Ibiza baila al ritmo lujoso de Matutes
Con una hija acusada de corrupci¨®n, la poderosa saga contin¨²a su expansi¨®n zigzagueando entre pol¨¦micas La isla se mueve al comp¨¢s de J¨²nior y su nuevo modelo de desarrollo del ocio
Casi nada en Ibiza es ajeno a los Matutes. La familia de potentados, que multiplic¨® su patrimonio y capital ¡ªentre pol¨¦micas, a veces¡ª, siempre tiene un Abel en cabeza. O dos: el patriarca, Abel Matutes Juan, de 71 a?os, que fue ministro del PP, y su hijo y delf¨ªn, Abel Matutes Prats, J¨²nior, de 36 a?os, que ha revolucionado el cl¨¢sico negocio familiar de turismo de sol y playa.
Terratenientes, navieros, exbanqueros, hoteleros o inmobiliarios... Pretenden crecer y construir m¨¢s Ibiza, aunque suscite oposici¨®n. Ahora reinventan viejos hoteles con dise?os coloristas, discotecas y clubes ante el mar. Activan a la competencia de marca con sus territorios vip y de glamour, de suites de hasta 10.000 euros al d¨ªa, de bares con caviar y mesas de 6.000 euros.
¡°En la crisis, el lujo da una oportunidad de mejorar el negocio. Es el segmento que sufre menos¡±, opina Matutes J¨²nior. ¡°La clase media tiende a ahorrar ante la incertidumbre. Pero las ventas crecen entre la gente que no siente el riesgo por su estabilidad laboral ni por una hipoteca¡±.
De los 2,5 millones de turistas de Ibiza, una gran parte pasa por su caja. Los Matutes, junto a su modelo desarrollista en la isla, est¨¢n en los barcos de Bale¨¤ria (y en sus conciertos durante la traves¨ªa) y de Acciona/Trasmediterr¨¢nea. Entraron en Air Europa/Globalia tras tentar a Vueling. Ofertan 12.000 camas en la isla. Dos hoteles son parques tem¨¢ticos del lujo, bajo la etiqueta Ushua?a, en playa d¡¯en Bossa, donde invertir¨¢n 300 millones en una reforma, con un macrocomplejo comercial, campo de golf y m¨¢s hoteles al lado del parque natural de Ses Salines.
Los ecologistas, la izquierda y los peque?os comerciantes atacan su plan de ¡°excelencia¡± por su ¡°impacto irreversible¡± en el territorio y la microeconom¨ªa. Para la activista Neus Prats, ¡°cumplir la ley en Ibiza es de pobres, y a los Matutes se la hacen a medida, como siempre. Aunque se hunda la isla de todos¡±. Desde la familia desmienten que existan privilegios hacia ellos y que su proyecto destroce. Y contrarrestan las cr¨ªticas: ¡°Crear¨¢ riqueza y empleo¡±.
Abel J¨²nior evit¨® ser otro pol¨ªtico conservador m¨¢s de la saga. Su hermana Estrella, en cambio, ha sido consejera de Urbanismo del Consell y ser¨¢ juzgada por prevaricaci¨®n, al recalificar supuestamente terrenos que eran de su familia. J¨²nior lamenta ¡°la inercia de la gente que se opone a todo lo que mi familia promueve per se, porque somos Matutes¡±.
En la larga playa d¡¯en Bossa, su mina de oro, naci¨® la leyenda negra, la fuente de las pol¨¦micas. All¨ª, en los a?os setenta, Abel Matutes Juan, que era alcalde de Ibiza con Franco, alz¨® un hotel de 600 habitaciones cerca de la cabecera del aeropuerto. El Tribunal Supremo se lo derrib¨®.
La gente se opone a por inercia a todo lo que mi familia propone"
Luego quisieron construir un puerto industrial en la isla y m¨¢s puertos deportivos. Apoyaron las controvertidas autopistas promovidas por la joven Estrella desde la consejer¨ªa insular. Padre e hija llamaron ¡°mico¡± y ¡°agresor¡± a un ecologista, Albert Prats, que les sent¨® directamente en el banquillo. Estrella, de profesi¨®n dise?adora, dej¨® la pol¨ªtica, pero no se fue sin votar antes ese plan que afectaba a los terrenos que la familia vendi¨®.
El patriarca de los Matutes creci¨® en el poder y multiplic¨® su fortuna con hoteles, desde Sicilia hasta Brasil o M¨¦xico. Usa su Rolls Royce blanco y el velero Aiglon, en el que verane¨® Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y que ahora se alquila. Inc¨®lume al ser comparado con los caciques, dice: ¡°Ser¨ªa un cacique bueno, la gente me vot¨® siempre¡±.
¡°No soy un hijo de pap¨¢ ni un pijo¡±, advierte J¨²nior. ¡°Me he roto el alma trabajando. De ni?o eleg¨ª ser empresario. Ser Abel Matutes es una responsabilidad. No pasas desapercibido. Pero no lo tienes todo ganado y no me gusta ser victimista¡±. Un l¨ªder del PSOE advierte que ¡°es una fotocopia del padre, que sigue detr¨¢s de todo¡±.
Los movimientos del clan han disparado las alarmas entre sus competidores. Avanzan con los hoteles urbanos Ayre (con El Corte Ingl¨¦s); crean hoteles de conciertos para j¨®venes ingleses, los Mallorca Rocks en Magaluf; inventan el concepto Ushua?a de Ibiza de clubes de m¨²sica y ocio selectos, las m¨ªticas discotecas Privilege o Space... Y mientras, levantan marejadas de fondo: Pach¨¢ o BCM de Calvi¨¤, otros grandes del sector del ocio, han puesto el grito en el cielo ante su desmedida expansi¨®n vanguardista.
La familia
? EL PATRIARCA.Abel Matutes Juan (1941). Presidente del Grupo Matutes. Fue alcalde, ministro, diputado, senador y comisario de la UE. Consejero del Santander.
? CARMEN MATUTES PRATS (1969). Directora adjunta, gestiona la Fundaci¨®n Abel Matutes y Fundatur (la fundaci¨®n que regal¨® el Fortuna al rey).
? MAR?A MATUTES PRATS. (1971). Controla las inversiones financieras.
? ESTRELLA MATUTES PRATS (1972). Exconsejera de Urbanismo del Consell. Dise?adora en Stella Mat Design. Vive en Madrid.
? EL HERMANO DEL PATR?N. Antonio Matutes Juan (1943). Consejero. Su hijo Antoni dirige Expansi¨®n.
La bolsa de beneficios es gigante. Las marcas Meli¨¢, Santos, Pach¨¢, Nikkei pugnan con los Matutes. ¡°No me desagrada que inviertan a nuestro alrededor bajo el mismo estilo. Es l¨ªcito y respeto a la competencia. Nos har¨¢ mejores¡±, concede J¨²nior, mientras piensa c¨®mo se convertir¨¢ la mansi¨®n familiar, sede de la antigua Banca Abel Matutes, en un Hard Rock Caf¨¦.
¡°La gente no se acuerda de su habitaci¨®n del hotel, sino de lo que hizo¡±, predica el heredero del imperio de ocio ibicenco. Y agrega: ¡°La crisis ayuda al m¨¢s fuerte porque le diferencia de la competencia, le refuerza en el mercado. Hay nuevas oportunidades; unos se quedan sin ellas por falta de recursos. Pero las empresas sin necesidades ser¨¢n m¨¢s fuertes si desarrollan su oferta y crean m¨¢s empleos. El paro es un drama¡±.
J¨²nior es director general de Palladium Hotel Group y vicepresidente del Grupo de Empresas Matutes, que factura 400 millones anuales, con un 30% de rendimiento. Vive en una casa reformada, usa un Mercedes y quiso ser piloto de carreras. Su madre, Nieves, se lo prohibi¨®, pero intent¨® comprarse un coche de rallies. Escribe con la izquierda y est¨¢ casado con la norteamericana Linda Scaperotto, jefa de marketing de la cadena con 11.000 empleados. Tienen dos hijos; el primog¨¦nito ¡ªno pod¨ªa ser de otro modo¡ª es Abel. En el territorio Matutes atraca el mayor barco de pasaje, el Abel Matutes, mientras en las calles de la isla proliferan las placas en homenaje al pr¨®cer.
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