Europa ante Siria

Sea cual fuere el efecto que sobre el terreno pueda tener la decisi¨®n de la Uni¨®n Europea de acabar a la carta con el embargo de armas a los rebeldes moderados sirios, la manera en que se ha producido ya ha tenido el de permitir a un desafiante Mosc¨² anunciar que enviar¨¢ a Bachar el Asad sus misiles avanzados tierra-aire S-300. Se trata de un sistema preciso y modernizado ¡ªequivalente a los Patriot estadounidenses desplegados en Turqu¨ªa¡ª sobre el que Israel ha asegurado que sabr¨¢ lo que tiene que hacer si esos cohetes, con un alcance de 300 kil¨®metros, llegan a Damasco. Rusia, con insuperable cinismo, afirma que los S-300 ayudar¨¢n a ¡°prevenir la intervenci¨®n extranjera y a estabilizar la situaci¨®n¡± en Siria.

Si Europa pretend¨ªa enviar un mensaje de firmeza a El Asad ante la eventual conferencia de paz en Ginebra, el mes pr¨®ximo, no lo ha conseguido. Una organizaci¨®n que pretende una sola voz y que a la vez necesita la unanimidad de sus 27 miembros para adoptar una medida relevante de pol¨ªtica exterior es una organizaci¨®n gripada. La divisi¨®n sobre Siria escenificada penosamente por la UE deval¨²a abiertamente su capacidad de amedrentar a Damasco. Ni Par¨ªs ni Londres, promotores del final del embargo, han dicho cu¨¢ndo comenzar¨¢n a enviar armas a los combatientes moderados, pero se distancian ya del anuncio de Bruselas seg¨²n el cual existe el compromiso de no hacerlo antes de agosto, para dar a Ginebra su oportunidad.

Los acontecimientos en Siria van muy por delante de la diplomacia. Es improbable que la ayuda b¨¦lica europea, cuando se produzca, sirva para dar a los moderados la fuerza negociadora deseable o para alterar sobre el terreno una situaci¨®n en la que, tras m¨¢s de dos a?os de mirar hacia otro lado, el yihadismo no cesa de abrirse paso. Pero es necesario intentarlo.

La inoperancia de la ONU y la falta de voluntad pol¨ªtica de EE UU y la UE para detener a un r¨¦gimen exterminador, en flagrante contradicci¨®n con su discurso doctrinal, han permitido que Mosc¨², Teher¨¢n y la milicia fundamentalista Hezbol¨¢ ¡ªimprobables ejemplos todos ellos de compromiso con valores deseables¡ª cierren filas en torno al tirano sirio. Esa pasividad occidental, que tiene su reflejo en la profunda divisi¨®n pol¨ªtica y militar de los rebeldes, tambi¨¦n refuerza en ¨²ltima instancia la posici¨®n de El Asad y sus protectores ante la prevista cita suiza del mes pr¨®ximo.