Luchadora ¡®on-line¡¯ contra el sexismo
Harta de comentarios obscenos Laura Bates lanz¨® su proyecto Everyday Sexism Project, una plataforma que anima a las mujeres a denunciar cualquier tipo de conducta agresiva contra ellas Con las miles de historias que recoge en su web y perfil de Twitter denuncia que la agresi¨®n y la discriminaci¨®n es un problema diario que no est¨¢ superado y al que se debe hacer frente
¡°Todo empez¨® porque tuve una semana muy mala. Tres horribles experiencias en pocos d¨ªas. Aquello me hizo pensar lo normal que era que alg¨²n hombre me gritara por la calle¡±. Quien habla es Laura Bates (Oxford, 1986), y explica c¨®mo en abril de 2012 naci¨® su proyecto: Everyday Sexism Project, una p¨¢gina web (www.everydaysexism.com) y su correspondiente perfil en Twitter (@EverydaySexism) que recogen las denuncias de todas las mujeres que sufren alg¨²n tipo de sexismo, agresi¨®n o discriminaci¨®n sexual. Y que quieran contarlo.
Cuando Bates coment¨® con sus amigas c¨®mo en una sola semana un hombre le toquete¨® una pierna en el autob¨²s, varios chicos le lanzaron piropos desde un coche y dos hombre hablaron sobre sus pechos al verla por la calle, le sorprendi¨® que todas ten¨ªan historias similares que contar. Pero entonces tambi¨¦n tuvo que o¨ªr que estaba exagerando y que ten¨ªa que tener m¨¢s sentido del humor, y que es algo normal o¨ªr palabras inadecuadas soltadas en plena calle, el acercamiento de un hombre en un transporte p¨²blico o los comentarios sexistas de los compa?eros de trabajo. ¡°Me sent¨ª frustrada y decid¨ª empezar con la web, un solo sitio en el que poder unir todas las voces, donde si todas cont¨¢bamos nuestras experiencias la gente se diera cuenta del problema en vez de creer que est¨¢ superado¡±. Bates resume de esta manera su iniciativa, que explica por tel¨¦fono desde su casa ¨Cy a la vez oficina-, de Londres.
Entonces no imagin¨® el eco que iba a tener su iniciativa. Despu¨¦s de m¨¢s de un a?o la web Everyday Sexism Project ha abierto su propia versi¨®n en 15 pa¨ªses (Espa?a la lanz¨® el pasado mes de abril bajo el nombre de Sexismo Cotidiano) y su perfil en la red de microblogging cuenta con m¨¢s de 55.000 seguidores. ¡°Es incre¨ªble lo que ha pasado. La importancia que tiene que las mujeres no se callen¡±. A ella misma le asombra c¨®mo una web que cre¨ªa que se iba a quedar en la intimidad de su grupo de amigas ha terminado por convertirse en una plataforma de denuncia, ¡°no solo de comentarios sexistas, sino de ataques m¨¢s graves¡±. Mujeres an¨®nimas o con nombres y apellidos, de cualquier edad o situaci¨®n econ¨®mica, principalmente de pa¨ªses occidentales. Son muchas las que tienen cosas que contar. Y no hay reglas sobre la seriedad del ataque, ¡°desde ese sexismo que una mujer puede considerar normal, y ante el que ni siquiera se planteaba antes reaccionar, hasta agresiones sexuales¡±, dice.
Bates, escritora y antes actriz ¨Cesto ¨²ltimo lo ha dejado ya aparcado-, cuenta que todas las historias la conmueven e indignan por igual. Pero las que m¨¢s le impactan son aquellas que tienen como protagonistas a ni?as o adolescentes. Recuerda a una peque?a de 5 a?os que pidi¨® que la convirtieran en un chico para poder ir al espacio, o el caso de una adolescente de 16 a?os a quien siempre le dec¨ªan que no podr¨ªa llegar a ser una doctora y le dijo: ¡°No podr¨¦ tener ¨¦xito si un hombre no me considera sexy¡±. Describe como horrible la situaci¨®n de una chica de 13 a?os a la que cada d¨ªa en la escuela sus compa?eros de clase le ense?aban pel¨ªculas pornogr¨¢ficas en las que una mujer aparec¨ªa llorando y con muestras de dolor. ¡°Ella lloraba todas las noches, era una ni?a a la que ni siquiera se le hab¨ªa ense?ado a¨²n nada de sexualidad¡±, recuerda apenada.
El futuro es salir de Internet
Su idea de futuro es llegar a crear una organizaci¨®n ¡°para tener un impacto real con nuestro trabajo¡±. Universidades y escuelas ya le piden que acuda a dar conferencias sobre sexismo, la idealizaci¨®n del cuerpo de la mujer, o su experiencia. El proyecto, que se inici¨® sin ning¨²n tipo de financiaci¨®n ni publicidad m¨¢s all¨¢ del boca a boca que permiten las redes sociales, est¨¢ creciendo. Por eso esta joven de 26 a?os se ha animado a abrir una p¨¢gina en Catapult, una plataforma de crowdfounding para mujeres. De los casi 20.000 d¨®lares que necesita para crear su fundaci¨®n lleva recaudados m¨¢s de la mitad (en tan solo tres d¨ªas pas¨® de 8.700 d¨®lares a rebasar la barrera de los 10.300). Dinero que utilizar¨¢ para llevar a cabo actividades de concienciaci¨®n, dar las herramientas necesarias para aquellas mujeres que hoy le escriben pidi¨¦ndole ayuda y contratar a gente que le ayude con esta iniciativa que ahora mismo le ocupa todo su tiempo ¨Cy que gestiona con su ordenador personal desde casa y con la ayuda de unos pocos voluntarios ¡°de gran pasi¨®n y dedicaci¨®n¡±-. Personal que le ayude a catalogar todas las experiencias que recibe diariamente v¨ªa e-mail, Twitter o en la misma p¨¢gina web.
Un trabajo por el que ya se ha interesado la polic¨ªa brit¨¢nica. ¡°Me contactaron porque est¨¢n planeando una iniciativa para luchar contra las ofensas sexuales, principalmente en los transportes p¨²blicos, y quer¨ªan conocer las experiencias de las mujeres, que no suelen denunciar este tipo de acoso porque lo ven como algo normal¡±, explica. As¨ª que un d¨ªa recibi¨® un e-mail con remitente policial, del que surgi¨® una reuni¨®n donde les ofreci¨® los datos recolectados en su web acerca de los tipos de agresi¨®n e incluso informaci¨®n sobre localizaciones m¨¢s frecuentes, ¡°adem¨¢s de una charla a los agentes que van a estar involucrados en la iniciativa¡±.
A Bates todas las historias la indignan por igual. Pero las que m¨¢s le impactan son aquellas que tienen como protagonistas a ni?as o adolescentes
¡°Salir cada d¨ªa a la calle sola con miedo y rabia porque s¨¦ de sobra que m¨¢s de un hombre me dir¨¢ alg¨²n piropo, me gritar¨¢ algo desde un coche, intentar¨¢ tocarme, me perseguir¨¢ o simplemente me mirar¨¢ de arriba a abajo. Qu¨¦ casualidad que cuando voy acompa?ada por un amigo, esto nunca pasa. Qu¨¦ triste que sienta un gran alivio solo cuando voy acompa?ada de un hombre¡± reza un comentario de Miau del pasado d¨ªa 6 de junio en la web espa?ola (espana.everydaysexism.com). Es una de las historias entre muchas parecidas, o incluso m¨¢s desgarradoras. La versi¨®n espa?ola est¨¢ en manos de Mariela Magnelli (Buenos Aires, 1983), quien gestiona la p¨¢gina web desde Londres y se toma un descanso durante sus horas de trabajo en Womankind Worldwide, una ONG orientada a las mujeres con la que colabora, para contar qu¨¦ le llev¨® a involucrarse con el proyecto. Esta argentina lleg¨® a la capital brit¨¢nica en 2011 para cursar un posgrado sobre pol¨ªticas sociales y desarrollo desde una perspectiva de g¨¦nero, y fue en el verano del a?o pasado cuando conoci¨® Everyday Sexism Project en Twitter.
¡°Tener un espacio para poder contar las historias poco agradables para m¨ª tambi¨¦n es un alivio. Podr¨ªa haber reproducido la idea, pero la idea era tener fuerza con un solo proyecto¡±. As¨ª que no dud¨® en mandar un correo electr¨®nico a Laura Bates para ofrecer su colaboraci¨®n, quien a los meses le ofreci¨® gestionar las webs de Espa?a y Argentina y sus correspondientes perfiles en Twitter. ¡°El sexismo nos afecta a todos¡±, asegura, y como ejemplo recuerda uno de los mensajes de la web. Una chica comentaba c¨®mo mientras su escog¨ªa un vestido para su graduaci¨®n su madre le inst¨® a escoger uno en el que se viera pierna porque es lo que a los hombres les gusta. ¡°El sexismo tambi¨¦n viene de las mismas mujeres¡±, resume. ¡°Tambi¨¦n me interesa mucho involucrar a los hombres, les falta conciencia, y el sexismo nos afecta a todos¡±, asegura Magnelli, quien valora que ellos tambi¨¦n cuenten sus vivencias. ¡°Un padre explicaba c¨®mo cada vez que sal¨ªa con sus hijos ten¨ªa problemas a la hora de cambiarles los pa?ales por estar los cambiadores en los ba?os de mujeres. En un restaurante le llegaron a decir que lo cambiara en el suelo¡±.
"Podr¨ªa haber reproducido la idea, pero la idea era tener fuerza con un solo proyecto", dice Mariela Magnelli, quien gestiona la web en espa?ol
Laura Bates tampoco pierde la oportunidad durante la conversaci¨®n para hacer un llamamiento a que m¨¢s hombres se involucren en la iniciativa. ¡°Lo importante es que se den cuenta de que algo que puedan considerar como normal o tolerable puede tener efectos devastadores en una mujer¡±, y admira que haya hombres que incluso hayan pasado a la acci¨®n. ¡°Uno iba por la calle y al ver que otro le dec¨ªa cosas obscenas a una mujer le interpel¨®. El agresor ni siquiera supo decirle por qu¨¦ lo hac¨ªa¡±, recuerda.
Al principio no lo tuvo f¨¢cil, ¡°recib¨ªa una media de 200 amenazas de muerte diarias. Algo que nunca entend¨ª, simplemente le doy a la mujer la oportunidad de hablar¡±, lamenta Bates. Ahora ese n¨²mero ha descendido y ¡°solo¡± se enfrenta a esas amenazas, a las que ¡°tristemente¡± se acostumbr¨®, de vez en cuando. Consciente de que el mayor ¨¦xito de su proyecto ser¨ªa que desapareciese, por ahora no se piensa callar, y su trabajo es que ninguna mujer lo haga. ¡°Compartiendo tu historia muestras al mundo que el sexismo existe, las mujeres se enfrentan a ¨¦l cada d¨ªa y es un problema real que debemos discutir¡±, demanda en su p¨¢gina web. Por ahora ya hay escritas m¨¢s de 30.000 historias, y ya le han llegado m¨¢s peticiones de voluntarias que quieren abrir su web en pa¨ªses como India, Serbia o M¨¦xico.
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