La verdad a capas de los edificios
El edificio exist¨ªa, pero no era. Un antiguo aer¨®dromo militar levantado en la primera mitad del siglo XX hab¨ªa ido recibiendo durante cuarenta a?os peque?as y sucesivas reformas para convertirse en la Facultad de Biolog¨ªa Celular y Gen¨¦tica de la Universidad de Alcal¨¢.
Una ¨²ltima intervenci¨®n ha reordenado esos espacios y ha doblado la superficie de las instalaciones para que la Facultad pueda finalmente ser un edificio al margen del tiempo, un equipamiento pensado para trabajar y estudiar con abundante aire y luz natural. Como resultado de esos cambios ha cambiado de cara.
Su autor es el arquitecto de Zaragoza H¨¦ctor Fern¨¢ndez Elorza (1971). Fue a ¨¦l a quien le toc¨® ampliar adem¨¢s de reformar. ?C¨®mo se agranda un edificio?. Este profesor de proyectos en la ETSAM de Madrid lo hizo en dos frentes: a lo alto y a lo ancho: sum¨® una planta y a?adi¨® una nueva cruj¨ªa. As¨ª, los laboratorios quedan ahora a un lado y los nuevos despachos y salas de reuniones est¨¢n conectados por puentes, en el nuevo lado oeste del edificio, y aportan, adem¨¢s de espacio, luz y ventilaci¨®n al pasillo.
As¨ª, las fachadas son antiguas, pero la superficie se ha duplicado. Tambi¨¦n la estructura lo ha hecho, y esa suma a capas revela no solo la historia del inmueble, tambi¨¦n la de la propia arquitectura capaz de combinar materiales para ajustar nuevos usos y capaz, tambi¨¦n de mostrar, en lugar de ocultar, ese ajuste como parte de un inmueble.
Por eso este edificio se lee no solo a capas, tambi¨¦n a pedazos. La antigua estructura de pilares, vigas y soleras de hormig¨®n est¨¢ ahora reforzada con una nueva estructura met¨¢lica superpuesta de vigas, pilares y forjados de chapa colaborante. Entre la vieja estructura y la nueva queda espacio para las instalaciones. Poder entender y ver esas instalaciones contribuye a la nueva verdad del inmueble, la suma de edificios que compone cualquier arquitectura con historia.
Tambi¨¦n la nueva cruj¨ªa, de hormig¨®n armado, habla con las antiguas fachadas. Frente a ella, la antigua parchada oeste ha sido la ¨²nica demolida y es hoy un paramento de policarbonato que lleva luz hasta los pasillos del edificio. Al norte y al sur, las caras son viejas, pero los huecos nuevos. Las aberturas que la nueva organizaci¨®n no precisa est¨¢n ahora cerradas con palastros galvanizados que, lejos de parchear la arquitectura, la subrayan. Tambi¨¦n los nuevos huecos est¨¢n enmarcados con troneras de chapa met¨¢lica que llevan luz homog¨¦nea hasta los laboratorios, los ba?os y los vestuarios. Hay una fachada m¨¢s que corona el inmueble. Su nuevo piso est¨¢ envuelto en deploy¨¦ y no tiene huecos. La iluminaci¨®n en ese tercer piso nuevo es cenital.
El edificio no acusa la mezcla de estilos ¨¦pocas y materiales. Eso s¨ª, ha cambiado el car¨¢cter, la nueva ampliaci¨®n de hormig¨®n marca con nueva fuerza el inmueble. Tambi¨¦n con nuevas inquietudes: en ese el lado oeste est¨¢ el jard¨ªn levantado, una calle de hormig¨®n que une la primera planta con el exterior.
Precio por m2 seg¨²n arquitecto: 1.059 euros
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