Los antojos de Kate dictan la agenda de palacio
La duquesa de Cambridge est¨¢ a punto de dar a luz El beb¨¦ pasar¨¢ sus primeros d¨ªas en casa de los abuelos Middleton Guillermo coger¨¢ permiso de paternidad El Gobierno de Cameron ultima la reforma de la ley que iguala a mujer y var¨®n en la sucesi¨®n
Esta semana, Kate Middleton ha dado por concluida su agenda de trabajo. Un portavoz de la casa real ha informado de que la futura madre se retira a descansar a falta de menos de un mes para que d¨¦ a luz. El jueves, la duquesa realiz¨® su ¨²ltima aparici¨®n en los muelles de Southampton, donde fue la madrina de un nuevo crucero con el nombre de Royal Princess. Eso s¨ª, es posible que el lunes acuda a un almuerzo con Guillermo. Pero a partir de ahora cualquier movimiento suyo estar¨¢ condicionado por su avanzado estado de gestaci¨®n. Mientras, los habitantes de Reino Unido aguardan expectantes el acontecimiento y en las casas de juego se admiten apuestas sobre el sexo del beb¨¦ y sobre el nombre que se le impondr¨¢. Las cotizaciones se decantan por que ser¨¢ un var¨®n y, en cuanto a los nombres, los brit¨¢nicos apuestan a que si es ni?a se llamar¨¢ Isabel, Diana o Victoria, y si es ni?o, Jorge, Felipe o Alberto. Los padres callan. No han desvelado el sexo de su primer hijo y ni tan siquiera para qu¨¦ semana se espera el parto ¡ªmuchos apuntan al d¨ªa 13 de julio como la fecha m¨¢s probable¡ª, aunque esta vez hay algunas pistas, ya que el embarazo se anunci¨® antes de tiempo por las fuertes n¨¢useas que provocaron el ingreso hospitalario de Kate en diciembre. Una estancia que estuvo marcada por el suicidio de una de las enfermeras del centro m¨¦dico, v¨ªctima de una broma radiof¨®nica.
Desde que la duquesa de Cambridge sali¨® del hospital King Edward VII, todos sus movimientos han sido seguidos al mil¨ªmetro. Pocos embarazos se han fotografiado tanto como este. La futura madre ha aguantado estoica el foco medi¨¢tico durante estos meses. En este tiempo, Kate ha combinado sus responsabilidades oficiales con su propio guion para ser madre.
Hace 30 a?os, Lady Di fue tomada por una innovadora porque decidi¨® practicar los ejercicios de respiraci¨®n con ayuda de un gur¨². La entonces princesa de Gales, adem¨¢s, quiso que su hijo Guillermo naciera en el hospital de St. Mary de Paddington y pidi¨® que en el parto estuviera su marido, Carlos de Inglaterra. Hasta ese momento, todos los herederos de Reino Unido hab¨ªan venido al mundo en palacio. En esta ocasi¨®n se espera que Kate, de 31 a?os, vuelva a este mismo hospital de Paddington, acompa?ada de Guillermo, para dar a luz. La duquesa ser¨¢ atendida por el ginec¨®logo cirujano de la reina, Alan Farthing. El ala de la maternidad ha sido recientemente reformada y cuenta con unas modernas instalaciones, entre ellas, una piscina para el parto. No hay confirmaci¨®n de si la futura madre optar¨¢ por sumergirse en el agua para tener a su beb¨¦. Solo ha trascendido que a Kate le gustan los m¨¦todos naturales, pero se ha hecho saber que seguir¨¢ los consejos de los especialistas para determinar qu¨¦ es lo mejor. No quiere correr ning¨²n peligro. Para el parto se prepara dando clases de yoga y sesiones de hipnosis para controlar el dolor.
Tras las primeras semanas de n¨¢useas, Kate ha sido una mujer muy activa durante su embarazo, con una agenda llena de compromisos y alg¨²n que otro antojo. En una reciente audiencia, la duquesa revel¨® que com¨ªa muchas galletas de lavanda que le regalaba Camila, la esposa de su suegro, el pr¨ªncipe Carlos. Aun as¨ª, no ha engordado excesivamente y sus estilismos han seguido marcando tendencia. Cualquier modelo premam¨¢ que luc¨ªa se convert¨ªa a continuaci¨®n en un ¨¦xito de ventas. Un ejemplo: hace unos d¨ªas se fue de compras por Chelsea con su madre vistiendo un jersey de la popular web de moda Asos y en pocos minutos el modelo de color azul marino que vale 80 libras se agot¨®. Poco despu¨¦s, la firma ofrec¨ªa m¨¢s piezas y m¨¢s colores.
Kate se mantiene como una marca muy rentable para la casa real brit¨¢nica. Tanto, que en los ¨²ltimos meses se ha registrado su nombre, lo mismo que har¨¢ con el beb¨¦ cuando nazca. De la misma manera, Buckingham est¨¢ estionando la compra de los dominios web.
Guillermo tambi¨¦n quiere ser un padre del siglo XXI y ya ha hecho saber, por ejemplo, que se va tomar un permiso en el ej¨¦rcito de 15 d¨ªas para cuidar a su hijo y, por supuesto, estar¨¢ presente en el momento del parto.
En lo que van a seguir la tradici¨®n es en celebrar un baby shower, la tradicional fiesta previa al nacimiento, que organizar¨¢ Pippa, la hermana de la duquesa de Cambridge. Tambi¨¦n pasar¨¢n las primeras semanas tras el parto en casa de la familia Middleton. Guillermo y Kate intentan salir de palacio todo lo que pueden. Tras nueve a?os de noviazgo y dos de matrimonio, el nieto de Isabel II, segundo en la l¨ªnea de sucesi¨®n al trono, siente a los Middleton como su familia. Con ellos pasa su tiempo de vacaciones y tambi¨¦n la Navidad, rompiendo la tradici¨®n de acudir a la casa de campo en Sandringham de la reina. Por eso est¨¢ de acuerdo en instalarse con Kate y el beb¨¦ en Berkshire. Esta estancia en la residencia Middleton puede prolongarse m¨¢s de las seis semanas previstas, ya que las obras de remodelaci¨®n del apartamento que la reina ha destinado a la pareja en el palacio de Kensington se han parado, al descubrirse la presencia de amianto.
Los futuros abuelos maternos han tenido que hacer algunos cambios en su hogar, valorado en cuatro millones de euros, y han contratado una empresa de seguridad privada que patrullar¨¢ por los jardines. Adem¨¢s, se ha elevado el tama?o de la valla que rodea a la propiedad del siglo XVII. Y es que, a partir del d¨ªa de su nacimiento, el primer hijo de los duques de Cambridge se convertir¨¢ en uno de los beb¨¦s m¨¢s perseguidos por los paparazis. Adem¨¢s ocupar¨¢ el tercer lugar en la l¨ªnea de sucesi¨®n al trono sea mujer o var¨®n. Sobre esta cuesti¨®n trabaja a toda m¨¢quina el Gobierno de David Cameron - la ley est¨¢ aprobada pero la semana pasada dos jueces de Canad¨¢ interpusieron un recurso. Isabel II ha sido una de las impulsoras del cambio para que todo est¨¦ listo cuando llegue su biznieto.
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