨¢s justo.
El ego desmesurado no tiene l¨ªmite. Descuida el recuerdo, act¨²a sin tener en cuenta la propia historia, desde?ando tambi¨¦n la historia ajena, de modo que desde?a lo que hizo (mal) y olvida lo que recibi¨® de otros.
En ese momento no ve, en su hoja de servicios, sino calidades positivas, est¨¢ feliz de haberse conocido y lo que le extra?a es que no le reconozcan los beneficios que esparci¨®. En medio de la tormenta generada por el ego desmesurado, el que lo padece act¨²a como el llanero solitario o como el que asume que ya est¨¢ solo ante el peligro. Mira alrededor y dice: ¡°Pero ?no saben qui¨¦n soy? Yo soy el que vine a salvaros¡±.
En un momento de su exabrupto desenfundar¨¢ y les recordar¨¢ a todos que ¨¦l es ¨²nico de su clase que lo hizo mejor, y dictar¨¢ lecciones p¨²blicas. Antes habr¨¢ lanzado en privado sus indirectas, pero cuando vislumbra que esos avisos no bastan se sube a la silla, en el saloon actual, que es la televisi¨®n, por ejemplo, para advertir. Despu¨¦s de decir eso tan coloquial, ¡°me van a o¨ªr¡±, en efecto se deja o¨ªr. Y la arma.
Se deja o¨ªr para armarla, y ya cuando alrededor regurgitan sobre lo que ha dicho, ¨¦l se sienta hacia atr¨¢s en su asiento: ¡°Se han enterado¡±. ?Acaba ah¨ª el efecto desmesurado del ego? No, el ego es una huella similar a la del colesterol: si no haces ejercicio, aumenta, y en este caso no se trata de hacer gimnasia f¨ªsica tan solo, se trata de oxigenar la mente para que en esta entren miligramos de autocr¨ªtica.
El expresidente Aznar ha tenido esta semana un episodio bastante natural de este tipo de afecciones del ego. Mientras se produjo, ante la televisi¨®n, ¡°escoltado¡±, como public¨® el diario La Raz¨®n, por tres periodistas, la visi¨®n que pod¨ªamos obtener era la de un hombre que se defend¨ªa atacando, a este peri¨®dico, por ejemplo, y luego a su partido, y despu¨¦s al presidente de su partido, desde la perspectiva de su propia raz¨®n. El otro no tiene raz¨®n, ni informaci¨®n, es adem¨¢s insidioso, y en el caso restante, esta gente que estuvo a mi cargo ahora lo est¨¢ haciendo mal, y aqu¨ª estoy yo para decirles c¨®mo hay que hacerlo.
La que se arm¨® fue muy gorda, porque la cu?a de la madera que ¨¦l martilleaba era de su propia madera; lo que dijo contra EL PA?S y el grupo que lo sustenta forma parte de la tradici¨®n de sus ataques (intent¨® que fueran a la c¨¢rcel en 1997 varios de sus principales directivos), pero lo nuevo en este ejercicio de ego desmesurado es lo que dijo contra todos, sentado como en un saloon y poniendo de manifiesto que ¨¦l sirve, y servir¨¢. No dijo que los dem¨¢s fueran inservibles, pero lo deb¨ªa de tener escrito en una libretita azul que en cualquier momento sacar¨¢ de su armario ropero.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.