Un paro inaceptable
El descenso reciente del desempleo no supone un cambio de tendencia. El problema permanece intacto. El Gobierno se atrinchera en una reforma laboral que, como se?ala el FMI, es insuficiente
Los datos favorables de los ¨²ltimos meses, especialmente de junio, sobre paro registrado y afiliaciones a la Seguridad Social pueden crear falsas expectativas de una mejora en nuestro mercado laboral que suponga un cambio de tendencia. Por ello, conviene matizar estos datos antes de analizar nuestro grave problema del desempleo, objeto de estas reflexiones.
Respecto a los datos, el descenso de parados y aumento de afiliados son puramente estacionales; corregida la estacionalidad, los cotizantes siguen disminuyendo, aunque la cifra de parados parece tocar techo. Adem¨¢s, pese a continuar la destrucci¨®n de empleo, el estancamiento del paro registrado se debe a descensos de la poblaci¨®n activa (por des¨¢nimo o emigraciones) o a bajas en las oficinas de empleo por falta de motivos para mantenerse inscrito. Finalmente, la contrataci¨®n indefinida empeora, lo que aumenta la precariedad. Habr¨¢ que esperar, por tanto, hasta despu¨¦s de verano para observar estos datos cuando cambie el signo de la estacionalidad.
Nuestro problema de paro (cuya tasa supera el 27%, triste r¨¦cord europeo) permanece, pues, por ahora pr¨¢cticamente intacto. Las recientes Conclusiones Provisionales de la Misi¨®n del Fondo Monetario Internacional (FMI) a Espa?a constituyen un buen punto de partida para su an¨¢lisis. Las palabras que encabezan este art¨ªculo podr¨ªan ser titular principal de dichas conclusiones y como subt¨ªtulo: El Fondo propone crear empleo reduciendo salarios y costes de despido. Una llamada de atenci¨®n, una bater¨ªa de medidas y un claro mensaje: el paro no puede esperar y las medidas tomadas son insuficientes.
El Ejecutivo, como ya hiciera con recomendaciones anteriores, se atrinchera en su reforma laboral para combatir el paro: ¡°Tenemos nuestra propia hoja de ruta y esta pasa por la reforma laboral¡±, afirma el ministro de Econom¨ªa. Y el presidente, m¨¢s tajante: ¡°Estoy muy satisfecho con la reforma laboral: no pienso tocarla ni en un sentido ni en otro¡±. Pero creo que las Conclusiones del Fondo deber¨ªan actuar como revulsivo para tomar decisiones sobre un tema tan trascendental como el paro, de hondo calado humano aunque de dif¨ªciles y controvertidas soluciones econ¨®micas.
Seg¨²n mi interpretaci¨®n, el mensaje del FMI podr¨ªa resumirse en tres puntos: uno, la palabra inaceptable no puede ser un adjetivo, debe expresar la necesidad de tomar medidas urgentes; dos, la reforma laboral, pese a sus ¡°mejoras sustanciales¡±, no es suficiente para solucionar el problema, ya que no permite generar el empleo necesario a partir del crecimiento previsible; tres, como consecuencia, se impone ¡°reformar¡± la reforma laboral.
La flexibilidad salarial
no ha aumentado el empleo, como estaba previsto, pero s¨ª el beneficio empresarial
Analicemos todo ello. ?Inaceptable el paro? Nuestra pol¨ªtica econ¨®mica parece haber asumido el actual desempleo como algo irremediable que solo el tiempo o las reformas en marcha podr¨¢n resolver: no son necesarias medidas adicionales. Por otro lado, el Ejecutivo insin¨²a que la reforma est¨¢ teniendo ya impacto positivo en nuestro mercado de trabajo, pues este se ha comportado mejor despu¨¦s que antes de dicha reforma; el reciente Informe Anual del Banco de Espa?a opina diferente: ¡°La pauta de destrucci¨®n de puestos de trabajo y de contrataci¨®n (despu¨¦s de la reforma) ha sido muy similar a la de antes¡±.
Adem¨¢s, el Gobierno conf¨ªa en que, incluso con crecimientos econ¨®micos modestos, disminuir¨¢n suficientemente las tasas de paro debido a los efectos favorables de la reforma sobre los umbrales de crecimiento necesarios para detener el aumento del paro y para crear empleo. Ciertamente se han reducido estos umbrales, pero, a¨²n as¨ª, el paro seguir¨¢ siendo elevado durante mucho tiempo, al margen de mejoras estacionales durante las primaveras y comienzos de verano, como revelar¨¢ la pr¨®xima EPA. El propio Gobierno reconoce, en su Plan de Estabilidad, el exceso de paro durante un tiempo prolongado: en 2016 y tras cuatro a?os de reforma, el paro solo se habr¨¢ reducido algo m¨¢s de dos puntos situ¨¢ndose todav¨ªa en el 25%.
Adem¨¢s de plantear la necesidad de actuar, el FMI indica c¨®mo hacerlo: ¡°Reformando¡± la reforma laboral. Una toma de posici¨®n activa que choca con el inmovilismo del Ejecutivo. Cuesti¨®n distinta es si las medidas del Fondo son las adecuadas. No cabe aqu¨ª un an¨¢lisis exhaustivo de ellas. La mayor¨ªa discurren v¨ªa profundizaci¨®n de la reforma y muchas son f¨¢cilmente aplicables (mejoras en la negociaci¨®n colectiva, en los descuelgues, en los servicios de colocaci¨®n, etc.). Pero conviene destacar que una de las principales se basa en el esquema te¨®rico de que los mercados o se ajustan v¨ªa precios (costes laborales) o v¨ªa cantidades (empleo) y, por tanto: reduzcamos los costes laborales (cotizaciones y salarios) en la medida necesaria para que disminuya la tasa de paro. Reducir las cotizaciones compens¨¢ndolas con impuestos indirectos, como propone el Fondo, puede ser adecuado, pero es dif¨ªcil evaluar sus efectos netos. Disminuir m¨¢s los salarios en nuestro pa¨ªs, donde llevamos acumulada una reducci¨®n sin precedentes por efecto de la reforma, no parece aconsejable.
Hay que eliminar la dualidad en el mercado laboral, y la mejor forma es el contrato ¨²nico
Por otro lado, el Fondo introduce una interesante reflexi¨®n: que pacten empresarios y sindicatos para intercambiar reducciones de salarios por aumentos de empleo. Lo relevante de esta propuesta, independientemente de su factibilidad, es lo que subyace en ella: ?Las reducciones salariales han aumentado empleo, como pretend¨ªa la reforma, o incrementado beneficios? Algo de lo segundo puede estar ocurriendo cuando las rentas salariales caen el -6%, las empresariales aumentan el 2% y el paro se dispara. La mejora de m¨¢rgenes empresariales puede incentivar el empleo o puede no hacerlo, pero el objetivo de la flexibilidad salarial era aumentar empleo, no beneficios.
Conviene a?adir que existen tambi¨¦n otras posibilidades de ¡°reformar¡± la reforma a trav¨¦s de su ampliaci¨®n, incorporando elementos de los que carece. Los dos m¨¢s importantes son mecanismos para eliminar la dualidad del mercado laboral y pol¨ªticas activas de empleo. La dualidad, junto con la burbuja inmobiliaria, ha sido el principal causante del derrumbe del empleo en la crisis y, adem¨¢s, si no desaparece antes de la recuperaci¨®n, volveremos a caer en su perversa espiral. El contrato ¨²nico es, seg¨²n los expertos en mercado laboral, la mejor forma de afrontar la dualidad y el propio FMI parece apoyarlo. Pero no me voy a extender sobre este tema, ampliamente debatido e incomprensiblemente rechazado por la mayor¨ªa de partidos pol¨ªticos y agentes sociales. Por su parte, la introducci¨®n de pol¨ªticas activas de empleo deber¨ªa acelerarse y concebirse como una transformaci¨®n radical del subsidio de desempleo para convertirlo en mecanismo eficiente de reinserci¨®n laboral e instrumento para combatir el paro juvenil y el de larga duraci¨®n.
Soy consciente de las dificultades del Gobierno para luchar contra el paro, por lo que deseo avanzar m¨¢s all¨¢ de las reflexiones del Fondo: ?Ser¨¢ suficiente una reforma laboral ¡°reformada¡± para afrontar nuestro desempleo? Creo sinceramente que no. Como apuntan Schroeder y Delors: ¡°Las reformas estructurales solo pueden dar fruto si se realizan conjuntamente con medidas de crecimiento¡±. El propio Gobierno ha entendido este mensaje al esforzarse en acordar con la oposici¨®n un pacto para arrancar a Bruselas est¨ªmulos a la econom¨ªa y no solo austeridad. Se trata de que podamos alcanzar cuanto antes un crecimiento robusto que genere el suficiente empleo. Pero todos somos conscientes de que esto no es posible a corto y medio plazo y menos con la pol¨ªtica europea.
Por ello, como nuestro paro es realmente inaceptable, es necesario emprender un ambicioso plan para resolver la actual situaci¨®n, ya que medidas acertadas como la ley de emprendedores o las ayudas europeas al paro juvenil son abiertamente insuficientes. Plan que el Gobierno no puede ni debe afrontar solo: se necesita voluntad pol¨ªtica y di¨¢logo por parte de todos (Gobierno, oposici¨®n y agentes sociales) para realizarlo con amplio apoyo social. As¨ª lo exigen los ciudadanos. Incluso puede ser necesaria tambi¨¦n m¨¢s ayuda europea, como reclaman Schroeder y Delors: ¡°Un programa com¨²n y de emergencia que demuestre que Europa sirve para algo¡±. ?Podremos esperar que el Gobierno, en uni¨®n de las principales fuerzas pol¨ªticas y agentes sociales, lleve a cabo un proyecto eficaz que, con ayuda de Europa, solucione esta desesperante situaci¨®n de desempleo?
Agust¨ªn del Valle es profesor de Econom¨ªa de EOI, Escuela de Negocios, y exdirector del Servicio de Estudios del Banco Central Hispano.
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