La generosidad en el trabajo nos hace m¨¢s eficaces

La generosidad se contagia y mejora el bienestar laboral. Esta ha sido una de las conclusiones del estudio de Sonja Lyubomirsky de la Universidad de California Riverside realizado in situ entre los trabajadores de Coca-Cola Iberia. Despu¨¦s de analizar durante cuatro meses los comportamientos de los profesionales voluntarios en las oficinas de Madrid (mayoritariamente mujeres de edades entre los 22 y 61 a?os de distintos departamentos), se lleg¨® a la conclusi¨®n de que las personas m¨¢s generosas se muestran menos irritables, tienen mejor apetito, mejor calidad de sue?o, reducen sus s¨ªntomas depresivos y se sienten m¨¢s comprometidas con su trabajo. Adem¨¢s de todo ello, son capaces de generar mayor conexi¨®n con el resto de compa?eros. No est¨¢ mal. Ahora bien, ?la generosidad nos viene de ¡°serie¡±? La antropolog¨ªa nos da la respuesta: Parece que est¨¢ en nuestro ADN como humanos.

En las excavaciones de Atapuerca se encontr¨® el cr¨¢neo de una ni?a de la especie heidelbergensis que naci¨® con malformaciones hace 500.000 a?os. Parece que durante su gestaci¨®n los huesos del cr¨¢neo de Benjamina, como la han bautizado los paleont¨®logos, no acabaron de soldarse, lo que le produjo par¨¢lisis cerebral y f¨ªsica. Lo sorprendente fue que consiguiera vivir hasta los 10 a?os y no muriera en un entorno rodeado de tigres de dientes de sable y otros gatitos similares. Si tenemos en cuenta que hace medio mill¨®n de a?os se consideraba muy anciano a aquel que alcanzaba los 40 a?os de vida, podemos decir que esta ni?a vivi¨® m¨¢s de una tercera parte de lo que vivir¨ªa cualquier persona sana. Y la clave fue la generosidad que le brindaron los de su clan, quienes queda claro que no eran tan salvajes como pudi¨¦ramos imaginarnos.

Las investigaciones actuales, como la realizada por Lyubomirsky, est¨¢n demostrando que la generosidad adem¨¢s de ayudarnos a evolucionar como especie, refuerza nuestro compromiso con la empresa y crea un mejor ambiente de trabajo. En la medida en que seamos generosos, creamos un entorno mucho m¨¢s agradable a nuestro alrededor y conseguimos que beneficie tambi¨¦n a las personas con las que trabajamos. Es posible que, visto as¨ª, fuera interesante incluir dentro de los famosos procesos de selecci¨®n o, incluso de promoci¨®n en las empresas, la variable de la generosidad (y del optimismo, como vimos hace un tiempo).

La generosidad es una manera de entender la vida, m¨¢s all¨¢ incluso de una mera habilidad. Est¨¢ relacionada con la capacidad de dar y de entregarnos, de cuidar a los que nos rodean. La generosidad no solo se centra en cuestiones materiales, sino tambi¨¦n con respecto al tiempo o a los afectos. Parte de una concepci¨®n mucho m¨¢s positiva del mundo: Ser¨¦ m¨¢s feliz en la medida en que no acumule, sino que comparta. Y aunque nuestros ¡°tatatara¡­ abuelos¡± ya la evidenciaban, hay personas que prefieren actuar de un modo bien diferente. Ahora bien, ?puede desarrollarse? S¨ª, aunque primero hay que desear hacerlo. Por ello, estudios que demuestren que impulsar la generosidad nos hace m¨¢s felices ayudan a los m¨¢s esc¨¦pticos a explorar este camino. Veamos algunas sugerencias sencillas.

Recetas

F¨®rmula

1. ?Te consideras una persona generosa? Analiza en la ¨²ltima semana qu¨¦ actos generosos has tenido con las personas de tu entorno de trabajo.
2. Haz un ejercicio de desprenderte de lo que no uses. Revisa los armarios, tu mesa de trabajo y regala cosas que quiz¨¢ no hubieras hecho en otro momento.
3. Repasa si en tus conversaciones hay m¨¢s inter¨¦s por hablar de ti o por escuchar las necesidades del otro. La generosidad tambi¨¦n est¨¢ en la predisposici¨®n de ver a la otra persona con una mirada m¨¢s amable y positiva.