Un perro en la maleta
No te asustes. No vamos a hablar aqu¨ª de un can asfixiado entre chancletas, bermudas y cremas solares. Te vas de vacaciones con tu perro. O no. En los pr¨®ximos d¨ªas abordaremos las mejores soluciones para enfrentarlas. Pero, empezando la casa por el tejado, tanto si vas solo como acompa?ado, aqu¨ª dejo unos cu¨¢ntos libros para meter en un equipaje para el asueto. Con ellos, aunque tu colega se quede en la ciudad, siempre sentir¨¢s que est¨¢ tumbadito a tu lado.
Tombuct¨² (Paul Auster, 1999). Un libro breve del escritor estadounidense en el que ninguna palabra sobra para describirnos a Mister Bones, el ¨²nico amigo del vagabundo y poeta Willy Christmas. Es una hermosa historia sobre un perro que tiene, en palabras del autor, "lo que todos ellos, una pureza de emoci¨®n y un intenso v¨ªnculo al que todos los seres humanos respondemos porque sentimos lo mismo". La casualidad, una constante en el universo Auster, quiso que cuando este hab¨ªa comenzado a escribir el libro, su hija Sophie empezase a so?ar con un perro y a desear tener uno. Los padres investigaron qu¨¦ raza ser¨ªa la adecuada, leyeron mucho y cuando estaban a punto de viajar para comprar un cachorro, padre e hija se toparon en Brooklyn con una mujer acompa?ada de un chucho que portaba un letrero: "Ad¨®pteme. Necesito una casa". Hab¨ªa sido golpeado por un grupo de hombres cuando un su salvador le rescat¨®, pese a que le costase un brazo roto y un collar¨ªn. Su paso por las calles le hab¨ªa marcado con una grave enfermedad estomacal, la nariz cortada y fiebre. Le llam¨® Jack, por el protagonista de El viajero desgraciado, de Thomas Nashe, considerada la primera novela en ingl¨¦s.
El perro de los Baskerville(Arthur Conan Doyle,1901). Un cl¨¢sico del misterio publicado por entregas enfrentado al implacable m¨¦todo deductivo de Sherlock Holmes, un can supranatural y m¨¢s. Las novelas de detectives ten¨ªan que poseer su mascota y el sabueso fantasmal protagoniz¨® la tercera novela de Holmes, despu¨¦s de que el autor decidiera acabar con su popular personaje, algo que le impidieron sus miles de seguidores. Me gusta especialmente la edici¨®n ilustrada por Javier Olivares.
Todos los perros de mi vida. Elisabeth Von Armin, 1936). Una larga y azarosa existencia contada a trav¨¦s de los 14 canes que tuvo la escritora nacida en Australia y casada con un noble alem¨¢n, de quien tom¨® el apellido. Una lectura adorable por la aparente falta de pretensiones, en la que descubrimos el alto valor que les da a sus compa?eros animales frente a los humanos la autora de Un abril encantado. Mil gracias a ?ngeles Caso por descubrirme el libro
Mi perra Tulip(J. R. Ackerley, 1956)El poeta y periodista Javier Rodr¨ªguez Marcos me habl¨® de este libor imprescindible. Un escritor maduro, el propio autosr, descubre que el gran amor de su vida es una alsaciana que le acompa?a 16 a?os. La mala cabeza de la perra le cost¨® que sue amigos dejasen de invitarle a sus casas, cansados de destrozos y de ver a sus gatos aterrados. Pero eso no es cortapisa para que adoremos a Tulip. El brit¨¢nico Ackerley, de biograf¨ªa fascinante, escribi¨® siempre sobre las cosas que rodearon su vida: la hermana, el padre, su homosexualidad, y claro, su perra, como bien recuerda Justo Navarro en esta cr¨ªtica de Mi hermana y yo.
Te daba por muerto(Pete Nelson, 2010). La relaci¨®n que mantienen Paul Gustavson y su perra Stella recuerda mucho a la retratada en Tombuct¨² (salvando las distancias en favor de Auster, en mi opini¨®n). Paul, como Willy, es un aparente perdedor que atraviesa una crisis multifac¨¦tica, y Stella, una mezcla de labrador y pastor alem¨¢n va m¨¢s all¨¢ que Mister Bones: habla con su due?o. Mi parte favorita tiene a la perra como protagonista. El volumen fue publicado en un sello independiente de Estados Unidos y las ventas le auparon a la traducci¨®n. Ahora se edita en castellano (Booket).
Estas son algunas sugerencias para llevar, figuradamente, un perro en la maleta. Espero las vuestras.
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