Otra Ch¨¢vez en el Gobierno venezolano
Maduro ficha a la hija mayor del expresidente para liderar una fundaci¨®n Rosa Virginia est¨¢ casada con el vicepresidente del Gobierno
Con un padre tan relevante y locuaz, la vida de Rosa Virginia Ch¨¢vez Colmenares (Maracay, 1976), la primog¨¦nita de Hugo Ch¨¢vez, parec¨ªa confinada a un pie de p¨¢gina en la historia. El comandante presidente hablaba tanto y tan seguido que solo despu¨¦s de fallecido la opini¨®n p¨²blica escuch¨® el timbre de voz de una de sus hijas, Mar¨ªa Gabriela, quiz¨¢ la m¨¢s extrovertida de los cuatro descendientes. Rosa Virginia se sent¨ªa c¨®moda de la mano de su padre en los actos oficiales, o como esposa del vicepresidente Jorge Arreaza y madre de dos hijos. Los v¨¢stagos de Ch¨¢vez eran en realidad un corte de cine mudo, rostros y gestos antes que inflexiones de voz. Hab¨ªa ¨Chay- en Rosa Virginia una fallida voluntad de diluirse y de ponerse a salvo de los comentarios de la opini¨®n p¨²blica, a la que juzga mordaz con no poca raz¨®n. Su padre experiment¨® la fiereza de la prensa que lo atacaba sin piedad por su desempe?o como gobernante e incluso por su origen humilde.
Pero desde el fin de semana, Rosa Virginia Ch¨¢vez tiene reservado otro destino. El presidente Nicol¨¢s Maduro la ha nombrado como principal responsable de la Misi¨®n Milagro, uno de los programas sociales creados por Caracas y La Habana en 2003 para operar de la vista a quienes no tienen los medios econ¨®micos para costear la enfermedad. No tiene escapatoria: Rosa Virginia deber¨¢ abandonar el perfil bajo. El cargo est¨¢ adscrito a la vicepresidencia de la Rep¨²blica que est¨¢ ocupada por su marido, el internacionalista Arreaza, y es un traje hecho a la medida del perfil austero que en vida les intent¨® construir el caudillo.
¡°Yo recuerdo que una vez ven¨ªamos en la v¨ªa hacia Caracas¡±, cont¨® Ch¨¢vez en los Cuentos del ara?ero, un libro de corte costumbrista con historias de su vida provinciana y rural recogidas de sus copiosas intervenciones, ¡°y nos detuvimos en un borde de la autopista. ¡®Miren¡¯, les dec¨ªa a mis hijos, ¡®ustedes tienen suerte de tener un padre que puede, m¨¢s o menos, proporcionarles un sustento. All¨¢ arriba, en aquellos centros, hay muchos ni?os sin padre ni sustento¡¯¡±. Es un misterio saber si desde el silencio Rosa Virginia hizo suyo esa declaraci¨®n de intenciones. Su sucinta biograf¨ªa dice que estudi¨® Relaciones Internacionales en la Universidad Central de Venezuela, que en 2003 se cas¨® en primeras nupcias con el empresario Pedro Manuel Prieto, que tuvo un hijo, Manuel Alejandro, al que Ch¨¢vez llamaba El gallito y mostraba con alguna frecuencia en su programa de los domingos, y que luego, iniciado el segundo gobierno de su padre, se enamor¨® del actual vicepresidente.
Fue el mismo Hugo Ch¨¢vez que anunci¨® los amor¨ªos en una visita a Espa?a. Arreaza, un presentador del canal estatal Venezolana de Televisi¨®n, parece el perfecto complemento para una personalidad tan discreta, que s¨®lo salt¨® a la primera plana cuando se cas¨® por primera vez en el palacio de Miraflores hace diez a?os. La prensa sentimental no fue invitada y sus representantes informaron a trav¨¦s de algunos asistentes sobre los detalles de la ceremonia. No hubo lista de bodas por motivos de seguridad ¨Capenas el a?o anterior el suegro hab¨ªa sido derrocado brevemente- y la novia no particip¨® de la organizaci¨®n.
S¨®lo una vez el vicepresidente se permiti¨® salirse de ese libreto de hierro en el que la causa bolivariana lo es todo. A un diario chavista le cont¨® c¨®mo le inform¨® a su suegro. ¡°Yo amo a esa mujer, presidente¡±, fue la frase culminante, casi como de culebr¨®n. La vida p¨²blica de la pareja Arreaza-Ch¨¢vez apenas est¨¢ comenzando.
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