Malala da las gracias al heredero de Abu Dhabi
La activista paquistan¨ª por el derecho de las ni?as a la educaci¨®n viaja al emirato para agradecer a la familia gobernante la ayuda que le prest¨® cuando los talibanes quisieron asesinarla
Malala ha vuelto a recobrar la sonrisa. As¨ª lo ha demostrado durante una breve visita a Abu Dhabi, acompa?ada de su padre, Ziauddin Yousafzai. La joven activista paquistan¨ª por el derecho de las ni?as a la educaci¨®n ha viajado a ese emirato para agradecer a la familia gobernante la ayuda que le prest¨® cuando los talibanes intentaron asesinarla el pasado octubre. El emir, el jeque Jalifa Bin Zayed al Nahyan, puso a su disposici¨®n un avi¨®n medicalizado que fue clave para salvarle la vida.
¡°Ha sido una visita privada¡±, explica a esta corresponsal una fuente de la Embajada de Pakist¨¢n en Emiratos ?rabes Unidos. No obstante, la agencia oficial de noticias, WAM, ha difundido una fotograf¨ªa en la que puede verse a Malala, de 15 a?os, entregando al jeque Mohamed, hermano y heredero del emir, un cuadro pintado por ella misma. Aunque el pie de foto no lo dice, el paisaje verde que se observa tiene el aspecto de ser el valle del Swat, la comarca donde viv¨ªan los Yousfzai y que los talibanes tomaron en 2007.
Poco despu¨¦s, Malala empez¨® a escribir un diario para la web de la BBC en Urdu con el seud¨®nimo de Gul Makai. All¨ª, con un lenguaje sencillo y directo, contaba como poco a poco los talibanes limitaban la asistencia de las ni?as a clase. ¡°Tengo miedo. De camino a la escuela, o¨ª a un hombre [que dec¨ªa] ¡®te voy a matar¡¯¡±, anot¨® en una de las entradas. Cuando dos a?os m¨¢s tarde el Ej¨¦rcito logr¨® recuperar el valle, se conoci¨® la verdadera identidad de la autora y Malala se convirti¨® en la bestia negra de esos zelotes.
No era una broma. Un informe militar aseguraba que durante su control de la zona los talibanes hab¨ªan decapitado a 13 ni?as, destruido 170 escuelas y puesto bombas en otras cinco. Pero Malala no cej¨®. Apoyada por su padre, maestro y propietario de una escuela femenina, sigui¨® defendiendo el derecho a la educaci¨®n universal de ni?os y ni?as, en un pa¨ªs en el que hay sectores que rechazan formar a las mujeres y el Estado es demasiado d¨¦bil para imponer la escolarizaci¨®n obligatoria.
Hasta que el pasado 9 de octubre, dos pistoleros la esperaron a la salida de clase y abordaron la furgoneta en la que regresaba a casa con otras compa?eras. Dos de ellas resultaron tambi¨¦n heridas, pero ya han vuelto a clase. El eco del caso, que despert¨® la indignaci¨®n mundial e hizo reflexionar a los propios paquistan¨ªes, ha hecho que Malala fuera elegida como una de Las 100 personas m¨¢s influyentes del mundo, en la selecci¨®n anual de la revista Time, el pasado 29 de abril.
Tras su visita a Abu Dhabi, Malala y su padre han seguido de camino a La Meca para realizar la umra, o peregrinaje menor, que a diferencia del hajj, uno de los cinco pilares del islam, no es necesario hacer en una fecha determinada. Aunque las fuentes diplom¨¢ticas no han querido dar detalles sobre el mismo, todo parece indicar que el viaje ha sido un regalo de los Al Nahyan.
Tras el atentado, el emir tambi¨¦n ofreci¨® que fuera tratada en un hospital de Dub¨¢i, pero finalmente, ante la gravedad de sus heridas, se opt¨® por trasladarla al hospital Queen Elizabeth, de Birmingham (Reino Unido), un centro especializado en militares heridos en combate. Aunque los m¨¦dicos militares paquistan¨ªes lograron extraerle una bala alojada muy cerca de la espina dorsal, quedaba por delante una delicada tarea de reconstrucci¨®n de la parte izquierda del cr¨¢neo que hab¨ªa resultado muy da?ada por otro de los proyectiles. Tras varias intervenciones, la joven fue dada de alta hace unos meses y ahora prosigue su rehabilitaci¨®n. A pesar de que los doctores aseguran que su cerebro no ha resultado afectado, le llevar¨¢ tiempo recuperarse del todo. Todas las fotos que hay despu¨¦s del ataque, solo muestran su perfil derecho.
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