Olfato de mujer
A los pocos minutos nos hall¨¢bamos charlando entre grandes botes llenos de t¨¦. Enseguida me fue abriendo las tapas para que oliera los distintos blends.
Elegante y dicharachera, In¨¦s me inspira un respeto muy especial. Si se hubiera dedicado al mundo del vino habr¨ªa sido campeona de sumilleres. De haber sido perfumista tendr¨ªa el rango de directora de aromas de Dior o Chanel.Bert¨®n entiende el mundo que la rodea a trav¨¦s de la nariz. Posee olfato absoluto, algo descomunal. Seg¨²n el Tea Council solo once narices en el planeta alcanzan esta facultad. De peque?a, afirma, padec¨ªa migra?as espantosas. Con el tiempo aprendi¨® a encauzar su hipersensibilidad.
¡°Era la peor de la clase. No me gustaban las f¨®rmulas qu¨ªmicas. Volv¨ª a casa y a los 21 a?os aterric¨¦ en Nueva York. El azar me llev¨® hasta The Tea Emporium, la tienda del Guggenheim Soho. Y all¨ª top¨¦ con Fumiko, una japonesa que me inici¨® en el fascinante mundo de los tes. Fue un flechazo total. Me seduc¨ªan como bebida y por las sensaciones que inspiran. Hay un t¨¦ para cada momento. Alrededor de una taza siempre hay armon¨ªa, placer, energ¨ªa, serenidad.¡±.
Desde su ciudad natal distribuye blends exclusivos a todo el mundo. Tes cl¨¢sicos, de cosechas limitadas, aromatizados, semifermentados, ahumados, negros, verdes o rooibos. Su trabajo consiste en viajar, oler y comprar. Y tambi¨¦n dise?ar mezclas con firma.
¡°He dise?ado tes para Frida Kahlo, Ernesto S¨¢bato, Jos¨¦ Saramago, Isabel Allende, Lou Reed, Uma Truman, Glen Close y hasta el Dalai Lama....
En la creaci¨®n de una mezcla influyen intuici¨®n e inspiraci¨®n. Eso me sucedi¨® con el Toffee Dear, con el que obsequie a mi marido antes de la boda, el cocinero argentino Rodrigo Toso. Quer¨ªa un perfume casero, olor a pan tostado con mantequilla. Fue as¨ª como imagin¨¦ un t¨¦ semi fermentado y tostado¡±.
En cualquiera de mis tiendas puedes cerrar los ojos y so?ar que viajas hasta Shangai, Sri Lanka, India, y los pies del Himalaya¡±.
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