Luz entre tinieblas
No es normal que en el sector el¨¦ctrico se espere con temor la loter¨ªa regulatoria del Consejo de Ministros
El sector el¨¦ctrico padece un estado de excepci¨®n regulatoria desde hace tiempo, agravado con este Gobierno, que constituye un s¨ªntoma preocupante m¨¢s de la calidad de nuestras instituciones. Llevamos mucho tiempo en el que decisiones regulatorias fundamentales para determinar las condiciones de inversi¨®n y de retribuci¨®n en el sector, y los costes para los consumidores, se han conocido solo cuando se han publicado en el BOE. Ahora se anuncia para finales de mes un nuevo paquete de medidas sobre el sector el¨¦ctrico sobre el que nada ha trascendido, en un ejercicio de opacidad del que se alardea. Una democracia no permite abusar ni de los decretos leyes ni de la legislaci¨®n clandestina. Parafraseando a Churchill, democracia es que el Consejo de Ministros no te sorprenda con una decisi¨®n arbitraria e intempestiva, sin debate previo, que cambie radicalmente la rentabilidad esperada de inversiones ya realizadas a 25 o 40 a?os, salvo por razones de extrema y urgente necesidad.
No es normal, no debe serlo, que en el sector el¨¦ctrico se espere con ansiedad, con temor en unos casos y con optimismo en otros, a ver qu¨¦ sale de esa loter¨ªa regulatoria en la que se est¨¢ convirtiendo el Consejo de Ministros. Una loter¨ªa con premios y castigos en la que los n¨²meros parecen muy desigualmente repartidos.
Basta acudir al ¨¢rea energ¨¦tica de la web del Ministerio de Industria para comprobar de qu¨¦ estoy hablando. No hay ni un solo documento de pol¨ªtica energ¨¦tica de este Gobierno. Ning¨²n diagn¨®stico ni reflexi¨®n estrat¨¦gica sobre hacia d¨®nde debemos caminar en materia energ¨¦tica a largo plazo, en qu¨¦ objetivos plasmamos, en diferentes horizontes temporales, 10, 25, 40 a?os, el reto de conseguir un sistema energ¨¦tico m¨¢s seguro, m¨¢s competitivo y m¨¢s libre de CO2 para combatir el cambio clim¨¢tico. En este sector, saber d¨®nde queremos ir a largo plazo es fundamental, no solo para trazar hojas de ruta hacia los objetivos fijados para ese horizonte, teniendo en cuenta que se trata de un sector muy intensivo en capital y cuyas inversiones se amortizan en 25, 40 y hasta 60 a?os, sino tambi¨¦n para orientar la respuesta a nuestros problemas m¨¢s inmediatos, porque muchas de las decisiones que adoptamos ahora, acuciados por lo urgente, pueden condicionar nuestra capacidad para conseguir lo importante.
No hay ni un solo documento que analice? la espasm¨®dica legislaci¨®n del Gobierno
Pero es que tampoco hay ni un solo documento que analice ninguno de los problemas que han dado lugar a la espasm¨®dica legislaci¨®n del Gobierno durante los ¨²ltimos 18 meses, incumpliendo flagrantemente lo previsto en el cap¨ªtulo 1 de la Ley 2/2012 de Econom¨ªa Sostenible sobre la mejora de la calidad de la regulaci¨®n. No es que no est¨¦n en la web, es que no se ha hecho lo que hubiera sido l¨®gico: diagnosticar un problema, exponer las soluciones alternativas, concretando aquella por la que se inclina el Gobierno, y pedir, en un debate abierto, opiniones, sugerencias y propuestas antes de elaborar la norma a aprobar por el Gobierno o a remitir al Parlamento. Ese es el funcionamiento normal de las democracias avanzadas. En la web energ¨¦tica del ministerio no hay m¨¢s que normas aprobadas, cuestiones administrativas, y estad¨ªsticas. Todo ello, dicho sea de paso, con un nivel tecnol¨®gico y un dise?o impropios del ministerio de las telecomunicaciones y de la sociedad de la informaci¨®n.
Aunque me duela, en una etapa en la que necesitamos recuperar autoestima, invito a los lectores a entrar en la web del ministerio de energ¨ªa y cambio clim¨¢tico de Reino Unido para contrastar. En ella se puede acceder a todos los documentos, directamente o por enlaces, que se han elaborado desde 2010, cuando se inici¨® el debate sobre la reforma de su mercado el¨¦ctrico, que se ha traducido en la presentaci¨®n en 2012 de un proyecto de ley que todav¨ªa est¨¢ debati¨¦ndose en el Parlamento. Se trata de unas propuestas de reforma bastante radicales, en el pa¨ªs que fue el adelantado de Europa en la liberalizaci¨®n del sector, que se enmarcan en una estrategia energ¨¦tica con horizonte 2050, con un calendario de implementaci¨®n de varios a?os para asegurar un paso ordenado y previsible desde el modelo actual al del futuro. Se puede estar m¨¢s o menos de acuerdo con lo que se propone en cuanto a mix energ¨¦tico, a m¨ª en general me parecen atinadas las propuestas de reforma del mercado el¨¦ctrico para esos objetivos, pero sobre todo es dif¨ªcil discutir la calidad democr¨¢tica del debate y la obsesi¨®n porque el mercado reformado proporcione a los inversores, como resultado de la competencia, se?ales econ¨®micas de largo plazo que orienten, y aseguren las inversiones de forma coherente con la estrategia energ¨¦tica para conseguir un sistema el¨¦ctrico seguro, competitivo y muy poco emisor de CO2, que con el mercado vigente no se produce.
En Espa?a ha habido un ¨²nico intento de realizar un debate similar para una revisi¨®n general del modelo regulatorio y de mercado en el sector el¨¦ctrico con el Libro Blanco que el Gobierno encarg¨® a P¨¦rez-Arriaga en 2005, pero la experiencia se frustr¨® porque nuestras instituciones no son lo suficientemente fuertes para aguantar algunas embestidas corporativas.
Tenemos un modelo regulatorio que necesita una profunda revisi¨®n
Es cierto que los problemas que se han ido acumulando en nuestro sector el¨¦ctrico son considerables. Una demanda que no solo no ha seguido creciendo como se preve¨ªa antes de la crisis, sino que ha retrocedido hasta los niveles de 2005, provocando un exceso de capacidad, elevando los costes medios del suministro en un sector con muy elevados costes fijos, y generando un importante agujero de ingresos que explica una parte relevante del d¨¦ficit de tarifa. Un tratamiento mal resuelto del r¨¦gimen de retribuci¨®n del parque hist¨®rico, construido antes de la liberalizaci¨®n, en perjuicio de los consumidores. Un exceso de capacidad por sobreinversi¨®n en ciclos combinados, una parte del cual sigue siendo fundamental como respaldo de la intermitencia de la generaci¨®n renovable, basada en expectativas sobre evoluci¨®n de la demanda que no se han confirmado. Un desarrollo de la generaci¨®n fotovoltaica 10 veces superior a lo previsto, en una fase demasiado inmadura (cara) de su evoluci¨®n tecnol¨®gica, sin que funcionaran adecuadamente los mecanismos para ajustarla a los objetivos. Un mercado el¨¦ctrico cuyo dise?o no proporciona una se?al econ¨®mica adecuada a largo plazo para incentivar la inversi¨®n en nueva capacidad (no necesaria en esta d¨¦cada) para cumplir los objetivos de la pol¨ªtica energ¨¦tica, y asegurar razonablemente la rentabilidad de las inversiones, porque se adapta mal al mix de generaci¨®n que tenemos, con elevada presencia renovable, y aun peor al mix hacia el que debemos ir en el camino de la descarbonizaci¨®n. Un mercado de emisiones europeo que ha fracasado en su objetivo de proporcionar, con el precio del derecho de emisi¨®n de cada Tm de CO2, la se?al econ¨®mica a largo plazo que incentive las mejoras en eficiencia energ¨¦tica y la sustituci¨®n de energ¨ªas f¨®siles por energ¨ªas libres de CO2. Un problema de p¨¦rdida de competitividad de los consumidores industriales intensivos en energ¨ªa el¨¦ctrica que se ha pretendido resolver con una legislaci¨®n sobre interrumpibilidad ad hoc para unos pocos, generando una discriminaci¨®n arbitraria entre los escogidos y el resto, y una diferencia no justificada en el coste neto de la electricidad entre empresas electro-intensivas que compiten en el mismo mercado.
Tenemos un modelo regulatorio, incluido un mercado el¨¦ctrico, necesitado de una profunda revisi¨®n. Pero ello no justifica seguir dando arbitrarios martillazos a la regulaci¨®n, desigualmente repartidos, en la m¨¢s absoluta opacidad, sin que se moleste el ministerio y el Gobierno en someter a debate hacia d¨®nde quiera ir en pol¨ªtica energ¨¦tica y en regulaci¨®n y c¨®mo se enmarcan las decisiones concretas a adoptar en ese objetivo, m¨¢s all¨¢ de las generalidades de las intervenciones p¨²blicas de sus responsables. As¨ª no resolveremos nuestros problemas porque, acudiendo al fil¨®sofo, para quien no sabe ad¨®nde va ning¨²n viento es favorable.
Luis Atienza Serna ha sido presidente de Red El¨¦ctrica de Espa?a.
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