?frica tambi¨¦n es LGBT
Alfredo Pazmi?o (Lima, Per¨², 1982) es el presidente de la Fundaci¨®n Tri¨¢ngulo en Canarias y celebra, estos d¨ªas, que el trabajo de derechos humanos con los colectivos LGBT va cobrando cuerpo, a?o tras a?o, en los pa¨ªses africanos.
La ONG para la que trabaja acaba de lanzar una nueva campa?a, de la mano de activistas conocidos como la ugandesa Kasha Nabagesera y otros algo menos medi¨¢ticos, como el sierraleon¨¦s George Reginald Freeman (*). Se trata de ?fricaLGBT, un proyecto que cuenta con una exposici¨®n itinerante que muestra las realidades LGBT africanas y retrata la diversidad, la historia y el trabajo del activismo LGBT del continente. En su ideario figura no contribuir a ideas e im¨¢genes oscuras de ?frica y reflejar el proceso de lucha de sus sociedades y organizaciones desde un punto de vista positivo, siempre en red y desde la sociedad civil organizada.
Tri¨¢ngulo organiza una conferencia sobre los derechos humanos de los africanos LGBT desde 2010, en colaboraci¨®n con las universidades de La Laguna y Las Palmas de Gran Canaria. En su primera edici¨®n, contaron con Alice Nkom y con David Kato, activista ugand¨¦s que no pudo acudir a la cita y muri¨® asesinado poco despu¨¦s.
George Freeman (izquierda), junto al activista tunecino Moujib Errahame Khaldi en Casa ?frica
"Alice trabaja en un proyecto que ya est¨¢ muy rodado, con fondos de la Uni¨®n Europea, y que se ha plasmado en la campa?a Homosexuales en Camer¨²n: gente como t¨² y como yo -explica Alfredo Pazmi?o por tel¨¦fono desde Tenerife- Es una campa?a que ha marcado un antes y un despu¨¦s en el activismo LGBT. Camer¨²n ha pasado de ser un pa¨ªs con una triste reputaci¨®n por la homofobia a convertirse en la punta de lanza de la lucha por los derechos LGBT gracias al trabajo de activistas como Alice. Una mujer, adem¨¢s, que est¨¢ arriesgando su vida para trabajar en estos temas sin estar directamente implicada en ellos, ya que es una abogada heterosexual de 65 a?os".
La posici¨®n de Francia ha sido decisiva en los pa¨ªses bajo su "influencia", seg¨²n Pazmi?o. "Hay un avance significativo en ellos, como en Mali, que tras un conflicto b¨¦lico, como en el caso de T¨²nez, ha vivido una especie de quiebra. Sus activistas tratan de ser m¨¢s visibles de una manera positiva. El Magreb se manifest¨® en su momento contra las dictaduras con la Primavera ?rabe y ahora, los activistas LGBT de la zona piden un cambio estructural, no como en Occidente donde nos enfocamos hacia el matrimonio, sino hacia el reconocimiento y una visibilidad de las distintas maneras de vivir el sexo y las relaciones", cuenta.
Para el activista, Cabo Verde es el pa¨ªs africano donde los derechos de la poblaci¨®n LGBT se respetan y protegen mejor. Se trata, adem¨¢s, de una posici¨®n asumida a nivel gubernamental y que el ejecutivo caboverdiano ha trasladado, de manera m¨¢s o menos soterrada, al seno de la Uni¨®n Africana. El trabajo conjunto de la sociedad civil y de las administraciones p¨²blicas en este sentido y la postura realmente avanzada de Cabo Verde se reflejan en un documental de la productora catalana Doble Banda que la Fundaci¨®n Tri¨¢ngulo apoya en estos momentos y en el que se retrata, por ejemplo, el papel importante y el estatus privilegiado de las mujeres transexuales en estas islas del Atl¨¢ntico.
Alfredo Pazmi?o es consciente de que la labor del Parlamento Europeo y de la Comisi¨®n Europea es fundamental para apoyar el trabajo diario de los activistas sobre el terreno y de que es precisamente el quehacer de la sociedad civil, sin injerencias externas, y con el simple acompa?amiento del resto de las sociedades civiles del planeta lo que lleva a los avances. Tambi¨¦n es consciente de la triste reputaci¨®n de algunas ongs y gobiernos occidentales entre muchos africanos que consideran que, con su presi¨®n a favor de la poblaci¨®n LGBT, intentan una suerte de nueva colonizaci¨®n ligada a la ayuda para la cooperaci¨®n.
"Estamos en contra de la condicionalidad en la ayuda de los gobiernos a pa¨ªses africanos, como en el caso de Gran Breta?a con Malaui, por ejemplo. Nuestro acercamiento a los derechos de la poblaci¨®n LGBT se da a trav¨¦s del trabajo de igual a igual con la sociedad civil organizada. En el caso de la cooperaci¨®n internacional, hay unos acuerdos ya firmados que tambi¨¦n niegan la condicionalidad de la asistencia al desarrollo o alimentaria, por ejemplo".
Frente a las cr¨ªticas de algunos africanos a la defensa de los derechos LGBT basadas en que la homosexualidad no es africana, Pazmi?o recomienda un libro (en catal¨¢n) de Marc Serena: Esto no es africano.
"Algunas personas hablan de la homosexualidad como un mal tra¨ªdo de Occicente, pero en este libro vemos casos de matrimonios entre mujeres en Mozambique o pr¨¢cticas de matriarcado en ?frica austral. El discurso anti-gay es parte de una respuesta al neocolonialismo articulada por algunos africanos, pero el hecho de ser gay no tiene nada que ver con el lugar donde nacemos, nuestra piel o nuestra cultura".
"Lo de los avances positivos creo que es bastante subjetivo y depende de la capacidad de cada uno (si vives con tu familia o lejos de ella, si puedes mantenterte econ¨®micamente)", empieza. "Durante estos a?os, la informaci¨®n sobre temas LGBT se ha incrementado. S¨®lo durante el ¨²ltimo a?o, menos del 10 % de la cobertura medi¨¢tica se centr¨® en temas LGBT (hablando de los medios mainstream sudafricanos) y casi todo, si no todo, en cr¨ªmenes de odio, sobre todo contra las lesbianas que se visten de una manera m¨¢s "masculina". La situaci¨®n este a?o, con lo que est¨¢ pasando en Estados Unidos (estados que aprueban el matrimonio gay) y las bodas recientes (incluyendo la de un antiguo Mister Gay Namibia y un ciudadano botsuano) y a pesar de la indiferencia del gobierno sudafricano hacia la violencia que sufren sus j¨®venes ciudadanos LGBT, hace que estos temas se discutan".
Dumiso Gatsha subraya que el avance es perceptible en cuestiones quiz¨¢s m¨¢s mundanas, como el hecho de que hay personajes gay y lesbianas presentes en culebrones como Generations, uno de los m¨¢s vistos en la Comunidad de Desarrollo de ?frica Austral (SADC por sus siglas en ingl¨¦s). Sin embargo, tambi¨¦n es consciente de que esos progresos son visibles en las clases altas y los contextos urbanos.
"No puedo decir que haya cosas positivas en Zambia, donde se ejerce un acoso activo a cualquiera que persiga la igualdad legal o de aquellos a los que se percibe como homosexuales. Hay informes de violencia y malos tratos de detenidos que esperan juicio, algo que todav¨ªa est¨¢ fresco con los arrestos y las condenas que se dieron en Malaui hace pocos a?os", contin¨²a. "Sin embargo, el hecho de que los centros metropolitanos y financieros son mucho m¨¢s tolerantes para el colectivo LGBT muestra un poco c¨®mo ha sido la progresi¨®n hacia la aceptaci¨®n y la tolerancia en las grandes ciudades". Y menciona la celebraci¨®n en Johannesburgo de Mister Gay Namibia y Mister Gay Botsuana, una boda tradicional oficiada entre hombres del mismo sexo sudafricanos o su propia vida en Gaborone, la capital botsuana.
El caso no es el mismo, sin embargo, para los homosexuales que viven en ¨¢reas remotas, a los que se recuerda constantemente su diferencia y que con frecuencia tienen que hacer frente a la violencia, el desempleo, las dificultades para acceder a la educaci¨®n, las infraestructuras limitadas y la falta de servicios estatales. Por no hablar del estigma cultural y religioso.
"Cuando una historia de dimensi¨®n nacional, como la uni¨®n tradicional de dos hombres, se discute, sus comunidades los identifican como la "cara" de lo que est¨¢ pasando. Los que perpetran las injusticias cotidianas que los homosexuales reciben los se?alan para resarcirse de sus frustraciones o "ense?arles una lecci¨®n" sobre lo que es la cultura y c¨®mo se supone que un hombre o una mujer tiene que ser". Y menciona, en el caso de la boda tradicional gay, a los residentes LGBT de esas peque?as comunidades perdidas que son castigados por una salida del armario p¨²blica que, adem¨¢s, ha ofendido a una parte de la poblaci¨®n m¨¢s tradicional. Recuerda que un joven de Ciudad del Cabo fue salvajemente apaleado y ejecutado de un tiro a corta distancia justo cuando los medios exhib¨ªan las im¨¢genes del acto.
Para Dumiso Gathsa, el progreso es subjetivo, pero -al menos- los medios muestran a los homosexuales bajo una luz favorable, no como una amenaza para la sociedad.
"?frica tiene todav¨ªa un largo camino que recorrer en t¨¦rminos de derechos humanos y una buena se?al es el hecho de que la gente habla sobre ello. Puede ser hiriente o desagradable, pero lo importante es que hay un di¨¢logo. Significa que los l¨ªderes pueden debatir, a pesar de sus opiniones y virtudes. Por tanto, hay una oportunidad para nosotros, los activistas, de asegurarnos el proyectar y presentarnos a nosotros mismos de una manera que muestre c¨®mo contribuimos a la socidad y c¨®mo no hay perjuicios en garantizarnos la igualdad".
El joven activista y bloguero, ligado al proyecto PinkAnatomyBW, afirma que se siente una excepci¨®n. "Tengo la suerte de tener unos padres que me quieren y que han estado casados durante 24 a?os, algo que he advertido que no es normal para muchos j¨®venes homosexuales y lesbianas, que han crecido en la ausencia de una figura paterna, fuera del matrimonio o en una familia monoparental. Soy una excepci¨®n. No s¨®lo en mi vida personal pero tambi¨¦n en el activismo". Su trabajo en la plataforma PinkAnatomyBW se dirige a acercar el mundo LGBTI a otras plataformas ciudadanas ofreciendo im¨¢genes de normalidad y facilitando un contacto fluido y enriquecedor para todos.
"Es importante que PinkAnatomyBW pueda mostrar que LGBT no es s¨®lo luchas, desaf¨ªos e injusticias a los que hacemos frente cada d¨ªa, sino tambi¨¦n resaltar lo positivo, a?adir valor y compartir diversos aspectos de nuestras vidas. Es un intento de normalizar y facilitar la sensibilizaci¨®n dentro de la comunidad LGBT y la sociedad en su conjunto", concluye.
* George Freeman ha sido v¨ªctima, en el mes de mayo, de una brutal paliza por su aparici¨®n en medios de comunicaci¨®n mostrando abiertamente su homosexualidad. En su pa¨ªs, Sierra Leona, se castiga con penas muy duras la homosexualidad.
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