?lites extractivas
El resto de poderes ha conseguido desplazar su responsabilidad en la crisis a los pol¨ªticos
El de ¨¦lites extractivas es el ¨²ltimo concepto medi¨¢tico de gran ¨¦xito. Propagado por los economistas Daron Acemoglu y James A. Robinson (Por qu¨¦ fracasan los pa¨ªses, editorial Deusto), ahora se ha trasladado al debate p¨²blico en Espa?a. La ¨²ltima vez que ocurri¨® algo parecido fue con el de nueva econom¨ªa, que dec¨ªa que se hab¨ªan terminado los ciclos mediante la aplicaci¨®n de las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y la comunicaci¨®n, y la flexibilizaci¨®n de la empresa. Poco despu¨¦s de la bendici¨®n apost¨®lica de la nueva econom¨ªa empez¨® la crisis m¨¢s larga y profunda desde la Gran Depresi¨®n, y de nueva econom¨ªa no se volvi¨® a hablar.
Las ¨¦lites extractivas de un pa¨ªs, seg¨²n los economistas citados, son aquellas que se apartan de la obtenci¨®n del bien com¨²n y dedican sus esfuerzos a su propio bienestar y al del grupo al que pertenecen. Las instituciones extractivas concentran el poder en manos de una ¨¦lite reducida y fijan pocos l¨ªmites al ejercicio de su poder. Estas ¨¦lites elaboran un sistema de captura de rentas que les permite, sin crear riqueza, detraer rentas de la mayor parte de la ciudadan¨ªa en beneficio propio. Seg¨²n Acemoglu y Robinson, las ¨¦lites extractivas se encuentran en el mundo de las finanzas, de la econom¨ªa, de la pol¨ªtica, los medios de comunicaci¨®n o la inteligencia.
Pues bien, la introducci¨®n del concepto ¡ªque sustituye al m¨¢s amplio de establishment¡ª en Espa?a ha adquirido un car¨¢cter restrictivo, pues se est¨¢ haciendo una equivalencia de ¨¦lites extractivas y clase pol¨ªtica. C¨®mo ha conseguido el resto de las ¨¦lites, sobre todo las financieras y econ¨®micas, pasar a segundo plano en una crisis cuyo origen ha sido financiero y econ¨®mico, es algo que tendr¨¢n que analizar con precisi¨®n los cient¨ªficos sociales. El caso es que han logrado trasladar el ¨²nico debate existente a otro lugar (el de la naturaleza del sistema pol¨ªtico) obviando sus responsabilidades en el desastre que nos rodea, desviando la atenci¨®n de su propio papel (el de la naturaleza profundamente desregulada de las finanzas y sus aliados).
Cuando est¨¢ a punto de cumplirse el sexto aniversario del inicio de la crisis econ¨®mica por el estallido de las hipotecas de alto riesgo (coincidente en Espa?a con la pol¨¦mica de las cl¨¢usulas suelo de las hipotecas y en pleno estallido de las preferentes) hay que ordenar las responsabilidades sobre lo sucedido: ?lo fueron en primer lugar las ideas equivocadas, favorables a la continua desregulaci¨®n, despu¨¦s de tres d¨¦cadas de hegemon¨ªa absoluta de la revoluci¨®n conservadora, o los principales causantes del empobrecimiento y del paro son los que abusaron, los que cometieron acciones irregulares, los que robaron, los que comercializaron productos opacos y descontrolados; en resumen, los golfos apandadores? ?O m¨¢s bien los primeros culpables fueron los reguladores y los supervisores que no cumplieron bien con su funci¨®n? En este caso, el orden de los factores s¨ª altera el producto.
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